XI

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Pov L.

La miré de pies a cabeza. Era una adolescente aún, creo, también era bonita, pero lo que quería saber en estos momentos es qué hacía con Natsu y cuáles eran sus intenciones.

- Se llama Mariana, yo la traje aquí - Natsu respondió por ella - Es una amiga y pienso ayudarla a terminar sus estudios.

- ¡Pero no por eso debe quedarse aquí! - Wendy sacó la voz furiosa - ¡Esta también es mi casa y no la quiero aquí! ¡Es un mal ejemplo para tu hija y no puedo creer que lo pases por alto!

- ¿La tienes viviendo contigo? - Lo interrogue, él no respondió - No estoy de acuerdo.

- Oye, ya... - Esa mujer quiso soltarse del agarre de Natsu - Ya no quiero causar más problemas, será mejor que vuelva con mi hermana...

- Yo te prometí que dejarías esa vida - Natsu le miró determinante - Cumpliré mi promesa - Ahora nos observó a todos - Y nadie puede oponerse a mi decisión. Quién trabaja como imbecil para que nada les falte soy yo, y yo decido quién puede vivir o no en esta casa.

- ¡No lo acepto! - Wendy se acercó a él sin quitar aquella expresión de rabia - No la quiero aquí, no la quiero ver y punto.

- ¿Ya olvidaste quién te sacó del infierno que viviste con Mest? - Mi amiga apretó los puños - Yo te brinde mi ayuda en aquellos tiempos donde nadie te escuchaba y ahora quiero hacerlo con Mariana, quiero ayudarla ya que lo necesita porque no tiene a nadie más.

- Mariana - Repetí observando nuevamente a la mujer que sostenía.

Era un poco más pequeña que yo, solo unos centímetros diría, era delgada con linda figura, aunque me extrañó la extrema palidez de su rostro. Su cabello era largo y de un tono rubio más triste que el mío, además contaba con un flequillo que le cubría toda la frente. Sus ojos eran grandes y azules como el mar, y su rostro por así decirlo me recordaba a alguien.

- ¿Y dónde se conocieron? - Taeyang tampoco estaba muy a gusto por primera vez con la presencia de alguien, en este caso de esa desconocida - No puedes meter a quién te dé la regalada gana a tu casa.

- No importa dónde la conocí, lo que importa es que yo la ayudaré a que pueda por lo menos estudiar una carrera técnica para ganarse la vida.

- Que amable de tu parte, en serio - No estaba para nada contenta - Dejaremos este tema para después, ahora quiero tener una conversación en privado contigo.

- Vamos al despacho entonces.

Yo dejé a mi hija con su tía y subí con él las escaleras, me detuve unos segundos para volver a observar a "Mariana", esa mujer me tenía muy inquieta, y luego continué.

- Cierra la puerta - Ordenó.

Lo hice y tomó asiento en su escritorio sin quitarme la mirada de encima. Yo respiré un poco más profundo, el problema que ahora tenía me había dejado con los pelos de punta desde ayer.

- Qué quieres hablar conmigo.

- Es sobre tu madre - él se enderezó en su asiento serio - Ayer la vi, me dijo cosas que la verdad me dejaron muy helada.

- ¿Se vieron? ¿Y por qué no llamaste a los muchachos?

- Me tomó desprevenida - Expliqué - El punto es que me dejó muy angustiada con algo que te incluye.

- ¿En serio? - Se extrañó, aunque no debería - ¿Y qué es?

- Mencionó que mi padre pudo tener otra niña aparte de mi - Ahora sí, se puso rígido - Incluso me lo aseguró, dijo que ella sabe quién es.

- ¿Pero cómo es posible eso? Jude era un imbecil. Él solo traía prostitutas a la casa y esas mujeres se supone que siempre se cuidan o abortan.

- Es que la hermana que tu madre asegura que tengo, fue el producto del abuso que mi padre cometió contra una joven que actualmente está en la cárcel.

