XVI

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Pov L.

Pasé la tarde pegada al teléfono, tenía la esperanza de que Luna volviera a llamar para decirme que sucedía con su padre, que estaba sucediendo en New York.

- Lucy.

-...

- ¡Lucy! - Levanté la cabeza y volteé en dirección a Tae - ¿Qué te pasa? No respondes a mis llamadas.

- Es que tengo la cabeza en otro lado...

- La niña tiene hambre, dale pecho mientras yo sirvo la cena - Asentí y él se acercó para dejarla en mis brazos, luego salió y yo abrí mi blusa para alimentar a mi pequeñita de tres meses.

Al parecer mi tensión la estaba molestando ya que rechazaba mi leche, respiré profundo y traté de relajarme para que no se viera perjudicada por mi ansiedad.

- Vamos a la mesa, ya todo está listo - Taeyang volvió a ingresar y suspiró al verme aún en las mismas.

Levantó a la bebé con una sonrisa y salió mientras yo me arreglaba la ropa. Él sabía que necesitaba estar sola. Yo sentía que algo malo se avecinaba, algo dentro mío me decía que alguno de ellos corría peligro.

Y todo parecía indicar que esa persona era Natsu.

- Dios mío... - Me abracé a mi misma - Que nada malo le pase...

Fui a comer unos minutos después.

Taeyang me volvió a repetir en la mesa que de seguro todos están bien, que lo que sea que está sucediendo iba a resolverse.

Pero yo era bien pesimista.

Volvió a pasar otra semana y yo seguí sin quitar esa sensación de mi cuerpo, eso me comenzó a perjudicar bastante, me empecé a desesperar con mi hija de la misma forma que con Luna de bebé.

Sentía escalofríos y palpitaciones en mi cabeza cada vez que lloraba y no era capaz de contentarla.

Taeyang dijo que lo más posible es que haya desarrollado un estrés posparto y por eso me sentía así con nuestra hija. Para ayudarme con ese problema él dejó de ir al hospital y pidió una especie de licencia por dos semanas para quedarse en casa y así ayudarme con la niña.

- Hye... pequeña... - La observé dormidita en su cuna - Perdóname si llego a desesperarme, yo te amo mucho y si estoy así es porque me da pavor dejarte un solo segundo, me da mucho miedo que algo malo te pase...

- Lucy - Me enderecé cuando Taeyang salió vestido del baño, pues tomó una ducha - Duerme, yo me encargo de nuestra hija.

- ¿Seguro?

- Si - asintió y agarró mis mejillas para besarme en la cabeza - Tú descansa, Hye es mi tesoro y nunca dejaría que le pasara algo malo...

- Está bien - Sonreí y lo abracé, él correspondió de la misma forma - Es tan pequeña...

Mi hija era literalmente un angelito bajado del cielo, su piel ya de por sí era pálida como la de su papá, pero tenía un rubor natural como yo en las mejillas que la hacían ver todavía más dulce.

Yo me acosté como pidió Taeyang, necesitaba pegar ojo por lo menos por dos días seguidos, pero era imposible.

Al día siguiente despertamos ambos por una llamada telefónica, él contestó ya que yo me había despertado como cinco veces para amamantar a Hye.

- ¡¿Cuando fue eso?!

Su grito me provocó que hiciera una mueca de molestia.

- ¡Ahora mismo vamos para allá! - Puso el teléfono en su lugar y salió de la cama como rayo.

" En esa habitación contigo " || EL PERDEDOR || #Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora