𝙏𝙁𝘼𝙏𝘽 | Los días normales en el instituto comenzaron a desaparecer cuando las flores se hicieron presentes en la taquilla de Kim Yein.
El club de música, una pelea con su amigo de infancia y el misterio del dueño de los regalos diarios, darían...
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Lunes, soleado lunes. Me despertó una llamada de Yunho diciéndome que no iría a la escuela, se había enfermado después de haber salido a comer con Mingi el día anterior. Me desanimé un poco luego de entender que tendría que ir a la escuela sola, pero luego al ver la hora y notar que iba tarde se me quitó todo el sueño. Antes de correr fuera de mi habitación le escribí a Song y no respondió, supuse que no se despertará en muchas horas. Bueno, son tres menos, contando a San que seguía de viaje y no volvía hasta esta noche.
Golpeo la puerta del baño para decirle a Dein que se apurara, y no dejé de insistirle hasta que salió en toalla. Lo empujé lejos y entré lo más rápido que pude para ducharme.
Mi mamá grita desde abajo despidiéndose, y eso significa peligro, porque ella siempre sale hacia el trabajo después de mí. Intento apresurarme lo más que puedo mientras me coloco el uniforme, y tengo que peinarme el cabello con los dedos porque no encontré mi cepillo. Corro escaleras abajo para ponerme los zapatos y salir de casa sin siquiera despedirme de mi hermano o comer algo.
Unos veinte minutos después, me encuentro con la puerta de la escuela aún abierta pero totalmente despejada de alumnos. Por primera vez en mucho tiempo entré sola, sin ninguno de los chicos. Subo las escaleras tan rápido que como es de esperarse casi tropiezo, y sin distraerme corro a golpear el salón de clase que ya estaba cerrado. La maestra de cálculo está escribiendo cosas en la pizarra y no parece tener intenciones de abrirme.
En efecto, no me abre hasta veinte minutos después.
Entro con la cabeza baja y diciendo buenos días y algunos compañeros me responden. ¿Jongho no ha llegado? Eso parece porque no lo veo por ningún lado. Me siento en nuestra mesa y abro la libreta de la clase para anotar rápidamente lo que dice la profesora, aun cuando ya estaba perdida en el tema que explicaba.
En medio de unos ejercicios saco mi celular y le escribo al pequeño Choi. Por suerte no tarda mucho en responderme. Me dice que se ha quedado dormido porque estuvo jugando toda la noche con Sanha, el chico del que se hizo amigo en el festival de la universidad. Le digo que no le iba a prestar mis apuntes y cuando veo que está mandando un audio, seguramente quejándose, guardo mi teléfono para seguir haciendo la actividad.
Después de varias horas el timbre por fin suena. Todos nos levantamos para ir al receso, y yo tardo un poco más en salir pues he aprovechado para pedirle la libreta a Hayeong para adelantarme.
Cuando por fin salgo del salón, voy directo a mi taquilla para despegar la flor de hoy y guardarla dentro. Luego camino hacia el salón de Hongjoong y Seonghwa, pues era extraño que aún no hubieran salido. Me asomo un poco a la ventana de la puerta y los veo a todos concentrados en una hoja, estaban en exámenes.
