𝙏𝙁𝘼𝙏𝘽 | Los días normales en el instituto comenzaron a desaparecer cuando las flores se hicieron presentes en la taquilla de Kim Yein.
El club de música, una pelea con su amigo de infancia y el misterio del dueño de los regalos diarios, darían...
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ㅡ¿Y Sunha? ㅡpregunto al pelirrojo que terminaba de lavarse la boca con agua.
Me muestra la palma de la mano pidiendo que esperase.
Escucho un sonido seco a mi lado. Giro y veo que Seonghwa ha apoyado la cabeza en la pared, quizás demasiado fuerte. Me apresuro a poner mi mano libre entre el muro y él, pero parece darle igual, está tan borracho que ni ha sentido el golpe. Agita el vaso que ha tomado de la cocina ---Porque le han quitado el que dejó antes de empezar a bailar--- y toma más de la bebida que contiene. Yo muevo la cabeza negativamente, no me imagino la resaca que va a tener más tarde, después de darse una buena siesta claro.
ㅡYa, agh, no voy a beber más. ㅡHongjoong por fin sale del baño. Agita la cabeza haciendo que su cabello rojo se alborotara, y luego de dar unos pasos hacia atrás ---por el mareo que le ha dado--- nos mira. ㅡ¿Y eso? ㅡseñala con sus labios las esposas que me mantenían unida al rubio.
ㅡSe han puesto retos y hemos salido perjudicados. ㅡdigo con más indignación que enojo, malditos sean los juegos de Jung Wooyoung para emborrachar. ㅡHay que buscar a Sunha. ㅡmenciono a la castaña porque al momento de ir al sillón donde había dejado a esos dos, no estaba ella ni mi mochila.
Hongjoong indica que Jeong seguramente está abajo, pues no la veía muy dispuesta a subir escaleras en su estado, y yo he concordado con él. El rubio se ha deslizado por la pared hasta poner su cabeza en uno de mis hombros. Ha sido tan fuerte que me ha dolido, pero él sigue sin sentir algo. Hongjoong le mira y hace una mueca.
ㅡ¿Estás bien? Quiero decir, cuerdo. ㅡle pregunto al de pelo rojo con la esperanza de que pudiera ayudarme con Hwa.
Él asiente varias veces con la cabeza. ㅡSí, sí, vomitar hace que vuelvas a la realidad. ㅡdice con algo de asco. ㅡPodemos cargarlo entre los dos.
Habiendo concluido nuestro plan, me muevo para separarme de la pared y eso hace que el rubio levante la cabeza con algo de esfuerzo. Hongjoong se adelanta para ir hacia el primer y yo le sigo, jalando a Seonghwa de la mano porque al parecer no quería caminar. En las escaleras le ayudo a bajar cada escalón lentamente, y él no suelta su vaso para nada. Podría caerse y aun así lo que sea que esté bebiendo no se regaría en el suelo.
Caminamos detrás del pelirrojo que nos abría el paso hasta llegar al conocido sofá cerca de la cocina. Hago que Hwa se siente entre los cojines y él no pone resistencia, agradezco que sea un poco más fácil de manejar que Sunha.
Kim me pregunta dónde encontré a Sunha cuando llegamos, y cuando alzo el brazo izquierdo para señalar la puerta que daba al patio trasero escucho a Seonghwa quejarse por el movimiento brusco. Se me olvida que estamos esposados.
