ㄴ-12

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-Me alegra que hayamos podido avanzar un poco. La sesión termina por hoy, pero te espero el día jueves.-mencionó la Dr. Boyle. Era invierno y hacía frío. Amaba el frío, aún más en la noche cuando vas de camino a casa y el viento helado te golpea en la cara y los árboles se balancean. Siempre me trae buenos recuerdos. Mark ha mandado un mensaje diciendo que irá a casa hoy, seguramente está por llegar así que debo apuntarme para no hacerlo esperar. Después de la sesión me sentí extraño, el dolor volvió pero ya no tan intensamente como hace unos meses atrás cuando lo estaba viviendo en carne propia. No había hablado de lo que pasó pensando que era mejor guardarlo en el fondo de mis pensamientos. A veces desearía poder verle, pero sé que todo acabó.

-¡Hermanito!.- Mark me abraza con entusiasmo y yo le devuelvo el abrazo demoledor riendo un poco.- Ya me hacía falta verte.

-Si, a mi también.- Mark se siente feliz de que por fin haya aceptado ayuda, él se preocupaba demasiado por mí, después de todo no fue fácil para mí dar un paso hacia adelante. Entonces conversamos de todo lo que estaba aconteciendo. Le cuento como me ha estado yendo con mis pinturas, le digo que todavía estoy en colores opacos y que quizá deba volver al mundo de colores vivos. Las personas preguntaban porqué mis pinturas cambiaron de ser de mundos coloridos y mágicos, a tristes imágenes nubladas y sin vida. Es porqué así me he sentido todo este tiempo, mi mundo es así ahora, a blanco y negro. Pero aún asi las pinturas han sido bastante aclamadas y vendidas como pan caliente.

Me paro en medio de mi taller de pintura y miro minuciosamente cada obra que he plasmado, el antes y el después, y noto la gran diferencia que existe. Cada una de esas pinturas tiene un pedazo de mí, antes me sentía tan colorido y lleno de vida, y ahora, es sólo un punto después. Recorro con la mirada cada una y me detengo en la pintura del fondo, olvidada y cubierta por una manta Blanca. He sido tan cobarde que no puedo verla ni tampoco puedo deshacerme de ella. Mark me observa en silencio, dándome mi espacio, le he pedido que me acompañe y él lo ha hecho sin dudarlo. Me acerco lentamente a ese pintura con miedo y nerviosismo, como si se tratara de algo peligroso, para mi lo es. Palpo la tela sucia con los pulpejos de mis dedos, suspiro despacio y jalo hacia abajo retirandola de la pintura.

Ahí está, lo más hermoso para mí, a pesar se los años se ha mantenido preciosa. Paso mis dedos delineando el retrato y recordando lo mucho que me había gustado pintarlo, lo mucho que significaba para mí.

-Mark, quiero...quiero que te lleves esta pintura, quémala, bótala, has lo que quieras con ella, pero no permitas que yo la vuelva a ver más.- me cuesta, joder, me cuesta, pero no puedo seguir mirando mi pasado, esa pintura significa lo que perdí, lo que no volveré a tener y es momento de aceptarlo. Es sólo una pintura.

-¿Q-que? ¿Por qué? Eso es muy importante para ti Kookie, yo no sería capaz de hacer algo como eso sabiendo lo mucho que quieres esa pintura.

-No es a la pintura a la que quiero y me estoy aferrando, son los recuerdos que me trae cada vez que la veo. Debo avanzar Mark, no quiero continuar con esto más, estoy agotado, y si para eso debo deshacerme de todo lo que me mantiene en este mundo sin color entonce lo haré.

Mark me abraza fuerte y me da ánimos, me dice que soy valiente y que merezco ser feliz. Al final el se llevó la pintura, entonces quedó un pequeño vacío en mi pecho, poco a poco me había despojado de todas las cosas materiales que me ataban a los recuerdos. Quisiera que mis sentimientos se desvanecieran y se consumieran para siempre convirtiéndose en cenizas, como una carta de amor que es arrojado a las llamas del olvido llevándose consigo promesas que no pudieron cumplirse y ese amor que juraban sus letras,que ahora es un sin sentido, tan doloroso e imposible de olvidar, ya que aquellas mismas letras quedaron grabadas con tinta sagrada de un amor que no debería haberse roto jamás, pero lo hizo.

Me siento en llamas, como si algo consumiera lentamente mi interior, entonces dibujo, me vuelvo a ocultar en ese mundo especialmente diseñado para distraer mi mente.

Yo amé y perdí, amé y perdí, amé y perdí y no me arrepiento de eso, incluso si aquello se llevó mi Alma entera y me dejó en pequeños trocitos que no puedo volver a juntar.

Me quedo dormido en el sillón que he colocado en el taller, sin darme cuenta el tiempo pasó volando. Últimamente he pasado mucho en mi taller, tanto que empiezo hacerme más blanco de lo normal, Yoongi se burlaba diciendo que pronto estaríamos del mismo tono de piel.

Quizá ellos tenían razón, debería salir un poco, mañana tendría que seguir con la terapia y debía prepararme mentalmente para dejar otro pedazo de mi Alma en el lugar.

Salgo a las calles de Seúl escuchando música a todo volumen y perdiendome entre las aceras y el pavimento, sin rumbo alguno, mirando a mi alrededor, me he sentido apartado del mundo durante mucho rato. Entro a una cafetería y disfruto del sabor amargo del café sin azúcar. Observo por la ventana, es de tarde ya, las gotas de lluvia se pegan a la ventana y las observo caer luego.

Regreso a casa, no al taller, eso es algo bueno, aunque parece simple, esta vez no quiero escapar sino afrontarlo.

Le cuento a la Doctora Boyle lo que hice el día pasado, ella dice que si siento que es la manera correcta de seguir adelante entonces que lo siga haciendo, que disfrute de lo pequeño de la vida y valore eso, entonces me pregunta. ¿Qué pasó después del accidente?






Después, después todo se volvió un caos.

NANKURUNAISA Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang