Capítulo 25

4.7K 363 109
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Recuerdo cuando era un niño, siempre había deseado tanto ser adulto para poder realizar cosas que solo las personas mayores de dieciocho podían hacer.  

Qué verdadera tontería. 

Debí tomar más en cuenta que el ser adulto será una de las etapas más difíciles de mi vida, aunque siendo sincero desde que tengo quince mi vida se complicó en el momento menos esperado. En fin, ya no hay marcha atrás. 

El despertador de mi teléfono comienza a sonar sin cesar, en cuanto abro los ojos lo tomo y desactivo ese molesto sonido que me ha despertado muy temprano. No sé porque tuve la genial idea de despertarme tan temprano en este día. Primero de febrero, el día de mi cumpleaños. Suelto un largo suspiro de tan solo pensar y recordar cada unas de las cosas que me han sucedido en los últimos meses. Es imposible creer que he tenido más problemas que un adulto promedio.

Escucho que alguien toca la puerta de mi habitación, tal vez sea mi madre con un clásico desayuno de cumpleaños. Doy la indicación que puede entrar, pero se trata de mi hermano, su rostro refleja seriedad, más bien algo de preocupación. Algo malo sucede o es lo que quiero imaginar por la expresión que lleva en su rostro.

—¿Sucede algo malo? —cuestiono mientras lo veo entrar a mi habitación, sigo acostado y lo veo preocupado.

—No son buenas noticias. —Por la posición que tiene, ambas manos hacia atrás, creo que es algo muy serio.

—¿Qué es lo que pasa? Habla, no te quedes callado. —Trato de levantarme, pero él me da la indicación que permanezca en la posición en la que me encuentro.

—Creo que el día de hoy, alguien saldrá herido. —Eso me ha confundido más de lo que ya estaba, no comprendo absolutamente nada de lo que trata de decirme.

—Pete, no entiendo. —Lo vi fijamente al rostro, su expresión de preocupación cambio poco a poco a una risa malévola. 

En un movimiento rápido, sacó entre sus manos una bolsa de harina y me la arrojó al rostro. Además, también cayó sobre mi cama, quedando todo de color blanco hasta el piso. 

—¡Feliz cumpleaños, querido hermano! —Soltó una carcajada mientras se acercaba a la salida de mi habitación, comienzo a toser un poco y a sacudir el exceso de harina en mi rostro.

—¡Eres un maldito, Peter! —Me levanté de un brinco y comencé a perseguirlo hasta la planta baja de la casa, hasta que lo alcancé en la sala de estar. Ahí se encontraba Zach viendo el noticiero. Empezamos a forcejear y él solamente nos veía con atención.

Lo sujeté por la espalda y lo abracé con fuerza hasta arrojarlo al suelo mientras doblé hacia atrás uno de sus brazos, como lo hacen los luchadores.

—Deryck, ¡me estás lastimando!

—Eso lo hubieras pensado antes de arrojarme harina al rostro. —No estaba aplicando toda mi fuerza, pero Pete es tan quejoso que al primer dolor insignificante comienza a llorar.

Roces accidentales [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora