Capítulo 47: Una familia maldita.

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Aunque intento investigar sobre los Whestern, todas las respuestas le llevaban a lo mismo. Los Whestern habían hecho algo malo, malísimo, terrible, algo tan malo que no se debía hablar de ello, asunto cerrado, sellado, punto final.

Tatiana casi podía ver la palabra "No pregunte más Princesa" en la cara de todo aquel que le preguntaba.

Ante tal silencio sepulcral por parte de su padre y tutores (además de Félix y Lilian), a Tatiana no le quedó otra cosa que hacer lo usual... saquear los documentos de la biblioteca de su padre.

Lo hizo en la noche, cuando el insomnio atacó, en vez de caminar por allí como una sonámbula, prefirió gastar su tiempo escabulléndose dentro de las bibliotecas de su padre. Aunque Lucas no le había enseñado mucho de magia convencional, le había dejado un truco muy útil para hacerse invisible.

Gracias a ello, pudo abrir la puerta sin que los guardias apostados a cada esquina se dieran cuenta.

Bueno, Lucas, algo bueno debiste de dejar.

Tatiana caminó por la oscura y solitaria biblioteca en plena noche, las sombras rígidas de los estantes proyectándose sobre ella. Normalmente sólo visitaba la sección de asuntos públicos, pero ese día debía de revisar cosas más privadas. Justo al fondo de las sección privada, destinada a los juicios y pronunciamientos de la familia imperial.

Aunque más reducida, la sección era enorme, imposible encontrar en ella un documento en específico sin la ayuda de un guía, pero Tatiana supo enseguida que el documento que necesitaba leer estaba en la esquina de una estantería del fondo, resguardada entre polvo y olor a abandono.

Era un gran tomo de cubierta de cuero azul, en letras doradas titulaba: "Memorias del juicio de la familia Whestern"

Bien, eso había sido más fácil de lo que creyó.

Sentándose en el suelo, Tatiana hizo aparecer una bolita de luz que iluminara y se dispuso a leer. Grande fue su sorpresa cuando abrió el libro y lo encontró vacío.

—Hechizo de confidencialidad—Tatiana suspiró, para su pesar aquel era un hechizo que sólo el propietario de la biblioteca podía revocar.

Tatiana se sabía querida por su padre, pero entrar alegremente a las doce de la noche a la habitación de Claude diciendo "Oye, papi, ¿puedes deshacer este hechizo para leer sobre ese asunto del que tú no quieres que yo sepa?" era sinónimo de un buen castigo.

Frustrada consigo misma, Tatiana hojeó las páginas con resignación. Si tan sólo fuese ella tan poderosa como Athanasia, tomaría esas hojas y probaría su suerte, pero lo más seguro es que con ella las paginas se convirtieran en cenizas al intentarlo.

Bo-ho.

Pero la suerte sonrió al último, si Tatiana no hubiera hojeado por ociosidad las paginas, no se hubiera dado cuenta de que al final del libro había un fragmento sin hechizo.

¡El dictamen del juicio estaba completa y absolutamente legible!

Se abalanzó contra las hojas como un sediento a un oasis.

"Por conspirar contra toda la familia imperial, hostigado a uno de sus miembros hasta el suicidio con el objetivo de derrocar al Emperador y ascender al trono, el antes honorable Marquesado del Norte, la familia Whestern, es condenada al exterminio de todos sus miembros, incluyendo sus hijos y sirvientes. Así mismo, luego de su muerte, se aplicará la Ley del Eterno Silencio, el cual prohíbe la presencia de su nombre y existencia en el Imperio de Obelia."

¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora