Capítulo 22

53 8 13
                                    

El reloj marca las 14:17 cuando nos estacionamos frente a mí casa, creo que iré a descansar un rato para después volver a la facultad.

Amîr y yo fuimos a comer algo antes de llegar aquí. Decidir eso conllevó a un momento muy pesado para ambos. Hablar de algo trivial como acordar ir a comer, después de haber pasado por aquel enfrentamiento, resultó ser bastante complicado.

El restaurante fue algo sencillo cerca de la zona en donde estábamos. Todo estaba marchando tranquilamente en un completo silencio, aunque no voy a pasar por alto lo incómodo que fue para mí mantenerme allí. Tenía a Amîr de frente en la mesa y casi todo el tiempo sentí cómo me clavaba un cuchillo con cada mirada que me estaba dando. Yo intenté restarle importancia a ese detalle, pero me costaba mucho.

Volviendo a la realidad, miro en dirección a Amîr notándolo un tanto inquieto. No logro imaginar porqué se muestra así, más opto por ignorar ese detalle. Me dispongo a tomar mi bolso con la intención de salir del auto. Ni siquiera me voy a despedir porque no creo que Amîr se merezca que tenga ese detalle con él.

Alcanzo la manija de la puerta del auto para abrirla, quiero ir a mi habitación porque tengo muchas cosas en qué pensar, asi que empujo la puerta hacia afuera seguido bajo uno de mis pies para salir.

–Al menos podrías tomarte tu tiempo para pensarlo– dice consiguiendo que me detenga a mis acciones. Su voz sonó muy baja aunque también un poco dura. Yo mientras, lo miro tratando de descubrir a qué se refiere en sí.

– Puedes... – empieza mostrándose perturbado – puedes evaluar que no es tan ...– se detiene buscando más palabras con evidente urgencia aunque noto que cambia la frase – No tienes que hacer un esfuerzo para sobrellevar... esto – dice, y yo no puedo creer que esté tratando de harcerme cambiar de opinión, y lo que dice después me deja con la boca abierta

— Es lo que deseas no? Poder estar así conmigo. Yo sé que quieres algo de mí, así que no tienes porqué resistirte si eres la única interesada – culmina, y me entran unas ganas terribles de abofetearlo por haberse atrevido a injuriarme de forma tan vergonzosa.

Si para Amîr yo soy la única que saca ventaja de liarme así con él, entonces por qué se empeña en buscar razones para continuar con algo que no le complace? Quizás eso jamás me lo va a decir .

–No te hagas esas ideas en la cabeza – comienzo a responderle porque no tengo otra opción que nergaselo

– Tú eres la persona que menos me conoce, Amîr, así que no te doy permiso para que hables de mí para decir cosas que no te conciernen. Además, mis palabras fueron muy claras. Créeme que no me interesa para nada tener algo tan complicado contigo – intento mantener la calma, aunque me merece que le estoy gritando

– Lo único que lamento de todo esto es haber perdido nuestra amistad – le confieso y es inevitable no ver cómo Amîr se tensa.

–Liza, no es necesario ser tan extremista – lo miro a los ojos sin entender porqué sólo percibo preocupación en ellos.

–Cómo es que no te has dado cuenta de que nuestra amistad se fracturó en el momento que me besaste ayer en mi habitación? – le pregunto en un tono agrio.

–Liza, aquí no ha pasado nada, no veo porqué nuestra amistad tiene que echarse a perder – sentencia con determinación.

Me quedo en silencio analizando sus palabras pensando que es mi deber hacerle saber lo que pienso en realidad.

–Pueda que tengas razón, Amîr, ese beso no fue la gran cosa como para desechar nuestra amistad definitivamente, - hablo con suficiente calma observando cómo él me mira con aparente ansiedad –sin embargo qué se supone que debo hacer con todas esas innumerables ofensas que me has hecho en tan sólo un día? Debo dejarlas pasar por alto? O dime tú qué debo hacer.

Mas de ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora