Capítulo 27: El mago holgazán y la princesa vidente.

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—¡Buenas tardes, mago de la torre!

El muy holgazán ni siquiera se sobresaltó

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El muy holgazán ni siquiera se sobresaltó. ¡Puff! ¡Qué aburrido! Con pereza, se quitó una mano de la cara y la observó con sus ojos color rubí. El corazón de Tatiana dio un vuelco, con ese cabello negro y afiladas facciones, Lucas era un asesino de corazones con mucho potencial para enamorar a todo el Imperio.

Por algo era el personaje masculino después de todo, su atractivo era claramente descarado.

"De Athanasia" se recordó, para guardar la entereza "Futuro esposo de Athanasia"

—¿Quién eres tú? No eres el mana que llame—masculló, sentándose—, bueno, tal vez me sirvas, desbordas hasta el tope, aunque sea de magia tan inútil.

¿Cómo podía hablar de su mana así? ¡Su mana era perfectamente útil para un mago como él!

Ofendida, Tatiana se cruzó de brazos—¿No estás contento con exponer a mis indefensas hermanitas alentándoles a crear criaturas para satisfacer tu hambre sino que también planeas comerte a la heredara al trono? Eres asombroso, Lucas.

Él parpadeó y, sin en verdad turbarse, rió con socarronería.

—Ah, vaya, una Princesa vidente, qué gracioso. ¿Así que eres la hija de quién? ¿Ese flojo de Aetheritas? ¿De Kylium? ¿Cuál inútil Emperador está gobernando Obelia y ha dado vida a una anomalía cómo tú?

¿Hija de Aetheritas? Por alguna razón, eso ofendía a Tatiana pero no lograba recordar por qué.

—Soy Tatiana Day Obelia, hija de Claude Day Obelia, Kylium fue mi tatara tatara abuelo y mi padre es el Emperador que mató a su hermano y padre para librar a Obelia de la magia oscura mientras tú dormías plácidamente en tu torre, sin prestarle atención al reino. Ahora, escúchame bie- ¡Ah!

Tatiana estaba muy dispuesta a darle un discurso a Lucas sobre las cosas que él tendría que hacer y que ella tendría que hacer por el bien de ambos, pero él, tan rápido con falta de consideración, le tomó del mentón y le miró directo a los ojos.

Rojo brillando muy en lo profundo del azul.

La sensación era hipnotizante.

—Eh, hay algo extraño dentro de ti. No es sólo tu mana, acaso...

—He renacido. Dos o tres veces, no lo sé—Taña tomó la mano de Lucas y la apartó, con el ceño fruncido—, tal vez tenga algún propósito más allá del que conozco, pero eso no importa ahora. Lucas, mago de la torre, protector de Obelia, necesito tus servicios para cambiar el destino de Obelia, y evitar que la magia negra tome su curso antes de que haga daño a alguien importante.

Ella utilizó un tono solemne al sostenerle de la mano, casi suplicando, pero Lucas ni siquiera parpadeó.

—¿Y qué ganaré yo?

¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora