El cielo es el límite, Min Junghyun

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—Dime otra vez porque no quieres ser mi Sugar Daddy, Presidente Min.

El Abuelo Min miró al beta francés como si le hubieran salido tres cabezas.

—¡Deja de molestarme, cachorro!—Gruñó el viejo, enojado.—¡Tienes la misma edad que mi nieto mayor!

—Ya caerás.

—¡Cachorro,insolente!—El alfa estaba verdaderamente molesto.—Ten un poco de respeto por ti mismo. ¿A donde va a llevarte esa actitud?

—¡Si fuera omega no dirías lo mismo!—Luca le sonrió mientras le apretaba las mejillas.—¡Me encantas!

¡El poderosisimo abuelo Min estaba mudo de la impresión!

Desde su llegada a Corea, Luca encontró un nuevo pasatiempo. Molestar al imponente e imperturbable abuelo Min. Descubrió que debajo de esa actitud intimidante que mantenía por ser el líder del Grupo Min, el anciano era una masita de amor y era demasiado fácil hacerlo sonrojar. Con el abuelo Min se cumplía el dicho de "su ladrido es peor que la mordida". Era por eso que sus nietos omegas lo amaban tanto, a pesar de que los regañara, todo lo que hacia era por su bienestar. Luca estaba enterado de que el abuelo era todo un romántico empedernido, según lo que Jimin le contó, él fue el encargado de unirlo con su alfa nuevamente, y al parecer, también fue el encargado de unir a Tae y al alfa Hoseok en el proyecto de la Galería.

¡Tremendo el abuelito!

Las personas tenían múltiples maneras de demostrar su cariño y entrometerse era la de él.

Cuánto había anhelado Luca que alguien se preocupara por él.

Luca tenia un pasado algo turbulento que no deseaba recordar. Desde muy pequeño siempre estuvo solo y quizás por eso no tuvo límites en cuanto a su desarrollo. Sin padres que lo guiaran, o hermanos y demás familia en quien confiar, creció siendo un alma libre y sin un destino. Aprendió a pelear para sobrevivir y eso se reflejaba en la locura de su carácter. Cuando conoció a Kim Taehyung vio a otra alma perdida.  Ahora, tiempo después, Taehyung era uno de sus mejores amigos. Luca le tendió una mano cuando no tenia un lugar a donde ir y también le dio la oportunidad de salir del sufrimiento que lo consumía, y es algo que Tae recordaría siempre. Los Kim, como pronto descubrió, eran personas muy cálidas que protegían con mucho recelo su núcleo familiar. Por lo tanto, ser amable y preocuparse por Tae, y en parte salvarlo, le abrió las puertas de la familia. A él, un beta que jamás tuvo un lugar al cual pertenecer.

Por supuesto que no hablaba en serio al pedirle que fuera su Sugar Daddy, y no porque el alfa no fuera apuesto, porque el alfa era como los buenos vinos, entre más años mejor. Luca solamente adoraba sacar de quicio a los demás.

Por eso, cuando el abuelo Min lo empezó a regañar, Luca se sintió lleno de calidez. Nunca nadie se había preocupado por él. Y esa era la bendición de tener una familia.

—Sé perfectamente que en Europa las costumbres son muy distintas, pero en Corea tienes que mostrar respeto.

¿El mismo anciano que consintió a un par de omegas promiscuos y revoltosos le estaba dando clases de moral?

—¡En fin, la hipocresía!

—¿Que dijiste?

—¡Dije que me voy a comportar!

—No te metas en problemas, no quiero más hijos de embajadores llorando porque les arrancaste el cabello.

—¡Estaba defendiendo a tus nietos!

—Ahora eres uno de ellos, compórtate como tal. ¡Y no seas una mala influencia para Jimin y Taehyung! Sabrá la luna que esos dos no necesitan demasiada persuasión para meterse en problemas.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso•||(Vhope)Trilogía Herederos KimWhere stories live. Discover now