Capítulo 1

50.7K 1.5K 237
                                    

Camila's POV

Una semana después de que empezaran mis vacaciones, mis padres y yo fuimos, nuevamente, asignados a una misión. Hemos estado fuera del país por casi un mes y extraño mucho a mi pequeña hermana Sofí. Ella se había quedado al cuidado de mis abuelos maternos, quienes nos han mantenido al tanto de lo que pasaba a diario en casa.

La misión, como todas las anteriores que han sido asignadas a la familia Cabello, fue todo un éxito. Logrando asi, evitar una vez más, un ataque de corrupción y destrucción masiva.

Y, ahora, estabamos esperando poder abordar el jet privado de la CIA, para regresar a casa y disfrutar de los pocos días que me quedan de vacaciones.

— Mila, deberías estar feliz por haber estado en París de vacaciones — dijo mi papa con tono sarcástico.

— Já. Muy gracioso papá, pero estar en Paris y tener que trabajar no es exactamente mi definición de vacaciones — respondí.

Mis padres son reconocidos los mejores agentes de la CIA. Yo me uní a ellos cuando tenía catorce años, antes de eso no entendía por qué me hacían entrenar tanto, me daban todas esas vitaminas y realizaban los simulacros cuando todos dormían. Pero al cumplir los catorce años, todo cobro sentido. Ambos me explicaron todo y, ahora que puedo defenderme con facilidad en mis misiones, agradezco que me hayan hecho entrenar tanto de pequeña.

Ahora ellos entrenan a mi pequeña hermana Sofí, quien muchas veces se enoja pues los ejercicios físicos parecen no agradarle mucho, razon por la cual he platicado algunas veces con ella, asegurándole que nuestros padres lo hacían por nuestro bien.

— Camila cariño, debemos irnos ya — dijo mi madre tomándome del brazo y conduciéndome hacia el jet, para así abordarlo.

Esta era la sexta misión a la que asistía desde que mis padres me integraron, y era gratificante el solo hecho de saber que todos los agentes nuevos o antiguos me reconocían por mi gran labor realizada en la agencia.

Apenas aborde el jet, busque un lugar para dormir, pues mis padres me hicieron madrugar y estaba completamente agotada. Me recosté en el cómodo sillón que estaba a mi derecha, me coloque los audífonos y Lego House de Ed Sheeran invadio mis oídos, dejándome caer en el sueño que tanto necesitaba.

(...)

Sentí unas manos en mis hombros agitándome — Kaki. Kaki, despierta. Ya llegamos — reconocí la voz así que me moví y talle mis ojos, para luego abrirlos lentamente y encontrarme con el rostro sonriente de mi padre.

— ¿Ya llegamos? ¿Qué hora es? — pregunte, adormilada.

— Si. Son las siete de la noche. Ahora levántate y baja, el auto nos espera para llevarnos a la agencia y luego ir donde tus abuelos a recoger a Sofí para ir a casa — explico mi padre, alejándose.

Lo vi alejarse hasta desaparecer por la puerta del jet. Me levante rápidamente y me arregle, tome mis cosas, y camine hasta la puerta. Pero antes de bajar me di la vuelta y eche un vistazo, recorrí todo el jet con mi mirada revisando que no se me quedara nada, y me alegro de haberlo hecho: mi gorra reposaba sobre la mesa.

Me acerque, la tome y la coloque sobre mi cabeza para, ahora si, salir del jet e ir a la agencia.

— Bienvenidos — Exclamo el director Cowell, mi padrino. Acercándose a nosotros y abrazarnos. Habíamos llegado a la agencia y el nos esperaba en la entrada.

— Gracias Simón — respondió mi madre, correspondiéndole el abrazo.

— Gracias a ustedes. Nuevamente — respondio Cowell, estrechándole la mano de mi padre.

— Y tú, señorita. Estoy tan orgulloso de ti, has sido de gran ayuda a tus padres desde que integraste a la agencia. Me siento orgulloso de ser tu Padrino — dijo, envolviéndome en un abrazo el cual correspondí y luego deposito un beso en mi frente.

— Gracias — fue lo único que pude responder.

— Ok... entonces... ¡Vamos! — dijo Cowell, antes de darse la vuelta y caminar hacia el ascensor.

Mis padres y yo imitamos su acción y entramos en el ascensor junto a él para dirigirnos al gran salon donde habian preparado una pequeña Bienvenida. Pasamos gran parte de la noche contando unas cuantas anécdotas de lo que ocurrió en Paris, como aquella vez que me vi involucrada en una revuelta universitaria y me ligue a muchas chicas. Mis padres en cambio comentaban la vez que se perdieron y no llegaron al hotel hasta el día siguiente.

Pero a pesar de unos cuantos deslices, logramos nuestro objetivo. Detener la unión entre Banks, un multibillonario empresario de Paris, y los rusos para invadir Estados Unidos con un fuerte armamento nuclear. Ahora las armas han sido retenidas por la CIA y guardadas en un lugar seguro, hasta encontrar la forma de hacerlas beneficiosas para la agencia.

Después de la cena, nos dirigimos a casa. Era muy tarde y seguramente Sofí y los abuelos ya estaban dormidos, así que la recogeríamos al otro día. Al llegar me despedí de mis padres con un beso a cada uno y me dirijí a mi habitación.

Ubique mis cosas aun lado de la puerta y comencé a desvestirme, quedando en ropa interior, pensando en si tomaba una ducha o lo hacía en la mañana pues ya era de madrugada y muy pronto amanecería. Pero, no me había duchado desde que salí de Paris, y sinceramente necesitaba un baño. No es que apeste, solo que estaba muy cansada y un buen baño me relajaría, así que no lo pensé más y tome una toalla del estante y entre al baño.

Luego de veinte minutos ya estaba lista para dormir. Me metí a mi cama y tan pronto toque la almohada, caí rendida en un profundo sueño.

0

agente secreto || camrenWhere stories live. Discover now