San Valentín

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San Valentín. Vaya mierda de día. Siempre lo paso sola, con mi caja de bombones... Ah, no. Este año era peor. Me tocaba vomitar arco iris. No era que no quisiera a Santi,  le quiero, mucho, pero el simple hecho de saber que hay alguien ahí, que te van a proteger, que.. todo, me asustaba. Los 14 de Febrero no serían nunca mi día favorito de todo el año ni por asomo. No me gustaba estar sola, ni vomitar arco iris, como la mayoría. 

Este 14 de Febrero de 2015, me tocaba ir a una fiesta de cumpleaños. Llevaba poco tiempo sin ver al panoli de Santi. La última vez que le ví, fue en Carnaval. Iba vestido de John Travolta(Este es el momento en el que me ponen los ojos en forma de corazón) Con unos pantalones ajustados, una camiseta blanca, y su chupa de cuero, como siempre... No, espera, no iba como siempre. Su pelo parecía haber sido lamido por un camello de lo engominado y echado para atrás que lo llevaba. También llevaba un pitillo en la oreja. Auténtico. Seria mi John Travolta favorito de este milenio, probablemente mi chico favorito en general. 

Yaiza, deja de vomitar arco iris. Te lo ordeno.

Volviendo a la normalidad... Esta mañana había ido de compras con mi madre y  con mi tia. Mi madre sabía de la existencia de Santi, más que nada porque era ella la que me llevaba y me traía para quedar con el. El que no sabia nada era mi padre. En cuanto ví a mi tía, ella se apresuró a meter la nariz y decirme cosas como Quien te traes por San Valentín o Hay algún hombre en tu vida. En ese momento me arrepentía muchísimo de habérselo dicho a mi madre. Tampoco es que ella supiera que nos besamos o que tengo algo con el, pero algo se huele. Por eso mandaba a mi tía a husmear. Qué poca gracia...

-Yaiza,-Comenzó mi tía...- te voy a preguntar una cosa. Me tienes que responder con sí o no ¿^De acuerdo? 

Yo asentí con la cabeza.

-Santi...¿Quiso besarte? Recuerda el trato, es si o no.

-Si. 

-¿¡Quééééééé?! ¿No le dejarías, no?

Me estaba empezando a agradar este tema de conversación. 

-Le hice la cobra.

Mi tía se limitó a abrir la boca como un pasmarote mientras que yo me reía y buscaba camisetas de la talla 14. 

-Le hiciste un llave de estas japonesas y le dejaste en el suelo. Ahí está mi chica.

Mi tía y su manera de exagerar las cosas. Mejor no le decía que a mi me gustaba y que me había besado. Sino montaría un reality Show...

Por la tarde, tenía que ir al cumpleaños. Fui con mi camiseta naranja, que resultó que tuve que llevarme la 10 porque estaba demasiado delgada y no rellenaba lo suficiente el escote. Jááaáááá.Me parto la caja. Quería haber quedado con Santi, pero dudaba que quisiera verme solo 20 minutos. Mis dudas no estaban en lo cierto a decir verdad. Me quiso acompañar hasta casa de mi amigo Adri. Cada vez que quedaba con el, seguí sin poder creérmelo. Pese a haber quedado mil y una veces con él, seguía sintiendo esa extraña sensación que me ponía los pelos de punta. Todas las veces que estaba con él eran la perfección. Yo diría que nunca me aburriría con el.

Que sea para la eternidad.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu