Que sea para la eternidad.

Gorka

Tenía claro que ni por un millón de cosas cambiaría a Santi. No me sentía rara estando con el cada vez que quedábamos, o cuando le veía en el instituto. Era muy natural para todo. 

Llamaron al timbre de mi casa. Victoria había venido a verme  para más tarde salir a dar una vuelta. Ese viernes no había podido quedar con Santi. Su cumpleaños fue hace muy poco y como regalo de 18 cuampleaños pidió a sus padres hacerse su primer tatuaje. La semana pasada me explicó lo que se quería hacer y por qué. Había decidido hacerse una brújula en el antebrazo derecho. Me contó que se quería hacer eso porque el norte marcaba su frialdad y su parte de persona adulta. El sur para la diversión y la brújula en sí para recordarse día a día que la vida seguía y que algún día dará con su fin pero mientras tanto tenías que seguir tu camino. 

Le conté las pocas cosas que habían pasado durante esa semana a Victoria, tambíen mensajes de Santi depués de quedar con el al estilo: "Me siento a gusto contigo" o "Quiero volver a verte para poder sentir esa sensación de libertad incondicional junto a ti". Entre las miles de tonterías que habíamos hecho en una hora, le di paso a la parte importante.

-Te tengo que contar una cosa, tía-¿Demasiado cortante? 

Por su cara si.

-¿Qué ha pasado? ¿Te ha hecho algo? ¿Lo mato?

Puse los ojos en blanco. 

-Tía, no te ralles. A ver, lo que te quiero decir es que me empezó a seguir uno en Instagram. Se llama Gorka y va a mi instituto.

-Yaiza, como me digas que has plantado a Santi te voy a llamar cabrona por toda la cara. 

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-(Lo había gritado mucho, menos mal que estábamos solas en casa)-A ver, trrronca, calla y escucha. Eres una brasas. Lo que te digo, que me habló y me dejo su número sin que yo se lo pidiera ni nada. Todos los días me ponía: Yaiza?, ¿Estás ahí? ¿Me vas a hablar?, Hola. Entonces, tía, me dio pena y le hablé pero no respondí a nada. Entonces el otro día en el instituto me dice una amiga: "Yaiza, ¿Como es que has quedado con Gorka para ir a Madrid?" Yo flipando. Y la conté que era mentira y todo y ayer se lo dije a Santi por mensajes. Bueno, me respondió. "Me estaba cagando en todo, menos mal que no es verdad" Me contó que en su grupo de amigos lo estuvieron diciendo y el se ralló y fue a llamar al Gorka este pero no se lo cogió. "Te juro que le partía las piernas" me dijo, y yo meándome de la risa. 

-¡Qué dices!-Sé empezó a reír como nunca.-Yaiza, Que puto morro tienes. Tienes a un machomen comiendo de tu mano. Que injusto. A mi qué no me habla en el colegio y todos los días por mensajes si... QUE MORRO.

La sonreí un poco. En realidad me daba pena, despúes de ese viaje que hizo había conocido a uno más mayor que ella y le empezó a gustar. Ahora estábamos las dos a la espera de que cortara con la novia.

-¿No querías bajar a comprar las medias para el carnaval ese de tu cole?

-Si, vamos.