Capítulo XXXVIII (Pasado De Yelica - Parte XIV)

Comenzar desde el principio
                                    

Lucerna analizaba con atención las palabras del rey Salomón  mientras se frotaba las manos con histeria.

Al pensar rápidamente las palabras del rey, esta se acercó a él inclinándose.

- Le prometo lealtad a cambio de protección.

Mirtho observaba como todos se doblegaban ante el miedo. No esperaba que aceptarán tan complacientemente tal decisión.

- Esta decisión podría traer problemas en nuestra creciente economía - Mirtho no sabía que aportar para hacer entrar en razón al congreso.

- Las regiones pequeñas no se dividirán ya que será más fácil controlar estas peligrosas uniones - Respondió Frissa - Y se realizarán controles en las regiones mas grandes, las ciudades serán divididas manteniendo alejados los elementos, de esa forma podremos controlar rápidamente la reproducción de estos seres sin afectar el comercio.

El sudor no dejaba de correr por la frente de Mirtho, era evidente que todo había sido pensado con tiempo para evitar una estrategia con errores.

- La estupidez no es una característica que me identifique - Emitió mirando a los congresistas inclinados ante los reyes - Aún llevando a cabo una votación la decisión esta ya muy clara - se inclinó ante los reyes - Me retiraré Altezas.

Abandono el salón intentando digerir la despiadada decisión. Intentaba no imaginar el futuro ya que las ideas que se le presentaban no eran nada alentadoras.

Sin perder el tiempo, Mirtho se apresuró a las caballerizas del castillo.

- ¡Señor! - Se inclinó levemente el elemental encargado del cuidado de los animales - ¿Ya ha acabado la gran reunión? - Se atrevió a preguntar con nervios.

Mirtho lo miro un instante perdiéndose unos segundos en sus pensamientos.

- Si ya todo terminó - Logró responder con amargura.

Sin perder más tiempo tomó un caballo y se dirigió a gran velocidad en dirección al bosque del norte.

Seryna recogía las armas para practicar mientras esperaba las noticias de Will y Gafet. Levantó la mirada y notó que uno de los jóvenes reclutados recientemente se escabullía entre las sombras. Seryna lo siguió silenciosa y lo vio internarse en el bosque. En cuestión de segundos la ninfa del norte estaba junto a ella.

- Es la tercera vez que lo veo actuando así - Le reveló la ninfa a Seryna.

Está se giro para mirarla nerviosa.

-¿Por qué no me lo habías dicho? - Estaba intentando controlar sus emociones.

La ninfa permaneció inexpresiva.

- No quería decir nada hasta descubrir que tramaba - Miró a Seryna.

En instantes la ninfa pareció desvanecerse en el suelo mimetizándose en el.

Seryna sabía lo que tramaba por lo que siguió al chico y como lo temía ya la ninfa lo tenía entre sus enredaderas.

Seryna se acerco con una mirada intimidante.

- Ahora me dirás que hacías - Le exigió feroz.

El chico apenas si podía incorporarse. Intentó tomar aire con dificultad ya que las enredaderas lo apretaban cada vez más.

Intentaba con desesperación arrancarse del cuello las terribles plantas pero parecía ser a penas un adolescente y su habilidad en batallas cuerpo a cuerpo con una criatura mística eran evidentemente deplorables.

Libro 2 - Los Elementales - ♨El secreto de los espíritus❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora