Hermoso, Coqueto y Vanidoso•||(Vhope)Trilogía Herederos Kim

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Esa noche habían acudido a la fiesta de aniversario muchas de las familias de renombre. Suran fue la única representante de su familia que acudió a la celebración, sus padre estaba tan indignado que se negó rotundamente a asistir. Pues la invitación de Jung Hoseok era una cachetada descarada.

Suran jamás olvidaría la cara de su padre aquel domingo, después de que Hoseok abandonara el restaurante en el que se reunieron para discutir por fin el asunto de su compromiso. Su padre estaba convencido de que Hoseok aceptaría la unión. Incluso mandó a iniciar los preparativos para la fiesta de compromiso.

—Jung Hoseok pasó mucho tiempo unido a un omega problemático, tú debes ser recatada y dulce, querida hija. Enséñale que tú eres mejor.

—Papá, escúchame, él ya me rechazó.

— ¿Te rechazo? ¿Entonces, porque se reúne con tu padre sabiendo lo que quiero de él?—El viejo alfa estaba complacido consigo mismo. —Mi hija, mi querida hija casada con el heredero del grupo Jung. ¡No puedo pedirle más a la Sagrada Luna!

Suran no guardó muchas esperanzas, aunque era difícil no contagiarse con el optimismo de su padre. Le dolía que su padre fuera a estar decepcionado en unas horas.

Y así fue.

Una sola frase fue suficiente para romper las falsas esperanzas de su padre y de paso las suyas de que podría estar al lado del alfa que deseaba.

—Debo disculparme por ofender a su familia. — Con una mirada decidida y sin ningún tipo de pesar, Hoseok había dicho; —Pero no puedo aceptar la mano de su hija.

Una simple fase fue suficiente para desatar la cólera de su padre.

— ¿Dices que mi hija no es digna de ser parte de tu familia?

—Suran es una mujer maravillosa. Y estoy seguro de que alguien va a amarla en el futuro. Pero yo no podré hacerla feliz. —Hoseok se levantó de la mesa y, tras inclinarse respetuosamente, se marchó.

Y con él todos los años de amistad que compartieron. Era imposible mantener una relación cercana después de esto.

— ¡Ese bastardo!

El padre de Suran se quedó maldiciendo pero la omega ya no escuchaba nada.

Poco después llegó la invitación para el aniversario del Hotel de los Kim. Era una ofrenda de paz por parte de Hoseok, deseaba que los grupos de ambas familias no quedaran enemistados.

—No asistiré. —Su padre estaba rojo de la cólera al ver la invitación. — ¿Los Jung son estúpidos? ¿Creen que esto compensará el desaire de haberte rechazado en matrimonio? ¡Nos han humillado!

—El compromiso del que tanto hablas, eran solo tus ilusiones puestas muy en alto, padre.

—¿Mis ilusiones? —El alfa estaba furioso. — ¡Todo el mundo sabía que esta unión tenía que pasar tarde o temprano!

—¡Pues tienes que aceptar que no será así! —Suran gritó, por primera vez perdió los estribos.— ¡Me lastimas cada vez que lo mencionas! Yo soy la incompetente que no pudo complacer a su padre. ¡También tengo emociones y me duele su rechazo! ¡Todo es culpa tuya por hacer que mis ilusiones crecieran!

El alfa la abofeteó por levantarle la voz.

—No eres la única persona atada al peso de un apellido.

Crecer en una familia estricta, que mide tus pasos a futuro, terminaba matándote. Hoseok y ella siempre fueron iguales, pero él encontró la valentía para liberarse.