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En la oficina de la Galería, El Director Cha estaba entrando en pánico al ver que ni el arquitecto ni su artista regresaban.

—¡Esto es un desastre!—Murmuraba el Director mientras caminaba de un lado para otro frente al ventanal.—¡Nunca debí hacerte caso! El Alfa Jung tiene razón. ¡Mira que insultarlos a ambos con estas artimañas! Como si toda Corea no supiera que terminaron su relación en medio de escándalos. Debi ser honesto con los dos, explicarles necesitábamos que trabajaran juntos...

—Tranquilízate, volverán.

—¡Cómo puedes estar tan tranquilo! ¿Acaso no te has dado cuenta? El Presidente de Corea, en persona, me encomendó este proyecto y solo tengo seis meses para entregarlo terminado y en marcha. ¡¿Quieres decirme cómo le voy a explicar al Presidente que me quede sin artista y sin arquitecto porque nos empeñamos en armar un show mediático?!—El Director Cha quería vomitar, estaba verde y se sujetaba la cabeza como un loco en una clínica de salud mental.—Voy a perder mi puesto, mi familia será deshonrada...

El Ministro rodó los ojos.

—¡Ya deja de caminar, estás haciendo una zanja en el suelo!—El viejo omega sacó su celular del bolsillo y marcó, al escuchar la voz de la secretaría, exigió:—Con el Presidente.

El Director tuvo un mini infarto, se asustó tanto que si en realidad hubiera hecho una zanja en el suelo, habría pedido que la cubrieran de nuevo y lo enterraran ahí mismo.

—¡¿Cómo puedes llamarlo justo ahora?!

Pero el Ministro de Cultura no estaba llamando al Presidente de Corea, estaba hablando con alguien más importante.

—¡Muchas gracias, maldito culo arrugado!—Gritó el viejo omega hacia la persona al otro lado de la línea.—¡Claro que hice lo que me pediste y fue un fracaso! ... ¡Se pusieron a discutir, pues que esperabas!... No, no los voy a espiar.—Pero mientras lo decía, el viejo omega ya estaba asomado al ventanal.

El Director Cha resurgió de su zanja en el suelo para sentarse y observar al Ministro con confusión, definitivamente no estaba hablando con el Presidente del país.

—¿Con quién rayos estás hablando?

El Ministro lo ignoró mientras seguía al teléfono.

—Si, el cachorro Kim le está gritando mientras llora.... aja... el alfa Jung le acaba de decir algo que no le gustó... ¡Ay, no! Tu nieto se fue y el cachorro Kim está llorando... ¿Cómo que eso era exactamente lo que esperabas que pasara?—El omega negó con la cabeza.—No se por qué te estoy ayudando en esto.—Se quedó escuchando un rato.—Es mejor que tu plan funcione y esos dos quieran trabajar juntos, o vas a tener que explicarle al Presidente de Corea, en persona, porque uno de sus más grandes proyectos de este año fracasó... ¿Que el Presidente puede besarte el que...?¡Maldito desgraciado!—El omega soltó una carcajada.—Bien, bien. Te mantendré informado, adiós.

Cuando la llamada termino, el Director Cha espero a que el Ministro dijera algo, pero solo suspiró y no dijo nada. El Director Cha tiró de sus implantes capilares otra vez.

—¿Y bien?

—Ah, hablaba con un viejo amigo. —El omega le restó importancia al asunto con un gesto de la mano.—Esos dos querrán trabajar juntos, tendrás a tu equipo listo para la próxima semana, no te preocupes.

—No sé cómo vamos a lograr semejante hazaña.

—Tu solo mantén esa cara de angustia cuando el pequeño omega Kim regrese y ya verás.

—¿Cara de angustia?—El Director Cha estaba pálido, con náuseas y los ojos bien abiertos.

El Ministro aplaudió.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso•||(Vhope)Trilogía Herederos KimNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