.4. II.

1.3K 120 71
                                    

Narrado por Juan Pablo Villamil

- Moncho

- Papo, saldremos a tomar una cerveza – hablo por el otro lado del teléfono, suspire – no quiero escuchar un no

- Estas en lo correcto – susurre

- Ira Casandra, al menos puedes pasar el rato

- No tengo ánimos, Simón – me quede toda la tarde pensando en Lía, no sabía por qué sentía que le sucedía algo – de verdad, otro día

- No me dejaras en la puerta de tu casa ¿o sí?

Rodee los ojos cuando escuche que toco el timbre. Maldita sea Vargas, ahora tendría que bajar obligadamente antes de que mi madre grite haciéndome dejar como un niño.

Tome mi chaqueta y baje las escaleras. Simón se encontraba hablando con Bruno muy animadamente.

- Hola – murmuré con una leve sonrisa cuando me puse a su lado

- Villa – bruno me abrazo con fuerza

- ¿Qué haces? – curioso pregunte

- Con tu mama estamos haciendo unas croquetas de verduras – sonrió orgulloso

- Y no sabe lo ricas que son – Moncho le guiñaba el ojo con diversión

- Bueno, nosotros nos iremos – despeine su cabello – compórtate y ve a dormir temprano

- Claro – sonrió – adiós simón

- Adiós bruno – Moncho elevo su mano en forma de saludo y volvió a mí con el ceño confundido - ¿de dónde salió esa criatura?

- Es una larga historia – y hermosa también, pensé

- ¿vamos? – movió sus cejas divertido

Suspire y asintiendo ambos salimos de casa para subir a mi auto porque claro que Isaza y Martin lo dejaron aquí para que me sacara de mi casa. Maneje hacia el bar donde habían quedado. Me mantuve en silencio, aun no podía descifrar que era lo que me sucedía y porque sentía que Lía se encontraba perdida.

Al llegar, Martin elevo su brazo para llamar nuestra atención. Ambos nos acercamos a la mesa, ahí además de los muchachos se encontraban Laura, Kimi y Casandra. Sonreí forzadamente una vez que tomé asiento al lado de Isaza.

- ¿te han sacado de la cama papo? – bromeo

- ¿Por qué la pregunta? – fruncí el ceño

- Por la cara

Reí levemente, no quería levantar sospecha de mi estado de ansiedad.

- Villa – Casandra tomaba asiento a mi lado

- Hola Casi – sonreí

- ¿Cómo te encuentras? No me has llamado en estos días – frunció el ceño

- Anduve un poco ocupado, lo lamento por eso

- Descuida – me abrazo por los hombros y beso mi mejilla – te extrañe

Asentí levemente, no sabía que decirle. Nos habíamos acostado un par de veces, pero, aunque me agradaba no me daba la gana perder la cabeza por ella. No sabía porque no podía ser totalmente yo cuando se encontraba cerca de mí.

- Villa – Moncho llamo mi atención – acompáñame por una cerveza - asentí levemente

- Discúlpame casi – sonreí

¿Que sabrá Neruda? - Juan Pablo VillamilWhere stories live. Discover now