XLIV

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La familia aún seguía de luto, habían pasado dos semanas desde la muerte de mi marido y todos seguían hasta hoy llorando su muerte. El día del entierro no solo estuvimos presentes los que fuimos más cercanos a él, sus padres también estuvieron allí, le lloraron con una pena que todos logramos sentir. También fue doloroso para mí, en especial los siguientes días ya que no me acostumbraba a no verlo jugando o riendo en algun rincón con nuestra hija.

Ella también sentía su ausencia, Hye lloraba con más frecuencia durante el día, esto al punto de que ninguna niñera podía con ella y terminaban renunciando. Yo estaba entre la espada y la pared, quería quedarme con mi hija y llenarla de besos y abrazos, pero estaba en depresión, y no calmarla me desesperaba mucho.

Valeria me ayudaba en lo que más podía, me daba apoyo emocional. El dinero no era problema, los padres de Taeyang decidieron pagar todos los gastos de mi hija pese a que les dije que no era necesario, pero ellos insistieron ya que Hye era lo único que les quedaba de Taeyang. Quedaron en venir siempre que puedan para ver su crecimiento, para no perderse su niñez, para darle todo lo que le negaron a su padre, su amor incondicional.

- Hija, por favor ya no llores - La meci en su cuna, pero ella simplemente lloraba sin cansancio y cada vez más fuerte - Hye, mi amor...

De pronto oí unos golpes, me puse de pie algo asustada ya que era muy tarde para hacer y recibir visitas. Tomé a mi pequeña entre mis brazos y fui a la sala, me asomé un poco por la ventana para ver quién tocaba y suspire al notar que era Luna y su padre.

Me dirigí a la puerta y abrí, Luna sonrió un poco, ella aún estaba afectada por la ausencia de su tío preferido, ellos dos habían hecho una amistad muy fuerte.

- Hola, mamá.

- Luna, Natsu... - Susurre - ¿Qué están haciendo aquí a estas horas?

- ¿Podemos entrar? - Preguntó él, yo me hice a un lado e ingresaron, cerré la puerta y fui detrás de ellos.

- Hija, ya es muy tarde, ve a dormir a mi cama si quieres - Ella miró a su papá, este asintió y se dirigió a mi habitación.

- Yo quería saber y ver como estaban tú y la niña - Dijo Natsu algo incómodo - Tal vez hice mal en venir, supongo que mi presencia te molesta después de todo.

- No, no pienses eso - Dije comprendiendo su preocupación - ¿Y Lucas?

- En casa con mi hermana - Respondió - Veo que Hye no quiere dormir - Observó a mi hija, ella seguía llorando por más que la mecia - ¿Está enferma?

- No - Besé la cabezita de ella nuevamente - Según Valeria, ella está triste porque sigue buscando a su papá, lo extraña.

- Pobrecita... - Volví mi vista a él - ¿Necesitas que te ayude en algo? - Miro el desorden en la sala - Veo que estabas haciendo limpieza.

- Sí, pero Hye empezó a llorar y no pude terminar de poner todo en su lugar - Expliqué apenada - ¿Quieres algo de tomar? - Por su expresión supe que no quería molestar - Iré por un té caliente.

- No es nece...

- Solo cuidame a mi hija un segundo - Traté de animarle, le entregué mi bebé y él la recibió entre sus brazos con cuidado - Vuelvo enseguida - Él asintió.

Fui a la cocina, tomé un vaso y el termo, hice la mezcla cuando de la nada el llanto de mi hija se detuvo, quise saber porqué así que me apresure en hacer el té. Lo llevé a la sala y Natsu estaba sentado en el sofá con la niña en la misma posición que la dejé, me acerqué y puse el té sobre un mueble para ver que había hecho para lograr lo que yo no pude en horas.

" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad Where stories live. Discover now