Tirano Mimando "Esposa" a Diario.

Capítulo 64: Fiel

Cuando la señora Song regresó a casa, ya era medianoche. Seguía siendo la hija del primer ministro. Entonces, incluso si a Song Guogong ya no le gustaba, si realmente se perdía, sería difícil para él explicarlo.

Además, sus hijos estaban viendo todo.

Recuperada, fue arrojada frente a la puerta trasera. Cuando fue descubierta por los sirvientes, era casi la hora de que saliera el sol. Los sirvientes la vieron y dejaron escapar profundos suspiros de alivio. Rápidamente la llevaron adentro, su momo la trató bastante bien. Rápidamente palmeó los hombros de la ropa de la señora Song y le dio comida y agua para beber —Come algo rápido. ¿Tenías frío afuera?

—¿Dónde está mi marido?

El momo vio que parecía diferente a antes y dijo —El amo está en la casa principal.

—Iré a buscarlo.

—¿Por qué no esperas hasta que sea de mañana? —El momo levantó el cuenco y la convenció—. Ven, comamos.

Ese cuenco fue repentinamente rechazado. Madame Song dijo con dureza —No es que no tenga manos o pies. ¡No necesito que me alimentes!

Cuando estaba loca, a menudo se enojaba, sin embargo, sus palabras aquí parecían llevar un indicio de algo más. Mientras el momo estaba desconcertado, la señora Song ya se levantó y salió. Siguió el camino en sus recuerdos y llegó a la casa principal.

En este momento, todavía estaba oscuro, la temperatura exterior todavía era fría. Tenía un poco de barro sobre ella, su cabello negro también era un completo desastre. Sin embargo, no tuvo tiempo para ordenar. Cuando llegó a la casa principal, las sirvientas de la puerta ya no le temían como antes. Mientras que, en la superficie, parecían respetuosos, este no era el caso en sus ojos. Dijeron —El maestro ya está durmiendo, la señora debería volver mañana por la mañana.

La cara de Madame Song decayó, ella instantáneamente abofeteó al guardia —¡Mira con cuidado con quién estás hablando!

La expresión de la sirvienta se volvió indignada por el golpe, sin embargo, vieron que Liu momo todavía estaba detrás de ella, por lo que no se atrevieron a responder. Madame Song se burló con frialdad, luciendo como si estuviera completamente recuperada. Sin embargo, dentro de sus ojos tenía menos de su anterior arrogancia y más una mirada enloquecida.

Con fuerza, abrió la puerta y caminó directamente hacia las cortinas de la cama bien cerradas. Ni siquiera llegó a su destino cuando escuchó una pregunta desde adentro —Ya es muy tarde, ¿Por qué estás aquí?

Song Guogong abrió las cortinas de la cama. Cuando la miró, su expresión era muy diferente a la de antes. En sus ojos revelaba puro disgusto —¿Quién dejó que la señora volviera a correr? ¿Qué están esperando chicos? Tráela devuelta.

Los sirvientes se acercaron, pero la señora Song escuchó una voz desde el interior de la cama. Una voz muy suave y mimada —¿Quién es?

Un brazo blanco puro aterrizó en el hombro de Song Guogong, la bonita concubina echó un vistazo a la señora Song e inmediatamente se estremeció —Ah...

Song Guogong le dio unas palmaditas reconfortantes y le dijo en voz baja —No tengas miedo —Luego comenzó a ordenar a los sirvientes en la parte de atrás de nuevo. —¿Por qué están ahí parados? Liu momo ¡Llévatela rápido!

Li momo extendió la mano para tirar de la señora Song, pero esta última gritó abruptamente en voz alta, con los ojos enloquecidos, se lanzó a Song Guogong —¡Cómo te atreves!

Desde que entró en la familia, ninguna otra mujer apareció al lado de Song Guogong. Incluso todas las criadas algo guapas fueron cambiadas por la señora Song. No permitió que nadie tuviera ideas sobre Song Guogong y estaba aterrorizada de que alguien le quitara incluso un poquito de su atención. Quién hubiera pensado, no mucho después de que ella se volviera loca, su esposo ya comenzó a tener una concubina a sus espaldas.