𝙏𝙁𝘼𝙏𝘽 | Los días normales en el instituto comenzaron a desaparecer cuando las flores se hicieron presentes en la taquilla de Kim Yein.
El club de música, una pelea con su amigo de infancia y el misterio del dueño de los regalos diarios, darían...
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ㅡYein, ya. ㅡSeonghwa mira a otro lado luego de quejarse y no puedo evitar reírme. ㅡDeja de mirarme así, llevas haciéndolo todo el receso.
Es precioso.
Yunho es el primero en empezar las burlas. ㅡSi quieren les dejamos solos.ㅡdice mientras mete la mano en la bolsa de patatas de Mingi y luego la saca completamente llena. Apuesto a que no ha quedado nada dentro.
Paso totalmente de la forma en la que los chicos han empezado a molestarnos porque Seonghwa ya está callándolos. Y aparte, agradecía de que el tema hubiera cambiado. Ya no soportaba a Jongho predicar todas sus teorías sobre las dos flores que han sido quemadas en la puerta de mi taquilla; la del lunes, y la de ayer. Hoy en la mañana no había ninguna, y tampoco cuando salimos a receso. Me hace pensar que quizás la persona que las pone ha decidido no hacerlo hoy ---por lo que le ha sucedido a las dos anteriores--- o, que Minrae y Jena han preferido arrancarla de cuajo.
Le doy otra mordida a mi sándwich de pollo. Alzo los ojos para ver al gigante frente a mí que ahora se ha puesto a pelear con Mingi porque no le quería dar más frituras. El color azul de su cabello es casi inexistente, es más un rubio muy claro. Quizás debería dejarlo descansar, porque se ve muy seco y no creo que le guste quedarse calvo a los dieciocho.
El rubio a mi lado me aprieta la mano haciendo que lo mire. Señala con sus ojos el zumito frente a él, y entendiendo perfectamente lo que me decía, niego con la cabeza. No tenía por qué dármelo, era suyo. Él no me hace caso, arrastra la cajita por la mesa y lo deja frente a mí.
Ladeo la cabeza y lo miro. Le están creciendo las raíces otra vez, se notan mucho más cuando se peina de lado. Ahora me pregunto cómo se verá con el cabello oscuro, desde que lo conozco es rubio.
ㅡOtra vez. ㅡsusurra y baja la cabeza.
Imposible.
Por fin terminamos de comer. Mingi es el último en tirar los restos de su comida. Nos levantamos y salimos del comedor. Caminamos un poco más lento de lo normal porque aún no sonaba el timbre, así que no nos apurábamos en ir a clase.
Al final del pasillo veo a Moonbin corriendo detrás de Sunha mientras trataba de llamar su atención. Uno las cejas con total confusión y alcanzo a ver como Seonghwa me mira de reojo, seguramente preguntándose si habíamos visto lo mismo. Me abstengo de decir algo, aunque tuviera curiosidad sobre lo que sea que haya sucedido con esos dos.
Estos tres días he tenido una sensación incómoda en la escuela. Como si algo estuviera a punto de pasar. No sé si se deba a lo sucedido en la casa de Wooyoung, o lo de las flores.
Mientras esperamos frente al salón de Mingi, San y Yunho, empezamos a hablar de lo que haríamos en el cumpleaños de Song, que era en unas tres semanas. El pelinegro empieza a dar pequeños saltitos mientras dice todo lo que quiere hacer ese día, como comer helado, ver películas y teñirse el cabello por primera vez en su vida. Todos reímos por su emoción, aunque aún quedaba bastante tiempo para eso.
