【Him】

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Diciembre 25,2024

Tokyo,Japón

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El brillante y caluroso sol alumbra por todo Japón, eran las 3:34 de la tarde recién. Las calles estaban repletas de estudiantes saliendo de sus clases o adultos saliendo a sus almuerzos.

En cierto parque yacían dos adolescentes de una escuela bastante prestigiosa, uno de ellos tenía su sedoso cabello celeste atado en dos coletas altas y su uniforme limpio tal como si hubiera salido recién de su casa pero por el otro lado, su acompañante no estaba del todo limpio. Un pelirrojo de cabello corto y despeinado estaba parado frente a el, con sangre seca en su camisa que tenía ya un color marrón rojizo y su nariz aun tenía un poco de sangre fresca, ojo morado, mejilla marcada y uniforme sucio.

El peliazul se dedicaba a observar a su menor con sorpresa y curiosidad, se preguntaba el como su crush había acabado tan mal. Por otro lado el pelirrojo sonreía incómodo por el como su acompañante lo miraba de arriba a abajo, de lado a lado analizandole.

Debido a que ninguno hablaba el pelirrojo decidió contar el por qué estaba tan desaliñado y herido, hablaba de forma exagerada moviendo sus manos de lado a lado a la par que se quejaba por su día de mierda mientras que el de baja estatura oía atentamente y reía de vez en cuando por la actitud adorable e infantil del menor.

-Y esa es la razón por la que parece que salí de una pelea de boxeo con Cotto- suspiro con cansancio e intento sentarse en un banco cercano a ellos sin que le doliera el trasero.

Su compañero lo siguió con timidez y se sentó junto a el, luego de haber escuchado el porque el otro estaba de tal manera se dio cuenta de que era la primera vez que hablaban. Estaba nervioso sin duda alguna pero se prometió ser valiente y conquistar a el amor de su vida para sacarlo de su miseria.

-Entonces, Akabane-san tuvo enserio un mal día eh- hablo tan fuerte como pudo pero por sus nervios el pelirrojo lo escucho a duras penas.

-Si, demasiado malo- se quejó el pelirrojo mientras dejaba salir un suspiro frustrado- pero,¿porque me citaste?- esto último lo dijo con una sonrisa burlona al ver como su compañero se le subían los colores a su rostro levemente.

-¡ah! Si, b-bueno te he visto hace un tiempo y quise ser tu amigo- hablaba cohibido con sus mejillas sonrosadas y jugando con sus dedos a la par que los miraba como si fueran lo mas entretenido del mundo.

-¿mí...amigo?- cuestionó el pelirrojo haciendo una pausa en sus palabras, tenía una mirada de confusión.

Se preguntaba internamente "¿quien querría ser mi amigo?" era la primera vez que alguien se le acercaba de tal manera con esa intención. Nunca en su vida había tenido un amigo, por ende su cabeza se llenaba de dudas y temores. Por su lado el peliazul se puso aún más nervioso de lo que estaba;si es posible claro está, por la pausa tan larga que dio su acompañante que fue seguido de puro silencio incómodo, ¿acaso no quería ser su amigo después de todo?

-Si no deseas ser mi amigo no debes serlo, no estas obligado a nada- las palabras salían cada vez más bajo de sus labios, estaba decaído y triste de que no haya podido lograr dar su primer paso en su imaginaria futura relación con el menor.

-No he dicho que no lo seré-el pelirrojo se apresuró y contestó de forma tranquila- ¿porqué quieres ser mi amigo? Digo, no soy alguien que valga la pena- cuestionó mirando a su compañero con sus ojos llenos de esperanza.

Este al notar la mirada en él comenzó a oir como su yo interior gritaba "error, error, error" repetidas veces. Aún así, le devolvió la mirada al de mayor estatura y contestó su pregunta con una sonrisa sincera.

-Todos valen la pena Akabane-kun, sin duda alguna- volteo su rostro para ver a un niño jugando con sus carritos a lo lejos- en cuanto a el porque quiero ser tu amigo, te lo dije ya... Te he observado y me pareces alguien genial- aún seguía su sonrisa dibujada en sus rosados labios.

-Pero,¿que ves de genial en mi?- volvió a cuestionar a su acompañante, no comprendía el como alguien pudiera fijarse en él... Simplemente no lo entendía.

