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El viejo Sunying llevaba años acompañando a los cachorros Kim como su chófer. Estuvo con ellos cuando Namjoon llegó a la mansión de los Kim junto a su madre, trajo del hospital al travieso Taehyung que no dejaba de llorar para que le cambiaran el pañal y fue testigo de como el pequeño Jimin daba sus primeros pasos rodeado del amor de sus hermanos, a pesar de ser el que menos disfruto de tener a sus padres, el pequeño creció muy bien.

El anciano Alfa aún recordaba las épocas oscuras que atravesaron al principio. Para el joven amo Namjoon fue difícil acostumbrarse a la nueva realidad de vivir en una casa enorme en la que a menudo se perdía y terminaba llorando. El primer cachorro fue el ensayo y error para los Kim. Cuando estaban un poco más estables, emocionalmente, la luna les concedió a Taehyung. El omega fue quien más disfruto del amor de sus padres, pues en la rebosante alegría de aquellos días de tranquilidad, el matrimonio Kim parecía ser sólido y feliz. El pequeño castaño creció siendo un travieso y revoltoso por naturaleza. La adorada ama Kim, amó y consintió a sus dos cachorros todo lo que pudo. Desafortunadamente, los problemas resurgieron en el matrimonio por nuevos escándalos y en medio de alegatos y reconciliaciones, llegó el pequeño Jimin. Lastimosamente, la omega Kim no resistió el parto y nunca pudo conocer a su cachorro. Sunying recordaba que tras eso, el presidente cayó en una depresión mortal. Se negaba a ver a sus hijos y el grupo Kim empezó a desmoronarse. Hasta que una noche, mientras Sunying lo transportaba de vuelta a la mansión, el joven alfa encontró una de las mantas del bebé escondida en los asientos traseros.

—Ya te dije que limpies el auto después de que los cachorros se transporten.

—¡Así que ahí fue donde la escondió! Lo lamento, señor. No volverá a pasar. —Se disculpo, el no tan anciano en aquel entonces. —Nani los llevó por un helado hoy por la tarde y no tuve tiempo de recoger sus cosas. El amito Taehyung es muy inquieto y le oculto su manta al pequeño Jiminie. Fue un caos. El amo Namjoon empezó a regañarlo mientras Nani intentaba calmar al cachorro. En cuanto volvieron a casa olvidaron el problema y fueron a jugar. Pero a mi me dejaron sordo por los chillidos y las risas.

El presidente Kim le dio una mirada fría a través del retrovisor.

—¿Acaso te pedí que me dieras un informe al respecto?

—Pues buena falta que le hace.

—¿Discúlpame?

Sunying no era de guardarse sus opiniones. Y si le costaba el empleo, poco le importaba.

—A mi señora no le gustaría nada saber que ha desatendido a sus hijos.

—Mis hijos están al cuidado de una niñera. Pago para que se les supervise.

—¿Y con que dinero piensa pagar una vez que se vaya a la quiebra?

—Estas pasando los límites, te lo advierto.

—¡Y a mi que me importa! ¿Ya se olvido de que primero trabaje para su padre? He visto como la niñera le cambiaba el pañal ahí, en ese mismo sillón, y ahora me viene con amenazas.

—Sigo siendo tu jefe.

—Y también un alfa negligente. Su compañera se fue. Es terriblemente doloroso, siente que está a punto de morir y aún así no lo hace. Es una agonía, lo sé. He pasado por eso. Y déjame decirte, alfa arrogante, que ese dolor jamás va a disminuir. Es por eso que las parejas ancianas mueren casi al mismo tiempo, la tristeza del lazo roto los mata. Pero tu tienes tres responsabilidades que dependen de ti. ¿Quieres a tu compañera de vuelta? Ya no es posible. Pero esos tres cachorros que tienes son una parte de ella. La parte más importante en la vida de mi amada señora Kim.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso•||(Vhope)Trilogía Herederos KimWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu