El Cazador de las nieves (Ruwigetta)

》Capítulo 17《

"Pensamientos"
Posturas
Narra
—Habla—
Recuerdos

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Rubius Pov:

¡¿Qué carajos acababa de hacer?!. La presión que sentí me hizo confesarles todo a esos dos, ¡coño!. Quisiera que la tierra me tragase ahora mismo, ¡además escapé como todo un cobarde por sentirme intimidado!. Estuve corriendo por unos segundos hasta que pude ver unos cuantos hilos de la demonio enredarse a mi cuerpo. Eran jodidamente molestos. De pronto pude ver la silueta de una chica frente a mí, siendo controlada por los hilos.

—No... no te acerques— junto a ella, pude un cadáver en el suelo con su espada atravesada en su cuello. En sus manos vi otro cuerpo más sin un ojo— Que alguien traiga a un héroe, ¡o los mataré a todos!— se veía horrorizada— Por favor... ¡Por favor!.

Narrador Pov:

No tan lejos de Rubius, sobre una gran piedra, se encontraba una demonio controlando a los cazadores desde hilos saliendo de las puntas de sus dedos.

—No podrás deshacerte de ella. Cuanto más te acerques a mí, mayor resistencia tendrán mis hilos y mis muñecos serán más fuertes.

—Mamá— la mujer solo giró su vista hacia su izquierda sorprendida— Ganarás, ¿verdad?— la demonio seguía viendo al niño, solo que esta vez su expresión era una de horror y miedo— ¿No te estás tomando demasiado tiempo?— un silencio invadió el lugar, poniendo a la madre mucho más nerviosa. Esta no sabía qué responderle a su hijo— Si no te apuras, se lo diré a papá— amenazó sin pena el niño.

—¡Tranquilo, puedo ganar! Te protegeré. Así que no le digas nada a papá, ¿sí?— estaba temblando, pero trató de ocultarlo ante su acompañante.

—Date prisa— fue lo único que dijo antes de desaparecer por los árboles del bosque dejándola sola.

—¡Mueran!. ¡Mueran! Mueran de una vez, o yo sufriré— los movimientos que hizo, hicieron avanzar a la cazadora que estaba con Rubius.

—¡Huye!— Rubius reaccionó y bloqueó el ataque con su espada— Nos controlan los hilos. No nos movemos normalmente. ¡Jamás fuimos tan fuertes!— al parecer, la demonio forzaba mucho el cuerpo de la cazadora, ya que al llevar sus brazos hacia atrás pudo ver como soltaba un grito del dolor. Luego la chica fue directamente hacia Rubius chocando sus espadas nuevamente entre sí. La demonio se maldecía por dentro al ver que no podía matar a Rubius y sus amigos.

—Son muy resistentes. Pero, ¿qué tal ahora?— hizo unos movimientos bruscos con sus manos. Al girar su vista hacia atrás, Rubius, pudo ver algunos cadáveres se movían gracias a los hilos. Lo que vio le revolvió bastante el estómago.

—Ma... Mátame. Se me clavan... los huesos rotos de las extremidades en los órganos— sus brazos estaban rotos y cada vez que se movían por los hilos, hacían un crugido. Mientras hablaba, Rubius solo lo veía con pena y horror— Cuando nos mueve... el dolor es insoportable— cada vez más, su vos era más baja— Además, voy a morir de todos modos... Por favor, ayúdame.

—No lo haré. Nunca me perdonaría matar a un compañero nuestro. Los salvare, resistan— pidió yendo a cortar los hilos del chico librándolo— "No quiero usar ninguna técnica. Pero cortar el hilo no servirá por mucho"— solo unos momentos de silencio bastaron para que a Rubius se le venga un plan a la cabeza. Empezó a correr hacia una dirección aleatoria y los cuerpos controlados lo siguieron— "Bien, me siguen"— corrió un par de metros más hasta que se detuvo, agarró los cuerpos de los cazadores y los mandó a volar. La cazadora, quien estaba en un mejor estado que su amigo, sintió como ellos eran enredados en la rama de un gran árbol haciendo que queden inmóviles. Rubius celebraba en su mente por ver como su plan había funcionado, ahora tenía atrapados a los chicos sin necesidad de haberlos lastimado. Sintió como alguien iba hacia él, sacó su katana de su estuche y bloqueó el ataque.