-Para empezar, eres inteligente, dulce, amable, divertido- su voz está vez hablaba con una confianza increíble, estaba hablando sobre lo que le gustaba después de todo- Akabane-san, yo podría seguir diciendo todo lo genial de ti... Pero estaríamos aquí todo el día- miro hacia arriba con una sonrisa radiante, logrando que su compañero se sintiera atacado.

El había sido atacado por las primeras palabras bonitas que le habían dedicado. Karma no sabía que hacer, está era su primera vez escuchando tales palabras tan dulces hacia su persona. Un leve sonrojo se hizo notar en sus mejillas, pero no fue lo suficientemente notable como para que su  acompañante lo viera. Pero a pesar de todo, Karma sonrio con sinceridad mezclado con felicidad y miro al delgado chico sentado junto a el.

-Supongo que nos veremos mañana, enano- hablo burlonamente, buscando molestar a su nuevo y primer amigo. Lograndolo puesto que el de baja estatura le replicó casi al instante.

-¡Solo tengo 14 años, voy a crecer con el tiempo!- con un poco de molestia el peliazul lo miro desafiante, sin haberse dado cuenta de lo que habia dicho el menor antes de el 'enano'.

- hmm pues deberas tomar mucha leche, dudo que lo logres sin su ayuda- continuo a molestar al de baja estatura, notando lo gracioso que era y que probablemente esto sería su nueva actividad favorita.

-¿¡Que!? Como te a- espera,¿dijiste nos vemos mañana?- casi dos minutos después captó lo que se la había dicho.

-Woa que lento eres- rió con fuerza- si, eso hacen los amigos¿no?- hablo con una sonrisa dulce posada en sus labios mientras lo miraba a los ojos.

-Yo..eh si...ah si eso, jaja- nuevamente se Estaba escuchando un error en su mente junto a el típico Shiota.exe has stopped working que se repetía una y otra vez.

-Debo irme ya, mi padre se enojara si llegó más tarde- habló con un tono alto sombrío y sus ojos se opacaron levemente- por cierto, llamame Karma solamente- sonrió débilmente.

-¡Ah! Y-yo soy Nagisa, si quieres puedes llamarme así- comenzó a jugar con sus dedos tímidamente con sus mejillas rosadas.

-Bien~ Nagi-chan nos vemos mañana- dicho esto se puso de pie y echo a caminar.

Cuando llego a su casa noto que su padre miraba en la televisión algún capítulo de Miraculous Ladybug. Intentó ser no notado pero falló en el intento y dejo caer un vaso de metal que por alguna razon estaba en la mesa de la sala. El pelinegro pauso su tan preciado programa para mirar a su hijo quien se encontraba casi tirado en el suelo cogiendo el vaso.

-¿En donde estabas y que carajos te pasó?- habló secamente mirándolo de arriba a abajo con una ceja alzada, la verdad la escena frente a sus ojos era bastante cómica.

Un pelirrojo semi tirado en el suelo de frente tomando un vaso de metal en su mano derecha y su bolso en su mano izquierda, con el cabello revuelto, sangre seca en su nariz y camisa, pantalón lleno de alguna cosa en su trasero y su ojo morado por quien sabe que razón a la par que lo miraba con los labios hecho un pico y los ojos casi saliéndose de sus cuencas.

-Yo emm, ¿me caí?- el Akabane menor prácticamente se pregunto a sí mismo en vez de contestar e incluso cerró los ojos esperando que su padre le tirara con algo o le gritase pero no sucedió, en cambio resono una risa escandalosa por toda la casa dejando al menor confundido.

-Mejor vete a bañar, traje pizza así que comes y te vas a tu cuarto- aun riéndose logró decir estas palabras- ahora mo me molestes que Ladybug y Chat Noir están mas pendejos y ciegos que la mamá de phineas y ferb-

El pelirrojo subió a su habitación confundido pero felíz, su papá no se habia enojado con el y su madre no estaba. En su pecho apareció una sensación caliente al pensar en su nuevo amigo y lo sucedido con su padre, si antes tenía una leve esperanza de que su padre lo estaría queriendo ahora había crecido mucho más. Adicionalmente había hecho un amigo, él sería su primer amigo y él lo sacaría de la tristeza y depresión en la que vive.

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25/ago/2019

Duality + Nagikaru +Where stories live. Discover now