》Capítulo 10《

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"Pensamientos"
Posturas
Narra
—Habla—
Recuerdos

♣︎【【【【♣︎】】】】♣︎

Narrador Pov:

No tan apartado de dónde estaban los cazadores y el demonio, Luzu se encontraba luchando contra el compañero de la mujer, otorgándole múltiples patadas.

—No levantes polvo. ¡Qué suciedad!— se quejó para después hacer parpadear los ojos que tenía en sus palmas.

Al parpadear estos ojos una flecha atravesó un costado de Luzu, sin lastimarlo, y lo espujó hasta donde estaba su hermano. La demonio que estaba combatiendo con Rubius y Mangel regeneró sus seis brazos rápidamente, exaltando a Mangel como a Rubius.

—"Regeneró sus brazos más rápido que los demonios del pantano".

—Ahora... le llevaré tu cabeza al señor.

Pero apenas decir eso, Rubius sintió como un cuerpo choca contra el suyo haciendo que se desequilibren y caigan al suelo. ¡Era su hermano!.

—¡Luzu!.

—Rabis...

—¡Mueran, los tres juntos!— dijo para después lanzar dos de sus seis pelotas, una hacia Rubius y Luzu y, otra, hacia donde estaba Mangel.

Mangel la esquivó sin problema, pero a Rubius le costó un poco, ya que, tenía a su hermano sobre él. Apenas ver como la bola se alejaba, se levantó junto con Luzu.

—¡Mediocres, maten al de las flechas!— Mónica gritó.

—De acuerdo. Luzu, no hagas ninguna locura, ¿esta bien?.

—Sí, Rabis— Luzu solo asintió viendo a Lana y Mónica. Al ver esa imagen de Lana con una mano todavía en su herida y a Mónica parada junto a ella no pudo evitar ver la imagen de su madre en el lugar de Lana y a su pequeña hermana, Nieves llorando, en el de Mónica. Esto hizo que se ponga en su modo defensivo.

—Bien, entonces cuento contigo. ¿Listo Mangel?.

—Má' que listo amigo.

Así, Rubius se dirigió a donde estaba el demonio de las flechas y, con un movimiento de sus brazos, alzó su espada. Pudo ver el hilo, tenso, conectándose con el cuello del demonio y la punta de su arma.

—Que niño más sucio. ¡No te acerques!
dijo el demonio para luego levantar una de sus manos y hacerla parpadear. Al hacerlo, Rubius pudo ver como el hilo que estaba tensado se cortaba a la mitad.

—"¡El hilo se cortó!"— pensó Rubius sin poderlo creer.

Bajo suyo apareció una flecha carmesí  guiándolo para atrás, haciendo que sostenga mal su espada y erre el ataque. Mangel intentó cortarle la cabeza por atrás al demonio, pero este fue más rápido e hizo aparecer una flecha que atravesó a Mangel llevándolo al muro, para después impactar en él haciendo que escupa sangre y que suelte su arma.

—¡Eres un maldito!.

—Y tú, eres muy molesto— dijo levantando sus dos manos— Muere.

En un momento, una flecha atravesó a Rubius llevándolo hacia un árbol para impactar en él. Así creo más de esas flechas que atravesaban el cuerpo de Rubius haciendo que choque con los muros, el piso y los árboles. Una de estas lo llevó hasta el cielo para luego desaparecer y dejar que Rubius caiga, sin ninguna protección, desde una altura de unos 50 metros.

El Cazador de las nieves (Ruwigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora