NANKURUNAISA

ㅜ-24

Días después, cuando el médico recalca que necesita ayuda psicológica debido a que es posible de que Tae se sienta deprimido debido a todos los episodios vividos, Taehyung es dado de alta. Tengo que llevarlo a mi departamento porqué el no quiero volver a su antigua casa, Mark se ha ofrecido en traer sus cosas si se lo piden, y estoy tan agradecido por el apoyo recibido. Al principio fue difícil decidir si lo mejor era que Tae se quedara conmigo, aún habían muchas cosas que aclarar pero el insistió.

-Prometo que haré todo lo posible por obtener tu perdón, lo juro, iré a terapia y sanaré, será una buena persona para ti, trataré de no volver a lastimarte…pero no me dejes, no creo que pueda luchar contra mi mente si no estás ahí, haré lo que me pidas, lo prometo, absolutamente todo lo que quieras, su necesitas tu tiempo Prometo desaparecer de tu vista, cuando no quieras verme seré silencioso, cuando quieras gritarme escucharé, si quieres reclamarme por todo lo que pasó lo acepto, no diré nada, sólo no puedo, no puedo seguir sin ti y saber que quizá te sientes obligado por mi debilidad me hace sentir tan estúpido– me dijo con desesperación, me sentí agobiado, el no tenía que rogarme, que lo estuviera haciendo me hacía sentir mal, no tenía que decir esas cosas por que lo amaba con todo mi alma, y ya lo había perdonado, pero aún habían cosas que sanar. Pero no quería que mi Tae se sintiera de esa forma, como si fuera una carga o como si me estuviese obligando a estar a su lado, porque no era cierto, yo quería tenerlo junto a mí todos los días de mi vida.

-No tienes que decir eso, no acepto que te autodesprecies o que sientas que eres una carga, porque no es cierto, eres importante para mí, y si estar conmigo te hace bien, entonces lo haremos funcionar – le dije dándole besitos en su rostro, sabía que sería una camino largo, pero como siempre, no me daría por vencido.

Entonces empezó nieta travesía, fue duro, ambos tuvimos que obtener ayuda psicológica para sobrellevar este proceso. A veces era agotador, doloroso y casado, pero jamás nos dimos por vencidos. Tae la tuvo tan difícil, cuando alguna memoria dolorosa venía hacia él, era casi imposible le detener su llanto, me partía el alma. Pero lo superamos, ahora los recuerdos parecían haberse establecido, poco a poco, ya no había nada más que recordar, algunas cosas fueron completamente olvidadas, pero siempre estaría ahí para recordarle lo que era necesario recordar.

Nuestro amor volvió y se fue fortaleciendo con el pasar del tiempo, los miedos perdieron la fuerza. Todo parecía haber encajado nuevamente y yo me sentía pleno, tan feliz, como si nunca lo hubiese perdido.

-Amor, puedes decirlo todo lo que quieras, pero ambos sabemos que Mark y tú tienden a exagerar las cosas – dice Tae mientas estamos acurrucados en la cama hablando de todo y nada a la vez.

Me río de su comentario

-Decir que ere una persona demasiado terca e intensa, no es una exageración, cariño, realmente lo eres – le molesto dándole un pequeño beso.

- ¿Soy intenso? ¿Incluso en la cama, cierto? No pareces quejarte en ese aspecto de mi intensidad – me mira coqueto y yo siento una punzada cuando recuerdo las veces que se pone muy, muy intenso.

-Se que también te gusta cuando soy intenso en algunas de tus partes cariño – le devuelvo, acariciando su cuerpo lentamente. Sé que esto está a punto de alcanzar otra ruta y no pienso desaprovechar la oportunidad, así que lo beso, con deseo. El jadea en mi boca sutilmente – Ay, cariño, me pones tanto, tanto – Le digo metiéndome entre sus piernas y él está dispuesto a seguirme el juego cuando me lo permite. Está tan despierto y juguetón, muerde mis labios y jadea en mi boca cuando simulo embestidas a su miembro ya duro.

-Dame más, Kookie – me dice gimiendo en mi oído y yo estoy dispuesto a complacerlo.

Todo es un borrón de sucesos candentes hasta que lo tengo candente y desnudo, húmedo y resbaladizo, siendo estirado por mía dedos. Mi pene está erecto y pulsátil ante la maravillosa vista, el es tan sensible y ama el sexo igual que yo.

Me ruega que le de lo que desea, que lo penetré, que lo haga gemir mi nombre. Y yo soy una persona débil ante sus peticiones. Beso su cuerpo y su hermosa boquita cuando me ubico encima de él. Se ve tan ido diciendo cosas sucias.

Tomo mi pene y lo meto lentamente, su agujero me aprieta de manera deliciosa y tengo que forzar mi autocontrol para no venirme como un adolescente.

-Cariño por favor -gime – dámelo, dámelo todo – dice mientras sostiene mis nalgas empujándome más hacia sí. Se lo doy, le doy todo de mi, lo penetro lento y profundo.

El sonido es obsceno, trata de besarlo pero me pierdo en los movimientos y sólo rozo su labios con los míos. Aumento la velocidad cuando el me lo pide. Una infinidad de “por favor Jungkook” desesperado se apresuran a salir de sus hermosos labios rosas.

Tomo su miembro entre mis manos para darle mayor estímulo. Es demasiado, mis bolas chocan contra sus nalgas y de verdad quiero venirme y llenarlo con mi semen. Pero trato de alargar la faena.

Subo su pierna a mi hombro para un mayor acceso y observó ese agujero codicioso que me traga fácilmente. El se viene con un ronco gemido y yo no puedo soportarlo más cuando su interior se vuelve sofocante. Me dejo ir.

Hacerlo con él es agotador y hermoso, cada vez es una experiencia magnífica.

-Te amo, Kookie -me dice – También amo jodidamente tu intensidad.

-También te amo, y amo tu terquedad – me río y lo beso tiernamente, el siempre será mi complemento, mi lugar cálido y cómodo.

Nos quedamos abrazados, desnudos y pegajosos. Luego tomamos un baño, cambiamos las sábanas y volvemos acurrucarnos.

Los días se vuelven tibios, a veces turbios, grises y llenos de colores cálidos, a veces intensos, pero junto a él, todas esas partes parecen completamentarse y hacerme aceptar que el tiempo que pasamos juntos es demasiado valioso.

 
FIN