El Cazador de las nieves (Ruwigetta)

》Capítulo 9《

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—Habla—
Recuerdos

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Narrador Pov:

—Hay una forma de volver a un demonio humano.

—¿Cuál?—Rubius preguntó, acercándose a Lana.

—¡No te acerques a la señorita Lana!.

—Mónica...

—Lo lanzé, no lo golpee— se defendió Mónica con cara buena volviendo a sentarse como si nada hubiera pasado.

—Ambas cosas están mal— decía el de máscara con enfado.

—Déjame ayudarte Rubiuh— le dijo Mangel mientras lo ayudaba a levantarse.

—Gracias tío— Rubius adolorido se levantó— ¿Y cuál es esa forma?— le preguntó a Lana volviéndose a acomodar.

—Todas las enfermedades y heridas  tienen una cura. Ahora no puedo devolverle la humanidad a un demonio. Pero un día.... nosotras queremos encontrar esa cura. Para eso, necesito pedirte un par de favores; para la cura necesito estudiar la sangre de muchos demonios. El primer favor es que me dejes estudiar sangre de tu hermano y, el segundo, que me traigas sangre de el jefe de los Rapitorii concentrada en el cuerpo de alguno de sus esclavos— comenzó a redactar— Tu hermano se encuentra en circunstancias muy peculiares. Dijiste que durmio por dos años, deduzco que su cuerpo cambio en ese tiempo. Generalmente, si un demonio no come carne humana o animal por ese tiempo, enloquece. Sorprendentemente, Luzu mantuvo la cordura. Es un milagro clave— terminó.

Rubius, mientras escuchaba atentamente cada palabra de Lana, llevĺ una de sus manos a la mejilla del castaño quien la tomó cariñosamente.

—Mi segunda petición es la más severa. Los demonios con sangre del líder tienen una fuerza similar a la de él, no será fácil obtener sangre de ellos. ¿Aceptarías mi petición aún así?.

—Si este es mi único camino, entonces acepto— dijo Rubius decidido— Además, si creas una cura para Luzu, no solo lo ayudarás a él, sino a muchas otras personas— Lana sonrió al pensar en esa posibilidad para todos los demonios.

Mónica le gruñó a Rubius por tener una conversación así de tranquila con SU señorita, pero entonces siente como un papel que ocultaba la casa se rompe, alertándola.

—¡Abajo!— gritó Mónica mientras abrazaba a Lana como Rubius a Luzu y Mangel.

Un par de pelotas entraron a la habitación, destruyendo todo a su paso, hasta crear un hoyo en la pared. Los juguetes salieron afuera en dirección hacia dos demonios.

—¿Sabes cómo los matarás?— le preguntó un chico con una vestimenta amarilla de rayas negras, con un collar de perlas azules y los ojos cerrados.

—Pues de forma atróz, ¿no?- dijo obvia la chica para luego tirar las dos pelotas nuevamente al interior de la casa. Esta tenía pelo azabache corto con las puntas rojas y un kimono naranja con uno negro arriba.

—¿Cazadores de demonios están con demonios? ¿Qué significa esto?— preguntó asqueado el muchacho.

—Que divertido— dijo la chica rebotando sus pelotas, las cuales ya habían vuelto.