P | 𝘣𝘦𝘪𝘯𝘨 𝘱𝘰𝘸𝘦𝘳𝘧𝘶𝘭 𝘪𝘴 𝘯𝘰𝘵 𝘴𝘰𝘮𝘦𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘵𝘩𝘢𝘵 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘦𝘴𝘵𝘴 𝘮𝘦
EL MUNDO DE HARRY POTTER LE PERTENECE A JK ROWLING, TODO PERSONAJE QUE NO APAREZCA EN LA SAGA ES DE MI PROPIEDAD.
PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN
« ha...
—¡Por nada del mundo querríamos que sufrieran ningún daño! —exclamó Ron con enojo mientras Harry y él retrocedían hacia la cabaña de Hagrid, defendiéndose del escreguto a base de chispas. Atenea alzó una ceja en dirección a Ron.
—Bien, bien, bien... esto parece divertido. Rita Skeeter estaba apoyada en la valía del jardín de Hagrid, contemplando el alboroto. Aquel día llevaba una gruesa capa de color fucsia con cuello de piel púrpura y, colgado del brazo, el bolso de piel de cocodrilo.
Hagrid se lanzó sobre el escreguto que estaba acorralando a Harry y Ron, y lo aplastó contra el suelo. El animal disparó por la cola un chorro de fuego que estropeó las plantas de calabaza cercanas.
—¿Quién es usted? —le preguntó Hagrid a Rita Skeeter, mientras le pasaba al escreguto un lazo por el aguijón y lo apretaba.
—Rita Skeeter, reportera de El Profeta —contestó Rita con una sonrisa. Le brillaron los dientes de oro.
—Creía que Dumbledore le había dicho que ya no se le permitía entrar en Hogwarts —contestó ceñudo Hagrid, que se incorporó y empezó a arrastrar el escreguto hacia sus compañeros.
Rita actuó como si no lo hubiera oído.
—¿Cómo se llaman esas fascinantes criaturas? —preguntó, acentuando aún más su sonrisa.
—Escregutos de cola explosiva —gruñó Hagrid.
—¿De verdad? —dijo Rita, llena de interés—. Nunca había oído hablar de ellos... ¿De dónde vienen?
Harry notó que, por encima de la enmarañada barba negra de Hagrid, la piel adquiría rápidamente un color rojo mate, y se le cayó el alma a los pies.
¿Dónde había conseguido Hagrid los escregutos?
Hermione, que parecía estar pensando lo mismo, se apresuró a intervenir.
—Son muy interesantes, ¿verdad? ¿Verdad, Harry?
—¿Qué? ¡Ah, sí...!, ¡ay!... muy interesantes —dijo Harry al recibir un pisotón, y un pellizco por Atenea.
—¡Ah, pero si estás aquí, Harry! —exclamó Rita Skeeter cuando lo vio—. Así que te gusta el Cuidado de Criaturas Mágicas, ¿eh? ¿Es una de tus asignaturas favoritas?
—Sí —declaró Harry con rotundidad. Hagrid le dirigió una sonrisa.
—Divinamente —dijo Rita—. Divinamente de verdad. ¿Lleva mucho dando clase? —le preguntó a Hagrid.
Harry notó que los ojos de ella pasaban de Dean (que tenía un feo corte en la mejilla) a Lavender (cuya túnica estaba chamuscada), a Seamus (que intentaba curarse varios dedos quemados) y luego a las ventanas de la cabaña, donde la mayor parte de la clase se apiñaba contra el cristal, esperando a que pasara el peligro.
—Éste es sólo mi segundo curso —contestó Hagrid.
—Divinamente... ¿Estaría usted dispuesto a concederme una entrevista? Podría compartir algo de su experiencia con las criaturas mágicas. El Profeta saca todos los miércoles una columna zoológica, como estoy segura de que sabrá. Podríamos hablar de estos... eh... «escorbutos de cola positiva». — Atenea contuvo una risa imitando toser.
—Escregutos de cola explosiva —la corrigió Hagrid—. Eh... sí, ¿por qué no?
A Harry aquello le dio muy mala espina, pero no había manera de decírselo a Hagrid sin que Rita Skeeter se diera cuenta, así que aguantó en silencio mientras Hagrid y Rita Skeeter acordaban verse en Las Tres Escobas esa misma semana para una larga entrevista.
Luego sonó la campana en el castillo, señalando el fin de la clase.
—¡Bueno, Harry, adiós! —lo saludó Rita Skeeter con alegría cuando él se iba con Atenea, Ron y Hermione—. ¡Hasta el viernes por la noche, Hagrid!
—Le dará la vuelta a todo lo que diga Hagrid —dijo Harry en voz baja
—Mientras no haya importado los escregutos ilegalmente o algo así... — agregó Hermione muy preocupada.
Se miraron entre sí. Ése era precisamente el tipo de cosas de las que Hagrid era perfectamente capaz.
—Hagrid ya ha dado antes muchos problemas, y Dumbledore no lo ha despedido nunca —dijo Ron en tono tranquilizador—. Lo peor que podría pasar sería que Hagrid tuviera que deshacerse de los escregutos. Perdón, ¿he dicho lo peor? Quería decir lo mejor.
Harry y Hermione se rieron (y Atenea solo sonrío, ya que a pesar de que los escregutos le espantaban le alegrana ver a hagrid emocionado) y, algo más alegres, se fueron a comer.
Harry y Ron habían ido a Adivinación, mientras Atenea y Hermione caminaban en dirección a las clases de Aritmancia.
── Entonces... ── Atenea la observó ── ¿Que sucede contigo y Harry? ── soltó, con una sonrisita emocionada. Hermione podía amar los libros y estudiar demasiado, pero se daba minutos de chisme con atenea sobre harry.
── Nada, realmente. Desde el día de la primera prueba, no hemos hablado de ello, Herms. ¿t-tu que crees? ── dijo la castaña jugando con sus manos y acomodando su mochila.
── Bueno, Nea, Harry se ve muy tímido a tu lado. Yo digo que dejen las cosas suceder, si realmente se quieren de... esa forma, algo sucederá. Confía en mí. Ahora vamos a clase, enserio, rápido.
y con ello Atenea se tranquilizó un poco sobre harry y ella.
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¡hola!
espero que estén bien :), les quería hablar sobre una idea que tengo desde hace mucho tiempo.
no sé cuántas personas que lean esta historia sean fans de Avengers, pero estaba pensando en un tipo de saga de libros sobre Avengers, serían seis y las empe- zaría a escribir en un tiempo. díganme que piensan sobre ello,