Capítulo 9: ¡Hola! ¡Soy tu hermana mayor!

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La noción de que su magia le serviría para muy poco no sólo impulso a Tatiana a esforzarse más en sus lecciones de magia y clarividencia. También la alentó a avanzar con su plan. ¡Tenía que ganarse el cariño de Claude y hacer que Athy también lo hiciera! Sólo así tendría a dos poderosos hechiceros de su parte.

Así que un día cualquiera después de comer con Claude, tomó el paquete que le pertenecía a Athy y a Lilian York, y le pidió a Rimma que la llevará al Palacio Rubí. Rimma estuvo sorprendida, pero no dijo nada, al parecer no estaba prohibido, así que la vistió con su capa para salir y le puso el paquete en las manos.

—¿Está segura de que quiere ir?—preguntó ella, por séptima vez, mientras caminaban por el descuidado camino que conectaba ambos palacios.

—Rimma, al Emperador no le importa.

—Es lo que usted dice, pero yo soy su nana y podría terminar con... ¡Oh! Allí está el Palacio Rubí.

Ver las cosas en la vida real era mucha más impresionante que en un dibujo. La estructura era grande y había flores alrededor, aún lucía hermoso por lo que todavía no se habían robado mucho de él.

—¡Qué bien! Vamos, Rimma, corre.

—¡No! ¡No corra! ¡Princesa! ¡Su vestido!

Rimma era algo rígida, necesitaba soltarse un poco, así que corrió hasta el jardín del Palacio Rubí y se rió cuando la pobre Lady llegó con la respiración entrecortada.

—Debes hacer más ejercicio, Rimma— Tatiana se rió.

Rimma no pudo responderle, dos mucamas cruzaron el pasillo en ese momento y tuvo que recomponerse para hablar con ambas.

—El sol de Obelia brille sobre ustedes. Disculpen, señoritas. La Princesa Tatiana y yo hemos venido para una visita a la Princesa Athanasia.

Las dos mucamas se miraron, nerviosas, y tartamudeando dijeron que avisarían a Lady Lilian enseguida. Aunque no esperaban una visita como aquellas, las llevaron a un saloncito a esperar. Al mirar al techo, Tatiana se dio cuenta de que había telarañas en los candelabros, de hecho ¿no le faltaban un par de joyas a los mangos?

Mmm. Quizás los robos en el palacio Rubi estaban empezando.

De cualquier forma, Lilian York no los hizo esperar. En menos de cinco minutos ya estaba allí y sostenía en sus brazos a una pequeña Athy recién despertada de su siesta. ¡Ah! Cómo bebé era adorable, ya su cabello estaba empezando a crecer y llevaba un vestido esponjoso de princesa.

—Su Alteza, es un placer tenerla aquí—empezó Lilian, ella era tan bonita como se describía en la novela y de seguro se merecía a Félix.

—No. El placer es mío—sonrió Taña, y miró a Athy. ¡Tenía una mirada en su rostro que parecía un poema! Tatiana lo comprendía. Después de todo, ella ni siquiera existía en la anterior novela. La pobre debía creer que estaba allí para hacerle daño o algo así.

—Ésta es la Princesa Athanasia—Lilian le sonrió y extendió los brazos para que sostuviera a la bebé. Con su cabello rubio, ojos de joya y mejillas rechonchas, Athy era el bebé más lindo que había visto.

Y qué sorpresa, ¡ambas llevaban margaritas en los vestidos!

—Hola, Athy—Taña sonrió. Se tomó la libertad de sostenerle una pequeña manito y habló con mucho cuidado—, soy tu hermana mayor Tatiana, sé que no me conoces pero prometo cuidar de ti.

 Se tomó la libertad de sostenerle una pequeña manito y habló con mucho cuidado—, soy tu hermana mayor Tatiana, sé que no me conoces pero prometo cuidar de ti

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Athy frunció el ceño, pero no logró verse más que adorable. Luego balbució: —'ateaña— en vez de "Tatiana" demostrando que entendía muy bien de qué hablaba.

Taña se rió y al recordar porque iba hasta allá, tomó de nuevo el par de paquetes en sus manos para mostrárselos a la bebé Athanasia—¡Ah! Miren, aquí traigo los postres de hoy. Quise traerlos en persona porque tenía mucha curiosidad de ver a Athy.

