━━━ new friend

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La sala común de Gryffindor, una agradable habitación circular llena de destartaladas y blandas

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La sala común de Gryffindor, una agradable habitación circular llena de destartaladas y blandas

butacas y viejas y desvencijadas mesas, parecía más acogedora que nunca.

Un fuego chisporroteaba

alegremente en la chimenea y había varios alumnos calentándose las manos frente a él antes de subir a sus

dormitorios; al otro lado de la estancia Fred y George Weasley estaban colgando algo en el tablón de

anuncios.

-Harry, debo ir a mi habitación, ten una buena noche. - se despidió Atenea, dejando un corto beso en los labios del ojiverde, el cuál le respondió y la vió caminar detrás de Hermione.

Harry les dijo adiós con la mano y fue directo hacia la puerta del dormitorio de los chicos; en

ese momento no estaba de humor para charlar. Neville lo siguió.

En cuanto Atenea estuvo en la habitación, sacó de su bolso una caja con fotos y decoraciones para arreglar su parte del dormitorio, ya que pasarían allí todo el año.

Sacó las numerosas fotos de la caja y las comenzó a colocar. De vez en cuando se detenía a inspeccionar las imágenes, sonriendo con nostalgia a recordar los momentos.

Fue Hermione la que notó como se detuvo con la decoración para sentarse en la cama, casi abrazando una foto. Alcanzó a divisar que eran Atenea y Harry, al parecer Harry besando la mejilla de la castaña y ella sonriendo con las mejillas sonrojadas.

En cuanto terminaron de ordenar, Hermione se acercó a Atenea, la cual caminaba al baño. En un movimiento rápido las encerró a ambas en el baño y frunció el ceño en dirección a su amiga.

-¿Que te pasa, Hermione? - cuestionó Atenea, mirando hacia la puerta.

-Te noté algo decaída. ¿Que pasó? - le dijo Hermione, cruzándose de brazos.

-No es nada, no te preocupes. - le respondió, pero al ver la mirada de Hermione se resignó a contarle. - Es solo, extraño cuando éramos más pequeños, ¿sabes? No teníamos tanto miedo como ahora. Sé que estamos en Hogwarts y estaremos a salvo, pero no lo sé. Aún estoy asustada. ¿Y si Harry está en peligro, aún estando aquí? - explicó Black, haciendo que Hermione suspire.

-Sé que estás asustada. Yo tambien lo estoy. Pero Harry estará bien, nosotros estaremos bien.

Atenea la observó, sonriéndole y luego jalandola en un abrazo reconfortante.

-Oye, Tannia Park estudia acá, ¿verdad? - preguntó Atenea luego de unos minutos. Vió a Hermione asintir - ¿En que casa está?

- Es una Slytherin, la ví en la mesa, junto a Draco. ¿Porqué?

-Simple curiosidad.






Al día siguiente, Atenea no pudo evitar darse cuenta de que Harry no estaba en la sala común en la mañana. No lo vió mucho durante el día, y debido a que estaba ocupada con sus clases, decidió buscarlo en el almuerzo.

Cuando llegó el momento, se dispuso a sentarse junto a él y entablar una conversación con él. Solían estar juntos siempre, pero lo sentía más lejos que nunca.

En cuanto llegó al Gran Comedor, vió que Harry estaba en un costado de la mesa de Gryffindor, sentado junto a Tannia Park. Atenea frunció el ceño, curiosa y un poco molesta.

La de ojos rosa notó a Black, y sonrió algo triunfante. Atenea comenzó a caminar hacia ellos.

-Harry. - dijo Atenea, sentándose junto al azabache.

-Oh, Nea, hola. ¿Que haces acá? -saludó Harry, indiferente.

-¿Que qué hago acá? esta es mi mesa, por si no recuerdas. - respondió Atenea.

-Hola, Atenea. - dijo Tannia, alzando la ceja al ver a Atenea fruncir los labios como saludo.

-Me sentaré con Tannia hoy, Atenea. - le notificó Harry, sorprendiendo a Atenea.

-Bien.

Atenea le dirigió una mirada molesta a la chica y besó la mejilla de Harry, ya que este le había negado besarlo.

En cuanto cayó la noche y la pareja se encontró en la sala común, Atenea no logró evitar quejarse con Harry.

— ¡Tannia Park, Harry! Ella, ella es desesperante.

— ¿Que es lo que la hace tan desesperante?

— Su forma de ser, como actúa, como habla, como te mira. No me gusta ella.

— Eso no me impide ser su amigo.

— Lo sé, pero es que ella es tan rara, me da una mala vibra. No quiero que te manipule y menos que te haga daño.

— Ese será mi problema. Si quiero ser su amigo, lo seré, fin de la discusión.

— Bien, haz lo que quieras.

Atenea no podía mentir, se había dormido con un malestar. No podía entender, porque de un día al otro Harry quería hacerse tan cercano a la ojirosa. ¿Será que...? No, no podía ser.

O quizá si era cierto. Atenea notó como Tannia se abrazaba a Harry, y este la dejaba. Días después, notó como Tannia tomó la mano de Potter sin querer después de casi caerse y no la soltó por unos minutos, y a Harry ni le importó.

— Parece que se hicieron cercanos. — dijo George junto a Atenea, riendo un poco por la cara molesta de la menor.

— Cállate, George. — respondió Atenea, cerrando con enojo su libro.

— Uh, cálmate, tranquila. No te lo robará.

— No estoy tan segura, Fred.

Después de dos semanas, Atenea, que no iba a negarlo, estaba espiando a Harry después de que este la evitara y no la dejara ni tomar su mano. No es que lo hiciera intencional, realmente vió a Tannia y simplemente decidió ver qué hacía.

Atenea entreabrio sus labios, dolida y sorprendida.

Harry y Tannia se habían besado.

Y a pesar de estar profundamente triste, decepcionada y furiosa, hay algo que Atenea no dejó que pasara. Harry tenía un leve color rosa en sus ojos.

powerful, harry potter (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora