ㄱ-4

165 29 0
                                    

Era muy malo en inglés, pero era excelente en dibujo. Decidí que quería perderme un poco en cursos de pintura, mis maestros decían que era demasiado bueno en ello, a mí me gustaba, y mucho más cuando Tae me veía pintar. Él decía que yo nací para esto, para hacer arte y que se sentía orgulloso de mí. Sus palabras lograban hacer vibrar mi corazón se una extraña manera.

-Tenemos un concurso de pintura en dos semanas, así que quiero que hagan su mejor trabajo, el ganador podrá tener una plaza gratis para un curso de pintura con un artista reconocido, sería algo genial que aprendan más allá de esto. - siempre fui competitivo, así que esto se convirtió en un reto. Quería plasmar algo hermoso en esa hoja Blanca y que todos quedaran asombrados. Cualquier cosa, pero ¿Qué podía ser?

Lo descubrí esa tarde, cuando Tae me sonrió, así que decidí hacer lo más hermoso para mí. Él era lo más hermoso para mí. Me esforcé mucho, mamá estaba preocupada por mi salud, diciendo que debería salir de mi cuarto un rato, pero no podía evitarlo, quería que sea una perfecta obra. Quería que cuando cualquier persona la viera, pudiera apreciar la belleza que percibo a través de mis ojos.

- ¿Kookie? - mi corazón se aceleró, escondí rápidamente el dibujo. Él siempre era imprudente y si no salía rápido seguramente entraría. Lo conocía muy bien, pues eso es lo que pasó. - ¿Por qué te has encerrado como un ermitaño? - Dice sosteniendo la puerta y metiendo su cabeza en mi habitación, me observa directamente cuando entro en su campo visual.

-Estaba dibujando, ya sabes como soy cuando me concentro demasiado en ello. -me escusé, me daba vergüenza imaginar que podría llegar a verlo. No quería que supiera, yo mismo no entendía bien porqué había decidido dibujarlo, no sabía él por qué era lo más hermoso para mí. Sería una lata tratar de explicarlo cuando ni yo mismo sabía la respuesta a todas esas dudas que rondan en mi cabeza.

- ¿Me lo muestras? - dijo con el entusiasmo de siempre, él amaba como yo dibujaba, incluso tenía algunos dibujos míos en su casa.

-Esta vez no puedo Hyung, es ultra secreto. - mi cara ardía, no lo entiendo, no comprendo por qué, debería sólo mostrarle, era simple. Él puso una cara triste y a mí me picaban las manos por indicarle el dibujo sólo para que vuelva a sonreír, tenía la manía de querer complacerlo en todo, maldición. ¿Qué era esto?

Tae y yo fuimos por un helado, después de esa incómoda charla, no volvimos hablar del dibujo, trataba de evitar el tema, no quería que él se sintiera enojado o triste por no mostrarle, pero debía saberlo, era tan terco así que no se cansaría hasta saber por qué no le mostré el dibujo, siempre me dice que él debe ser el primero en ver mis obras, pero esta, siento que esta es especial y me da tanta vergüenza, sobre todo por que es su rostro el que esta plasmado ahí.

- ¿Ya no soy tu Hyung favorito? ¿Hice algo mal? - ahí estaba de nuevo. ¿Por qué era tan insistente? Jamás ha dejado de ser así, cuando algo se le metía a la cabeza no la sacaba fácilmente, era tan necio como una cabra, tan persistente.

-No es eso, Tae. Es sólo que la pintura no está lista aún, la verás, incluso si no eres el primero al que se lo muestre, lo verás. Pero quiero que lo observes cuando esté colgado en aquel museo donde vamos a exponer las obras, será mi primera pintura en ser expuesta para ese concurso, quizá no gane, pero es mi primera vez y quiero dar lo mejor, esa pintura es especial, así que debes verla en un lugar así, un sitio también especial. - le respondí tímidamente, pareció contentarse porque no volvió a mencionarlo.

-Quisiera ser tan especial para ti como tus pinturas. – los escuché divagar cuando estábamos sentados en el parque, el atardecer se asomaba tímidamente en el horizonte y él murmuró suavemente aquella frase, con tato anhelo. Lo miré un rato sin saber que decir y no entendiendo porqué lo dijo, generalmente desconocía muchas situaciones cuando se trataba de él, el como actuar o que decir parecían confusos.

-No puedes compararte con eso, Tae. Tú eres incluso más importante y especial para mí que cualquier pintura. ¿Hice algo extraño para hacerte sentir de esa manera? - no me gustaba pensar que él se sentía mal a mi lado. Él era muy importante para mí. Demasiado, tanto que imaginar hacerlo sentir triste me afectaba de sobre manera.

-No es eso, es sólo que a veces me siento celoso. - ¿por qué debería sentirse celoso? Estaba tratando de saber la razón, pero él dijo que lo olvidara, que no era importante. Quizá paso mucho tiempo pintando, supongo que no le he prestado mucha atención y se siente de esa manera, ignorado por mí. Mark dice que los amigos necesitan su tiempo.

-No deberías estar celoso, quizá estoy demasiado metido en esto de la pintura, pero quiero que sepas que eres importante para mí, Hyung. - el sonrío bonito y yo sentía nuevamente esas palpitaciones raras. ¿Tengo avispas asesinas en mi estómago? Es la pregunta que tengo en mi cabeza constantemente.

-Ya, kookie. Entiendo, a veces hablas como un adulto, pienso que eres más maduro que yo. -dijo volviendo a sonreír.

- Siempre he sido más maduro que tú, Hyung. Eso no se puede dudar. - entonces me reí mucho de la cara que puso.

Cuando era de noche le dejé un mensaje, ya que se había ido un poco molesto y me olvidé de decirle algo importante, estaba tratando de quitarle el enfado. Le avisé que mañana sería mi exposición, la hora y el lugar, estuve a punto de no mencionárselo por la repentina vergüenza de que mirara lo que había dibujado. Pero no me acobardaría, había hecho una promesa y la cumpliría.

No sabía porque lloró cuando la vio, dijo que le había gustado mucho, gané el primer lugar, por supuesto. Me había esforzado mucho en esa obra de arte. Tae la miro todo el tiempo, incluso si había otras pinturas, él se quedó parado ahí mirando y releyendo el título que le había dado.

"Lo más hermoso para mí".

Y entonces entendí por qué me sentía de esa manera cuando lo miraba.

Estaba eso que llamaban: enamorado. O al menos, descubriendo el significado de aquella palabra a mi corta edad. 

NANKURUNAISA Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