Capítulo 61

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Narra Felipe** 

—Eres idiota, sabes que Meredith te ama— me dice Henry del otro lado de la línea.

Acababa de llegar a Madrid y mi hermano ya estaba molestandome.

—Pero ese tipo sigue apareciendo y...

—Y tú le entregas a Meredith en bandeja. — me interrumpe— ¿No te das cuenta? Tú te enojas con ella, la tratas mal o la ignoras, entonces él aprovecha para consolarla. Si sigues así lo único que lograrás es perderla. ¿Quieres perderla?

—Claro que no quiero perderla.

—Entonces, tienes que luchar por ella. Es obvio que no está enamorada de este Santiago ni le gusta. Pero no debes olvidar que sufrió mucho en la vida y que alguien que no traiga ningún problema, con quien es fácil estar, puede llegar a enamorarla. Y este tipo parece estar esperando a que metas la pata para poder hacer su jugada.

—Necesito tu ayuda, entonces.

—¿Con qué?

—Quiero sorprenderla con algo, pregúntale a Anna qué lugar le gustaría ir a Meredith.

—Espera— dice y escucho como la llama.

—Felipe— dice un poco seca.

—Anna, sé que debes estar enojada conmigo por haber tratado mal a Meredith pero necesito tu ayuda.

—¿Qué necesitas?

—¿Sabes si Meredith quiere conocer algún lugar en particular? 

—¿Qué quieres hacer?

—Llevarla de viaje antes de irnos a Londres, quiero sorprenderla.

—Ya era hora.— suspira— Pueden ir a Grecia, Meredith siempre quiso ir. También puede ser cualquier otro lugar que tenga sol y arena, es lo que más le gusta a ella. No le gustan mucho los lugares fríos.

—Ella vivió en Inglaterra por años, ¿cómo no le gustan los lugares fríos?

—Justamente, le gusta ir de vacaciones a un lugar en el que pueda estar en bikini tomando sol.

—Entiendo, sigo consultando contigo en otro momento. Ahora tengo que ir a una reunión.

—Felipe, ella realmente te ama. No la hagas sufrir más— dice y corta la llamada.

Suspiro, yo tampoco quería seguir haciéndola sufrir. Es sólo que impuse un muro entre nosotros que me está costando muchísimo derribar. Ella no se merecía esto, se merecía todo y yo le estaba dando muy poco.

Entro en una de las mejores joyerías de Madrid, tenía que empezar a remendar mi error y este era el primer paso. Una vez realizada la compra, salgo de la joyería. Ahora si, debía ir a la estúpida reunión. 

Mi celular vuelve a sonar, ruedo los ojos porque seguro que es Henry de nuevo. Aunque me sorprendo al ver el nombre de Elizabeth en el identificador, ¿le habrá pasado algo?

—¿Liz?— pregunto un poco preocupado.

—¡Felipe, algo le pasó a Meredith!— dice llorando.

Mi corazón se detiene un momento, no sé cuánto. Sólo sé que me falta el aire.

—¿Qué pasó?— pregunto con un hilo de voz.

—Estaba hablando con ella por teléfono y de golpe se escuchó un golpe y el ruido de un auto.

—Pero Meredith está en el hospital, quizás llegó una emergencia y no pudo seguir hablando— digo intentando encontrar una explicación lógica.

Un nuevo caminoWhere stories live. Discover now