Y llegó el día ocho.

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P.O.V Santiago

Me levanté con toda la cara tapada con el pelo. Parecía el dibujo animado de Grease al principio, es decir, una maraña de pelo. Me duché rápidamente, cuando salí de la ducha empecé a vestirme. Había pasado solo un día sin hablar con ella, lo que me resultaba extraño, estaba tan centrado en escribirla, en mandarla indirectas e incluso decirla de quedar que parecía que me faltaba algo si no hablaba con  Yaiza ni un minuto. 

Llegué al instituto con mi hermana melliza Sam. Nos habíamos mirado mal, como casi siempre hacíamos. Ella tan... Pija y yo tan... No sabría describirlo.

Andaba por los pequeños pasillos del pequeño instituto de la ciudad. La gente solía decirme que me movía con gracia y con un movimiento de hombros muy "Heavy" aunque yo no me daba cuenta. Mis vaqueros ajustados hacían contraste con mi chupa de cuero negra y con mis mejores amigas, las mejores gemelas del mundo, mis botas Doctor Martens negras, (Me había sido chungo encontrar la pasta) que centelleaban por los pasillos. Se cruzó una choni y me miro de arriba a abajo, Tal vez su moño le cortaba el riego al cerebro(si tenía) y no sabía quien era la que había en el espejo cuando se miraba. Prefería tener personalidad propia. Por ello me retiré el pelo rizado de mi ojo izquierdo y se lo guiñé. La choni abrió la boca,subió la nariz y cerro los ojos lentamente. Luego se fue corriendo. Seguí andando hasta el final del pasillo. Donde en la escalera de incendios nos reuníamos Heavenly Fire. Jorge, cuyo pelo antes era negro carbón y melenazo, ahora yacía sobre un escalón de color cobre sucio con la cabeza rapada y una cresta que llegaba a África azul celeste en la raíz que llevaba un degradado a azul marino. Me quedé flipando al verlo. ¿Qué clase de tipo "Chungo" que tocaba en una banda de rock llevaba el pelo así? Por otro lado solo habían llegado él y Alex. Alex llevaba unas ojeras que llegaban hasta el suelo e iba muy colgado. Fumado... Me dije con aire de superioridad. En ese momento me acordé de las coñas con Yaiza Choni y Hippie y ligeramente sonreí. Otro idiota más entraba por la escalera de incendios. Pablo, que antes era más friki que yo, vestía con cadenas en los vaqueros. "La madre que los parió a todos..." pensé. 

El día seguía su curso y seguía sin ver a Yaiza. En el patio me había parecido haberla visto, pero al segundo se me apareció Lea y la perdí. 

Lea era mi "amiga" o eso pensaba ella. Era más bien mi acosadora personal instantánea. La saludé con un movimiento de cabeza hacia un lado y seguí andando. 

El día había acabado y al salir hacia casa con mi hermana iba con la cabeza gacha. Nadie pareció notarlo, tampoco pretendía que lo hicieran porque era mi forma de andar normal, a mi rollo. 

Llegué a casa y me puse a tocar la guitarra en el garaje. No como en las películas, un garaje privado,no, este era del de debajo de mi piso. Solían decirme que mi "música estridente" podía molestar a todo el barrio. Já, ni que yo me quejara cuando la vieja veía el Sálvame limón y Sálvame Naranja a todo volumen porque no había conectado bien el sonetone. En ese momento me puse a ensayar una de Fito y Fitipaldis. Pensé en Yaiza y su pasión por ese hombre. Entonces, se me ocurrió. Ya sabía dónde llevarla y no, no era al concierto con Mark Knopfler.

Que sea para la eternidad.Where stories live. Discover now