" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad

II

Pov N.

Por motivos personales, el cumpleaños de mi hija, no asistí a la empresa, quise pasar el día con ella. Luna ahora estaba siendo arreglada por Wendy, ella estaría la mañana conmigo y la tarde con su madre en su propia casa. Había elegido un vestido hermoso para mi niña, era blanco con flores rosadas incrustadas en la tela de la falda, ella siempre lucia radiante con cualquier cosa puesta.

- ¿Ya estás lista? - Entré a su habitación.

Ella se bajó del pequeño asiento junto al mueble con espejo y giró su cuerpo para que pudiera ver lo hermosa que la pusieron.

- ¡Y tú por qué no estás listo! - Se agarró la cintura - Mis invitados ya llegaron y están esperando que baje para partir el pastel, ¡Yo no puedo bajar sin mi príncipe!

- Luna, no me gusta el traje, es feo.

- ¡Pero esperé mucho para que llegara este día! ¡Úsalo!

- ¡Ah...! - grité mirando el techo, la dejé con mi hermana y fui a mi habitación.

Saqué el traje o disfraz de príncipe que mi traviesa y su tía me consiguieron para este dia. Hice una mueca de disgusto al sacarlo de su bolsa, no me gustaba en absoluto. Antes de ponermelo tomé un baño, luego me lo puse con una rapidez nivel tortuga. Primero fueron los pantalones, luego la camisa, y después un chaleco azul marino con bordes dorados.

- Que fastidio - Terminé de peinar mi cabello con gel, aunque de nada sirvió ya que volvió a estar igual de desordenado - ¿Dónde los dejé? - Encontré los guantes blancos y me los puse.

Los zapatos eran molestos, casi diría que Wendy no conoce el número de mi calzado.

Cuando salí, ya Luna estaba ahí esperándome. Gritó dando un brinco cuando me vio vestido como payaso. Agarré su mano y nos dirigimos a la escalera, bajamos y antes de salir al jardín, la fiesta sería ahí, la levanté con cuidado de no estropear su vestido que con tanto amor compré.

- ¡Llegó la cumpleañera! ¡Saquen sus cámaras chicos! - Yo quedé con un tic en el ojo cuando Wendy comenzó a tomarme fotos así vestido.

Los niños del salón de mi hija no lo hicieron, pero alguna que otra madre sí, y fue así como mi nombre quedó manchado.

Bajé a Luna y sus amigas la rodearon para tocar su vestido y peinado, mi hija respondía todas las preguntas que le hacían mientras que a mi las madres me decían cumplidos vergonzosos.

- ¡Es hora de cantarle a Luna Lunita de mi corazón! ¡Vamos chicos! ¡Como lo ensayamos en el salón!

- ¡Nos obligaste, tarado!

Un niño sobresalió entre todos, era el presidente del salón de mi hija y por ahí escuché que le hacía ojitos...

- Si, hija. Es hora de cantarte - me puse entre medio de ella y ese niñato que tuve que empujar para alejarlo por lo menos un metro - ¿Feliz?

- Mucho.

Entre todos empezamos a cantarle el feliz cumpleaños, yo mataba con la mirada a cualquiera que no viera moviendo los labios mientras Luna miraba hambrienta el pastel.

- ¡Ahora las velas!

Mi hija tomó aire y sopló apagando todas las velitas.

Yo acaricie su cabeza hasta que de pronto se quedó mirando al frente.

- ¡VINIERON! - Se puso a correr para recibir a su madre y compañía, o sea a Valeria y a su sobrino.

- Estaré en mi despacho si me necesitan - Le avisé a Wendy en el oído.

- Pero Natsu...

Yo me dirigí a la mansión con las manos en los bolsillos, tenía trabajo que hacer y que ya podía realizar ahora que ellos habían llegado de sorpresa. Subí y al llegar al despacho cerré, fui a mi escritorio y saqué cosas relacionadas con las ventas de productos sacados por nuestra empresa o de personas que habían utilizado nuestros servicios.

Mi papá a diferencia mía, prefirió quedarse en la fiesta que gozaba con su esposa, Sanae.

- ¿Puedo entrar? - Dirigí mi vista a la puerta.

- Ya entraste - Volví a revisar los papeles - ¿Qué quieres? Habla rápido porque estoy muy ocupado con esto.

- Quería pedirte que dejes tu trabajo por hoy - Yo la oí sin interés - Luna se puso muy triste cuando vio que te fuiste.

Dejé de leer y firmar.

- Yo sé que mi presencia llega a incomodarte, pero ella no tiene la culpa de eso.

- Bajaré en cuanto termine.

- Bueno - Se oyó menos preocupada - Hay otra cosa que quiero decirte, ella insistió en que te diera esto - Dejó algo sobre mi escritorio, era una invitación, la invitación a su boda - Nos gustaría verte allá, ella me pidió que te lo dijera personalmente para que no te niegues. Cree que no incluirte en la lista de invitados sería egoísta de mi parte.

- Haré un viaje la semana que entra, no estaré por lo menos cuatro o cinco días así que no podré asistir - Expliqué devolviendole la invitación - De todas formas, gracias.

- He hablado con tu padre, me dijo que todo marcha bien en la empresa y que no tienen programada ninguna salida - habló enojada - Por qué mientes.

- Está bien, te diré la verdad, no quiero ir - La miré sin emoción, ella se puso rígida - ¿Algún problema si no voy?

- No, pero...

- ¿Se acabará el mundo?

- ¡Solo quiero que asistas!

- Lucy, ya dije que no quiero, siempre estoy con trabajo y no tengo tiempo para ceremonias de ese tipo - Me levanté de golpe con las manos en la mesa - Así que por favor retírate.

- ¡Pero Natsu!

- La puerta es ancha - Volví a sentarme - Bye.

Ella agarró molesta la invitación y se giró para irse.

- ¡También me agradó verte! - Grité haciendo que se detenga unos segundos - Y que tengas un feliz matrimonio.

Ni siquiera respondió y salió azotando la puerta.

Yo no sabía si lo hacía al propósito o es que en verdad era tonta, ¿Qué mierda le hizo creer que asistiría a su boda? Yo no tenía tiempo para asistir a eventos estúpidos.

Me puse de pie para mirar a través de la ventana la fiesta de mi hija, Luna sorprendentemente también miró en mi dirección y me fulminó con la mirada.

Perfecto, ahora me quedé sin una mocosa traviesa que me despierte en las mañanas.

Estaba por volver a mi escritorio cuando noté que algo andaba mal, afuera de la reja había una figura extraña mirando directamente donde mi hija había empezado a jugar con sus amigos.

- Oficial Fernández - le hablé por mi móvil - Apareció.

- Entendido, ahora mismo vamos para allá.

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Continuará***