Tercer Capítulo

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Viernes a la noche.

Faltaba poco para que Sam me recogiera y vayamos a su casa. Estaba un poco más tranquila que la primera vez que me había hablado, es decir, no podía vivir desesperada/emocionada todo el tiempo, tenía que aceptar que sí, Sammy Wilk me invitó a su casa.

 Me puse el vestido más lindo que encontré, no me maquillé mucho porque odio maquillarme en exceso y porque a Sam le había gustado sin maquillaje, tan solo me levanté un poco las pestañas; me dejé el pelo suelto y esperé a que pase por mí.

 Luego de 10 minutos, exactamente a las 19:01, golpearon la puerta. Para no parecer desesperada bajé la escalera caminando tranquila para no caerme ya que tenía los tacones puestos. Abrí la puerta y era el mismísimo Sammy Wilk, era muy difícil de disimular la sonrisa que se me dibujaba en la cara con tan solo tenerlo delante de mis ojos. Me besó la mejilla, me agarró la mano y dijo: - Lista para la mejor noche de tu vida? – Asentí con la cabeza y subimos al auto. El mejor auto al que me había subido en mi maldita vida.

 Estábamos escuchando: Could you be the one? Y era inevitable tararearla. Cuando se dio cuenta de que yo no paraba de cantar la canción miró y sonrió. Por dios que hermosa sonrisa que tiene.

  - Dónde vamos? –Pregunté.- Ya verás, te gustará. Lo se.- Dijo. Y continuamos hablando de algunas cosas de la vida.

 - Por cierto, estás muy hermosa, siempre lo estás. – Me dijo. Me sonrojé tanto que parecía un tomate. – Gracias.- Respondí con una sonrisa.

 Pasó un rato y detuvo el auto. – Me esperas aquí unos minutos?. –Preguntó. – Claro. -Dije.

 Comencé a pensar en la posibilidad de que no vuelva nunca y me deje ahí sola en su auto, pero luego pensé que si iba a hacer eso ni siquiera me hubiera invitado a salir, y porqué me dejaría en su auto? Me hubiera dejado plantada en mi casa y no me hubiera hablado nunca más.

 Mientras observaba cada detalle del auto y las cosas que había dentro de el escuché que una puerta se abrió.

-Bueno aquí está la comida.- Dijo. Era comida china, le había platicado sobre la comida china, le dije que era mi favorita, recuerdo que él me había dicho que prefería el sushi pero que la comida china también le gustaba. Recordó cual era mi comida favorita y decidió que comamos eso cuando me invitó a salir. Era muy detallista, amaba eso de él.

 - Aquí es. -Dijo y bajó rápido del auto para abrirme la puerta.  Su casa era hermosa, bueno en realidad era una mansión porque una casa tiene solo 2 pisos, esta tenia como 5 o 6.

 - Vamos, pasa, no seas tímida. Entramos y fuimos directo al living.

- Espera, quieres que te traiga algún buzo mío? Lo siento, es que primero había pensado en ir a un restaurante pero luego me olvidé de decirte que no era necesario que te vistas tan elegante. – Esta bien, si no es molestia si.

 Me llevó a su habitación y me dio un buzo que me quedaba casi hasta las rodillas y unos boxers sueltos también suyos. Me dejó sola en su habitación y me dijo que me esperaría abajo. Me vestí y bajé.

 Estaba acostado en el sillón sin remera buscando alguna película para ver mientras tomaba algo de coca.

 - Es que, hace un poco de calor, si quieres tu también puedes sacarte el buzo.- Me dijo mientras se reía. – Ja ja bobo.- Contesté y le acaricié el cabello.

 - Bueno quieres ver una película de terror o de qué?. – De terror está bien. No soy ninguna estúpida, sabía que si veíamos una película de terror, me tendría que abrazar.

 Puso una que parecía buena, comimos la comida y nos acostamos a verla. Ni siquiera había empezado que estiró su brazo sobre mi cuello, abrazándome. Nos miramos fijamente y me besó. Fue el mejor beso de mi vida.

 - Lo siento, tal vez no tendría que haber hecho eso.- Me dijo. – No tienes por qué disculparte. –Le contesté mirándolo a los ojos y luego bajé la mirada hacia su boca. Sonrió automáticamente.

 Mientras veíamos la película abrazados como si fuésemos novios pensé: estoy en la casa de Sam Wilkinson, con Sam Wilkinson, abrazada a Sam Wilkinson, y hasta besé a Sam Wilkinson. No había forma de que esto fuera real.

 La verdad, ni siquiera presté un poco de atención a la película, Sammy tampoco.

- Que tal si pongo algo de música?.- Me preguntó. – Claro

 Puso música, Signs, de él y Nate. Comenzó a besar mi cuello lentamente y fue subiendo hasta mi boca. Acariciaba mi cabello y cada tanto hacía una pausa y sonreía mientras me miraba a los ojos, eso hacía que yo sonría también. Continuamos besándonos por un rato. Me sacó el buzo y recorrió todo mi cuerpo con sus manos.

- Si hay algo que no te gusta me lo dices y ya.- Dijo mientras me besaba el cuello. Le acaricié todo el abdomen y lo besé como respuesta.  

 No sé como nos quedamos dormidos y cuando desperté estaba casi desnuda abrazada a Sammy Wilk, lo miré, sonreí y seguí durmiendo. 

 Perdón por no actualizar, estuve ocupada estos días, sigo??

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