Décimo Capítulo

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Por el momento Sam no me había hablado, no digo que me pareciera extraño ya que no somos nada y el dijo que tal vez no quería hablar más conmigo; pero vamos, no le interesó ni un poco saber que andaba pasando entre Jack y yo. Cómo nos conocimos, porqué. Realmente Samuel es muy raro.

 Me puse a pensar y tal vez me dirigí mal a él (Sam) cuando le pregunté sobre si fumaba. Creo que hubiese sido mejor, más indirecto, un poco más sutil, si le preguntaba si se sentía bien, si estaba angustiado por algo, si necesitaba mi ayuda que cuente conmigo para lo que fuera. Después de todo, era yo más responsable sobre la ruptura que él.

 La idea de no hablarle seguía en pie. Acepto que me equivoqué, aún más que él, pero no tenía pensado perder la poca dignidad que me quedaba.

 Sí, todavía lo quiero, no se puede dejar de querer a alguien de un día para otro, y menos a él. Además de ser Sam Wilkinson, el amor de mi vida, fue el primero con el que tuve algo “serio” que digamos, perdí mi virginidad con él y eso no es insignificante.

 Hoy no hicimos facetime con Jack, me había aclarado anoche que hoy estaría demasiado ocupado, tenían que grabar una nueva canción en el estudio y filmar algunas partes del nuevo video, si le quedaba algo de tiempo tal vez me hablaría.

 No podía dormirme de tanto pensar en Samuel. Nunca me había pasado, tan así, ni siquiera la noche de la ruptura.

 Escribía un mensaje y lo borraba, y lo volvía a escribir, y lo leía y lo borraba, y así un largo rato. Siempre con el miedo de apretar enviar por error.

 Vamos, déjate de éstas estupideces t/n. – Me dije, bloqueé el celular y me volteé para intentar dormir.

 Logré conciliar el sueño pero exactamente a las 2:56 AM me despertó una vibración y sonido, bastante irritante, que provenía de mi smartphone. “Gilinsky!!!!”- Pensé. Ya que me había dicho que si tenía tiempo me hablaría.

 Miré la pantalla y era un mensaje de Samuel ♥ (así lo tengo agendado).

“Sabes, estuve pensando mucho. Y estuve mal por no haber confiado en ti. Espero que entiendas, que lo único que no quería era hacerte daño y sabes que soy por demás de orgulloso, por eso demoré en hablarte. La verdad es que muero de ganas de verte y poder aunque sea hablar unos minutos, necesito que me escuches, y luego tu tomas la decisión que quieras”.

 Obvio que comencé a saltar en la cama y gritar en silencio ya que mis padres dormían. No le respondí. Decidí hacerme la dormida y responderle al otro día, ya era tarde.

 Llegué a dos conclusiones; me habló porque se puso celoso con la foto de Jack y de inmediato se arrepintió de haber roto conmigo O, es verdad que es por demás de orgulloso, también su versión podía ser cierta. A veces pensar tanto me auto-destruye.

 Cómo me dormiría ahora? Luego de que montones de ideas se me crucen por la cabeza, sabía que si le respondía era peor, porque no dormiría hasta que me responda, y quién sabe cuando me respondería. Decidí dejar mi mente en blanco y dormir, o intentarlo por lo menos. 

SECOND chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora