Capítulo 2: Dos girasoles por una moneda.

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Al poco tiempo después de cumplir cinco años Sonia empezó a toser. Al principio no le prestó atención, pensó que tal vez sería un resfriado, algo leve y sin importancia. Sin embargo, persistió con los meses y luego empezó a agravarse. De esa forma fue cómo Tatiana entendió que el tiempo estaba llegando.

Primero, intento negarse a que pasara.

—Mami, ¿por qué no vas al doctor?—empezó a preguntar.

De todas las veces que lo hacía, Sonia siempre negaba.

—No hay dinero para el doctor—decía—, pronto pasará—y se marchaba a trabajar.

Una semana, la tos empeoró, entonces Taña se armó de valor le preguntó a su madre: — ¿y si vendemos los girasoles en el pueblo? ¿No alcanzará para el doctor y las medicinas?

—No puedo venderlas, Taña, no tengo tiempo.

Era la respuesta de siempre, pero Tatiana tenía una carta bajo del brazo esa vez.

—¡Lo hare yo, mamá! Me cubriré la cabeza con un trapo y no mirare a nadie a la cara. ¿Sí? ¡Por favor!

Sonia estuvo a punto de negarse, pero un ataque de tos la hizo torcerse sobre sí misma. Tatiana tuvo que ayudarla a sentarse y darle un poco de agua del pozo. La mirada que la niña le dio fue suficiente para hacer ceder a Sonia.

—Bien, pero lo harás cerca de mi trabajo y no te moverás de allí por nada. ¿Entendido?

Tatiana estuvo feliz de poder ayudar. ¡Tendría a su mamá para siempre! La mañana siguiente cortaron los girasoles y acompañó a su madre al pueblo. Bajaron por el sendero viejo que se comunicaba con el poblado de Rurna, y agacharon la cabeza cuando algunos guardias imperiales caminaron junto a ellas. Tatiana cargaba cubierta la cabeza para ocultar su rostro y a Sonia no le reconocieron, ya no era la misma muchacha guapa que fue concubina del Emperador.

—Taña, escúchame, venderás a una moneda el par. Y te pararas aquí, justo al lado del burdel. Si alguien te ofrece dulces...

—¡Digo que no!—sonrió.

—Si alguien quiere llevarte...

—¡Grito fuerte!

—Si un Guardia Imperial se acerca...

—¡Huyo!

Sonia le regaló una sonrisa. Aún enferma y cansada, era una bonita sonrisa.

—Taña sabe qué hacer, tengo mi almuerzo en la canasta y si algo malo sucede le diré al vigilante del burdel que te busque. Ve a trabajar, mamá.

Sonia asintió, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Ese fue su primer y último día de trabajo, ofreció los girasoles con voz clara y limpia. Al final del día recibió buena paga por ellos. Todos estuvieron encantados con la niña de los girasoles. Nadie se dio cuenta de sus ojos, y si alguien lo notó, nunca lo dijo.

Cuando la tarde cayó, Sonia salió del burdel.

—¿Los vendiste todos?—preguntó, se veía más alicaída que de costumbre.

—¡Sí! Fueron quince monedas, mamá. ¡Nos sobrará para más pan! Mañana podrás ir al médico.

Como Sarah, nunca creyó que el pan extra sería una alegría. Pero Tatiana hubiese celebrado cualquier cosa con tal de tener más tiempo a su mamá.

—¿Escucharon?—varios campesinos cuchicheaban cuando pasaron cerca del mercadillo.

—¡Sí! ¡El Emperador ha asesinado a todo el Palacio Rubí!

—Se sabía que algo malo pasó, pero ahora dicen que ha asesinado a su única concubina.

—¡Pero ha dejado a una niña! ¡Lo han dicho los nuevos reclutas de la Guardia Imperial!

—¿El Imperio ya tiene heredero?

—¡Qué tiempos tan dichosos y tan sangrientos para Obelia!

—¿Y eso fue hace cuanto?

—Ya varios meses...

—Que desgracia es vivir en Rurna, aquí los rumores llegan tan tarde...

Sonia apresuró el paso y Tatiana le siguió, ella tosía sin clemencia, apartando a Tatiana de las angustias sobre Athy a las de su madre.

No importaba, se dijo. Irían al médico al día siguiente, había alguien más que tendría que cuidar, Athy y Nette no terminarían muertas una tercera vez, si tenían suerte.

Esa noche, Sonia tuvo fiebre y Tatiana tuvo que vigilar su sueño, pasándole compresas frías hasta caer dormida a su lado por causa del cansancio.

En la mañana, amaneció muerta.

En la mañana, amaneció muerta

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Corregido: 01/07/21. Escena extra e ilustración extra disponible en la versión Esmeralda y Diamante del Patreon. 

¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora