𝙏𝙁𝘼𝙏𝘽 | Los días normales en el instituto comenzaron a desaparecer cuando las flores se hicieron presentes en la taquilla de Kim Yein.
El club de música, una pelea con su amigo de infancia y el misterio del dueño de los regalos diarios, darían...
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Luego de que Sunha pudo calmar su llanto gracias a mis palabras que buscaban reconfortarla, pudo contarme lo que había sucedido.
Había tomado el valor de hacerle saber a Wooyoung que le gustaba, y eso conllevo a que viniera a la fiesta aun cuando no había sido invitada ---como Seonghwa y yo---. Se obligó a beber un poco de lo que estaban repartiendo en la cocina para tomar valentía, pero no contó con que su poca experiencia con el alcohol le jugara en contra. Estuvo un rato bailando en la casa, y cuando por fin encontró a Jung, estuvo a punto de acercarse hasta que lo vio con Jena. No me especificó exactamente qué estaban haciendo, pero por su reacción supongo que mínimo se estaban besando. Por supuesto ella se echó para atrás, y con los ánimos otra vez en el piso, logró de alguna forma venir al patio trasero.
Su celular estaba al fondo de la piscina, se había caído mientras hablábamos por llamada y por eso se cortó la comunicación. Gracias a el agua limpia y clara podíamos ver el móvil, pero obviamente ninguna de las dos iba a meterse. Nuestra única opción era pedirle a Wooyoung que la próxima vez que usara la piscina lo sacara.
Aunque no creo que vuelva a prender.
ㅡPodemos intentar meterlo en arroz. ㅡes lo único que se me ocurre decir luego de que ella se preguntara en susurros cómo iba a arreglarlo.
Sunha suelta un suspiro ruidoso. ㅡNo sé si sirva de mucho...
Nos quedamos otros minutos en silencio.
Sabía muy bien que no había ninguna forma en ayudarla a sentirse mejor luego de lo que ha pasado todo este tiempo, y con lo de ahora, menos. Me sentí culpable de haberle dado falsas esperanzas, pues en mi intento de no verla mal, le hice creer que quizás tendría una oportunidad con Wooyoung cuando yo ni siquiera estaba segura de eso. No sé qué hubiera pasado si Yunho y yo en vez de alentarla, la hubiéramos frenado.
ㅡDeberíamos ir a casa, Sun. ㅡhablo en voz baja al recordar que ambas llevábamos un buen rato aquí afuera, más de media hora, y cada vez era más tarde. ㅡSon más de la una de la madrugada.
Veo de reojo como niega con la cabeza y eso me hace girar a verla. Tiene las cejas unidas, podía ver eso gracias a que su flequillo estaba dividido por la mitad. ㅡSinceramente, por primera vez en mi vida prefiero seguir emborrachándome.
La veo levantarse y se tambalea directo a la casa. Tengo que tomarme unos segundos para quitarme de encima todos los errores que cometí para empujar a la Jeong hasta aquí. Tomo mi mochila y me la coloco rápidamente para luego ir tras ella. La alcanzo cuando ya ha llegado casi a la cocina, me agarro de su brazo para no perderla y le grito en el oído ---para que me escuchara--- que en la mañana me iba a agradecer si la llevaba a casa, pero ella insistió en que quería seguir tomando.