—¡Los postres!—exclamó Lilian, dejando a Athy en la alfombra para que se sentara—, su cocinero es muy bueno. Desde que los manda la Princesa Athanasia no quiere comer otra cosa.

—No es mi cocinero—se sonrió Tatiana, complacida y halagada por igual—, yo los hago todas las tardes para Athy y para el Emperador.

Lilian exclamó una disculpa y enseguida procedió a halagarla por sus dotes en la cocina siendo tan pequeña.

—No es nada— paró a Lilian, sonrojada. Athy se puso de pie y se aferró a las faldas de Lilian, recelosa. Por supuesto, era normal, la atención de Lilian había sido solo para ella desde hace mucho tiempo.

Sonriéndose, Tatiana se inclinó para extenderle uno de los paquetes.

—Athy, ¿quieres probar? Hoy hice pastelillos de crema y acelga.

Athy se lo pensó, pero al abrir la tapa del paquete pareció que sus piecitos se movieron solos, porque caminó hasta Tatiana y abrió la boca. ¡Que bebé más linda!

Su rostro decía "No creas que por esto confiare en ti" pero los sonidos que hizo luego de recibir el primer bocado fueron muy parecidos a "Te daré la vida por otro bocado, por favor. ¡Más!"

—¿Pueden traerme cubiertos, Lady Lilian? y aquí está su paquete—Por un momento Lilian dudó, pero aceptó el paquete de las manos de Tatiana de todas formas.

—Traeré también la silla alta—incomoda por recibir tanta atención de una Princesa Imperial, Lilian enseguida empezó a hacer uso de su bien sabida eficiencia.

—Entonces déjeme ayudarla—se ofreció Rimma, Lilian agradeció la ayuda extra y Athanasia las vio partir con ojos muy grandes. Cuando se cerró la puerta, la miró fijamente. 

—Bueno, Athy—Tatiana la cargó para sentarla a su lado en el sillón—Antes que nada, no te voy a hacer daño. Sé que es eso lo que estás pensando. "¿Cómo es posible que exista?". Yo tampoco lo cría al principio pero estoy aquí. Entonces: ¡Sorpresa! ¿No es divertido? ¡Tienes una hermana mayor! Yo tampoco lo esperé, pero al parecer tuve muy mala suerte en mi vida anterior y renací, ahora sé que es lo que va a pasar, al igual que tu. ¿Si sabes lo que va a pasar verdad? ¿Tú también renaciste, verdad? ¿Eres Lee Ji Hye, no es cierto?

Athy balbuceó algo parecido a "Sí", así que Tatiana sonrió.

—¡Bien!—aplaudió— Yo también leí una novela, una distinta a la tuya y te tengo muy buenas noticias. No vas a morir, y aún mejor: ¡Vamos a ser una familia! Tú, Claude, Jennette y yo. Todos vamos a ser felices, ese es mi propósito, sé que suena muy bueno para creerlo, pero debes dejar todo en mis manos, sé todo lo qué pasará, por eso me salvé y ahora estoy aquí. Así que, por favor, preocúpate por ser sólo una niña de ahora en adelante, ¿sí?

Athanasia balbuceó algo, tal vez una frase de incredulidad, pero justo en ese momento entraron sus nanas, con la sillita alta y los cubiertos.

Pasó el resto de la visita alimentando a Athy, y recibiendo los halagos de Lady Lilian por la comida. Rimma se jactó largo rato sobre los atributos de su princesa y Taña sólo sonrió.

—Recuerda Athy—le susurró a la bebé al abrazarla cuando se marchó—, sé solo una dulce bebé.

No supo ese día si Athy le creyó pero suponía haber calmado un poco a la pobre niña. Ahora sólo le quedaba averiguar... ¿cómo llevar a Athy al palacio y también llevar a Jennette?

Es más ¿cómo evitar que nada de eso le diera una ventaja a los planes de Anastasio o a los del Duque Alfierce?

Es más ¿cómo evitar que nada de eso le diera una ventaja a los planes de Anastasio o a los del Duque Alfierce?

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Corregido: 02/08/21.

¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora