Capítulo 2

32.8K 1.3K 352
                                    


A la mañana siguiente me desperté por unos fuertes gritos que provenían de la sala y se escuchaban cada vez más cerca. No fue hasta que la puerta de mi habitación se abrió, permitiéndome ver el pequeño cuero de mi hermanita, que desperté por completo. Sofía estaba con una enorme sonrisa en su rostro y apenas se dio cuenta de que estaba despierta, corrió hasta llegar a mi cama y subirse rápidamente a abrazarme — Kaki, te extrañe 

— Yo también. Te extrañe mucho pequeña — dije, abrazándola más fuerte.

— Mila quiero un helado — ordeno, alejándose de mí y sentándose en la cama.

— Es muy temprano para un helado ¿No crees? — pregunte, divertida, tomando la posición de mi hermana, estirando mi brazo para alcanzar mi teléfono que reposaba en la mesita de luz

— Mila ¿Estas bromeando? Son las dos de la tarde — respondió, burlonamente.

— ¡¿Qué?! — pregunte exaltada, tomando mi teléfono y revisando la hora. Efectivamente eran las dos de la tarde — Woow ¿Cuánto tiempo dormí? Y... ¿Porque no me despertaron antes? — volví a preguntar levantándome de la cama y dirigiéndome al closet a buscar ropa.

— Porque ellos se levantaron hace poco — respondío Sofí, acostándose en mi cama.

— Debe ser — asentí — Llegamos tarde y cansados — argumente, lanzando a mi cama unos jeas negros ajustados, una polera blanca y ropa interior.

— Sí y... ¿Qué tal París? ¿Porque papá y mamá no me llevaron también? — pregunto, intrigada y un poco triste. Es obvio que Sofí no sabía a qué nos dedicamos mis padres y yo. A su edad, yo tampoco lo sabía.

— Sofí ya lo hemos hablado. Son cosas aburridas, muchas reuniones y papá me lleva para que aprenda el negocio familiar. Pero, cuando seas grande, también podrás ir con nosotros. Además, sinceramente, no pude apreciar París, estuve muy ocupada — dije acercándome a ella con el plan de hacerle cosquillas

— ¡Basta Kaki! — pedía entre fuertes carcajadas.

— Ok. Ok, ahora me ducho para ir a comprar los helados — dicho esto, Sofí salió de mi habitación y yo tome la toalla entrando al baño.

Luego de treinta minutos, salí de mi habitación con mi cartera y las llaves del auto lista para ir a comprar helados. Me dirigí a la sala donde estaban mis padres y Sofí, viendo televisión.

— Ok sofí vamos por los helados — dije, entrando a la sala — Hola papá, hola mamá — salude a ambos, dejando un beso en la mejilla a cada uno.

— Está bien Kaki — respondió Sofí abrazando a mis padres corriendo a la puerta.

— Cariño ¿no vas a comer algo antes? — pregunto mi madre.

— No te preocupes mamá, luego comeré algo — respondí, caminando de espaldas, fuera de la sala.

— ¡Kaki vamos! — gritaba la pequeña.

— Creo que lo mejor es que me vaya. Adiós — me despedí.

— Adiós — respondieron al unísono.

— Ten cuidado — pidió mi padre.

— Claro — respondí desde la puerta.

Salimos en mi auto y nos dirigimos a la heladería. Estando ya en el local, Sofí pidió un helado de vainilla y yo pedí uno de chocolate, ya que amo el chocolate. Pague los helados y nos dirigimos, a petición de mi pequeña hermana, caminando a un parque cerca de la heladería, dejando el auto en el estacionamiento.

agente secreto || camrenWhere stories live. Discover now