- ¿Te dijo el nombre? Me refiero a tu supuesta "Hermana".

- No, pero dijo que tú sabías dónde la podía encontrar - Su rostro se quedó pasmado - Por eso estoy aquí, para saber el paradero de la niña, ya convertida en una mujer, que mi padre abandonó a su suerte.

- Yo no tengo ni idea de dónde pueda estar, ni siquiera sabía que tenías una hermana - Se levantó tan desconcertado como yo - Pero sí quieres que emplee una investigación, lo hago.

- ¿Harías eso por mí?

- Bueno, les debo mucho a ti y a Taeyang.

- Te lo agradecería no sabes cuanto, yo quiero conocer a mi hermana, darle una mejor vida porque según tu madre ha vivido en las calles.

- ¿No sabes algún dato más sobre ella?

- La edad - Él escuchó atento - Actualmente ella debe tener alrededor de 25 o 26 años, tu madre dijo que tenía mi edad.

- ¿Nada más?

- Por el momento no, pero si llego a saber algo más te informaré - Él asintió - Una cosa más.

- ¿Si?

- Gracias.

- ¿Por qué?

- Por darnos la felicidad de hacer nuestro sueño realidad - él levantó una ceja - Por darnos la oportunidad de vivir a Taeyang y a mi la boda de nuestros sueños.

- No fue nada, quédate tranquila si te preocupa el dinero - Dijo sereno - De hecho tengo algo aquí que Gray no pudo darles - Abrió un cajón y sacó unos boletos para entregarmelos - Son boletos para ir a Francia por su luna de miel, ahí les reservé un hotel por dos semanas e incluye todo lo que puedan desear, piscina, Spa, etc.

- ¿Por qué te molestas en hacer esto por nosotros?

- Para mi, como van las ganancias de la empresa, es como tomarme un vino casero.

- De igual forma me sorprende.

- Que no te sorprenda, solo gózalo.

- Y terminando, ¿Quién es esa mujer?

- ¿Te refieres a Mariana? - Asentí - Una amiga.

- Es lo que has dicho todo este tiempo, pero yo quiero saber cuándo, dónde y cómo se conocieron - Él rio - ¿Ahora que te da tanta gracia?

- ¿Estás celosa?

- ¡Estoy preocupada porque acabas de meter a una extraña a tu casa y mi hija puede correr peligro! - Estaba cabreada por su culpa - Responde a mis preguntas sin rodeos o saco a Luna de aquí porque ella no la soporta.

- Te podrás llevar a mi hija sobre mi cadáver, Lucy - Dijo molesto - Si Luna sale de aquí lloverá sangre, lo único que tengo en esta vida es esa niña, y si tengo que matar, si tengo que vender mi alma al diablo, lo haré, todo con tal de que siga permaneciendo a mi lado.

- Parece que se te olvidó que yo fui quién le dio la vida - Él desvió la mirada desinteresado.

- Mariana es una amiga que conocí en una bar que fui con Gray - Quedé con la boca abierta - Me contó su vida la cual tiene mucha relación con la nuestra y por eso quiero ayudarla.

- ¿Mucha relación con la nuestra? ¿Por qué?

- No te lo puedo decir - Yo lo miré incrédula - Yo no puedo ir por la vida comentando su vida sin su consentimiento.

- Entonces yo me voy con mi hija - Cansada de sus secretos le di la espalda para volver con el resto, pero en una fracción de segundos él me detuvo con un fuerte agarre en el brazo - ¡Ay! ¡Cuidado, ¿No ves que estoy embarazada?!

- Tú sacas a mi hija de aquí y yo no respondo.

- ¿Me estás amenazando?

- Te estoy advirtiendo.

- ¡Me estás amenazando! - Quise soltarme de su agarre - ¡Suelta!

- Yo he sido muy paciente contigo, renuncié a ti porque ella me lo pidió, y si pretendes quitármela te juro que me la llevaré a donde nunca más podrás verla.
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Continuará***

" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora