¿Que sabrá Neruda? - Juan Pablo Villamil

.52. II . Final . segunda parte

Narrado por Juan Pablo Villamil

Tome de la mano de Lía, estaba sudando. Tenía miedo, mi corazón latía con fuerza. Era el momento más importante de mi vida y yo solo quería esconderme bajo el brazo de mi madre por el miedo a fracasar.

- Ah – grito doblándose en la camilla, se recostó nuevamente y comenzó a inhalar y a exhalar con fuerza

- Tu puedes mi amor – hablé animándola y comencé a imitarla con la respiración

Ella comenzó a hacer las respiraciones y hacer fuerza para que Amadeo pudiera salir de su vientre, Lía estaba más roja de lo normal, sus ojos comenzaron a ponerse rojos y se recostó nuevamente en aquella camilla con su respiración alterada.

- Vamos Lía – su médico la alentaba – tu puedes, ya falta poco

- No puedo mas – comenzó a negar nuevamente y a llorar como una niña

- Vamos mi amor – suplique – es solo un esfuerzo mas

Ella comenzó a negar y comenzó a llorar con fuerza.

- Por favor Lía, Amadeo está casi afuera – su médico hablaba nuevamente

- Vamos, mi amor – apreté con más fuerza su mano

Ella comenzó nuevamente a poner todos sus esfuerzos para que nuestro hijo nazca. Me impresionaba la fortaleza que tenía y su fuerza para esto.

- Te odio Juan Pablo – hablo encurvándose en aquella camilla nuevamente – te odio tanto que en tu vida me volverás a tocar

Reí levemente y ella volteo enojada a observarme

- Mi amor, no es para tanto – hable divertido

- ¿No es para tanto? – gruño – ah – grito con fuerza una vez más – vente tú a parir – apretó con más fuerza mi mano

Observe de reojo a su médico que reía sin sonido, ya que también tenia miedo de que lo golpeara con su pierna. Lía termino por hacer su último esfuerzo y note que se recostó con tranquilidad. Escuche el llanto de un bebe, mi corazón quizás se había derretido un poco más de lo que ya se encontraba derretido de amor por Lía.

- Aquí está el pequeño – la enfermera se acercaba a nosotros

Lía intento tomar a Amadeo con sus manos, pero grito nuevamente sentándose en la camilla. Abrí mis ojos con susto. ¿Qué sucedía?, su médico tomo asiento nuevamente frente a sus piernas y me observo fijamente.

- Lía, no quiero que te asustes

- ¿Qué sucede? – comenzó a respirar con fuerza recostada en la camilla, me observo con miedo

- Pero, debes de pujar una vez mas

- ¿Qué? – ambos gritamos con sorpresa

- Creo que amadeo vino con alguien mas – sonrió

Ambos nos observamos con sorpresa.

- Alma – murmuramos con sorpresa

Alma, ese era el nombre por si Amadeo era nena. Lía volvió a encurvarse con dolor y comenzó nuevamente su proceso de parto, ahora sí que quería desmayarme de verdad. ¿Dos hijos? Y los dos en un mismo momento, esto era una locura.

- No más hijos – hablo negando mientras hacía fuerza otras vez - ¿has entendido?

- Sí, mi amor – reí aprontando aún más su mano