Capítulo 33

1.6K 73 5
                                    

Me miré en el espejo por décima vez; Mare estaría orgullosa de mí. Tenía un vestido negro largo y lo había acompañado con un collar plateado.

Pero estaba nerviosa; Felipe me había pedido que de un discurso en el evento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pero estaba nerviosa; Felipe me había pedido que de un discurso en el evento. Nunca fui muy buena para hablar frente a muchas personas; me pongo demasiado nerviosa y me olvido de respirar.

No podía decir que no; si iba a ser la futura directora de la fundación, tenía que acostumbrarme a hacer cosas como esta.

Además, hoy le diría a Felipe que quiero estar con él, que no voy a ir a Estados Unidos. Eso me tenía completamente aterrada.

—Está especialmente matadora hoy, señorita Robbins. Los celos le sientan bien.

Reí ¿Celosa yo?

—No soy una persona celosa.

Felipe me miró enarcando una ceja.

—No lo soy— dije no muy convencida.

—Lo que calme tu llanto.

Me acerco a él provocativamente pero pone una mano delante mío, frenándome. Lo miré confundida.

—Si te acercas así, no iremos al evento.

—¿Es cómo en la graduación?

—Peor.

—Era más bonito el vestido en la graduación.

—No te conocía tanto; ahora te deseo más que antes. Si eso es posible.

Me ruboricé.

Salimos del edificio y subimos al auto.

—¿Estarán tus padres?

—No, estaban muy ocupados y no pudieron venir. ¿Estará Victoria?

—Sí, señorita celos.

Le saqué la lengua y reímos.

Llegamos a la casa de los padres de Felipe; nunca había estado aquí y estaba muy nerviosa. Todo estaba muy bello decorado y los invitados vestían costosos trajes y vestidos.

Menos mal que mi madre me había enviado este vestido.

Felipe tomó mi brazo y caminamos por el sendero de rocas hasta la gran mansión.

Aviste a Victoria y rodé los ojos cuando se acercó rápido a nosotros.

—Oh, Meredith, estás bellísima— me dice a modo de saludo.

Hipócrita.

Le sonrío en agradecimiento. Qué falsa eres, Meredith.

—Te pido perdón por todo lo de hoy temprano; me tomó desprevenida toda la situación de que Philip tenga novia.

—No te preocupes— le dije con una sonrisa fingida.

—Felipe, cariño— dice su madre.

La bruja número 1 hacia su entrada, sería una larga noche.

Un nuevo caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora