powerful, harry potter (pausada)

━━━ this summer felt different.

este verano se sentía diferente y atenea lo sabía, hermione lo sabía, todos lo sabían. la cruda verdad les erizaba la piel como si de un susurro directo en el oído se tratara, y el miedo constante se encontraba en el fondo de su pecho. atenea no había soltado su varita aquel verano, incluso si aún no podía usarla fuera del colegio, se sentía protegida. voldemort había vuelto y debían estar a salvo.

su madre había sido cálidamente recibida con los weasley un tiempo, por lo menos hasta que la situación con eleanor se calmara.

harry le contaba a través de cartas con letra desordenada sobre las pesadillas que tenía, el azabache le pedía poemas a su novia para leerlos al despertar y poder estar más calmado. se tenían uno al otro, y con eso podrían sobrevivir.

en el verano atenea aprovechó para poder informarse sobre su familia, su descendencia y todos los tipos de magias que existían en su árbol genealógico. leía libros prestados por su tío, y se informaba mientras escuchaba algunas canciones que le gustaban. tarareaba al ritmo de Innuendo hasta que leyó sobre este particular tipo de magia.

la magia del amor.

quienes son magos del amor
tienen la capacidad de encantar
a cualquiera que deseen con
sus encantos y sus característicos
ojos de tonalidades rosadas.

— rosadas? mhm, interesante. — balbuceó atenea mientras fruncía el ceño, y pasaba de página. el tipo de magia que ella tenía sonaba bien después de mucho tiempo.

ya distraída, cerró el libro y practicando sus poderes lo llevó hacia la estantería envuelto en el aura calipso que salía de sus manos y envolvía sus ojos.

— ¡atenea, cariño, ven a almorzar! — decía su madre adoptiva desde el primer piso, con su reconocible voz elegante y femenina.

atenea mordió el interior de su labio, totalmente distraída hasta que se dió cuenta del tiempo que había pasado. simplemente apagó su reproductor y bajo las escaleras, con sus ojos viajando hacía la mesa intentando identificar que había para comer ese día.

— atenea, hay algo que debo decirte — dijo hermione con voz culpable, recibiendo una mirada de sus padres. la ojiazul se dejó llevar por hermione quien la tomaba del brazo y la llevaba hacía un lugar en el que sus voces fueran solo para ellas; el baño. por suerte los granger no las vieron, así no sería lo suficientemente extraño.

— ¿que pasa hermione? me asustas— dijo atenea riendo un poco para calmar sus nervios.

— mira, yo no quería que esto se alargara tanto, nisiquiera quería que pasara, en serio, tienes que creerme

hermione lucía lo bastante nerviosa como para que atenea se asustara.

— que hiciste, hermione.

— por favor, no uses ese tono de voz. me pones incómoda.

— ¿es en serio? tan solo dime qué pasa.

— tu madre se fué.

la voz de hermione sonaba tan culpable, tan confusa.

atenea no sabía que pensar. ¿su madre se fué? ¿porque hermione no especificaba más? ¿a donde se fué? ¿hace cuanto? ¿porque hermione tiene una carta en sus manos? ¿que voy a hacer? ¿que tengo que hacer?

demasiadas preguntas para una chica de catorce años con un corazón inmaduro y una mentalidad terca.

— ¿c-como que se fué? ¿a dónde?

— mira, esta carta, es de tu ma-

Hermione no fue capaz de terminar esa frase, pues antes de que sea posible atenea arrebató de sus manos el pedazo de papel.

Atenea, mi querida Atenea. sabes que
mi familia es un tanto complicada, pero
nunca te conté bien la historia. Mi madre falleció años atrás al parecer. Yo no lo sabía.
Mi padre está en otro país, un país que nisiquiera sé cuál es. Tengo familiares en Rusia, familiares que aceptaron tenerme en su hogar,
por lo menos hasta que se calme la
situación. Esta familia esta dispuesta a entrenarte, puedes venir por el tiempo que toma tu sexto año. Recuerda que te amo un montón,
hija. Y espero puedas pensar en esto
el resto del verano.

Eleanor.

— Dime que la fecha es falsa.

— Yo lo lamento tanto, no sabía que hacer.

— ¿Que no sabías que hacer? ¡Es una carta, Hermione, una carta de mi madre de hace tres meses!

— Por favor, tan solo cálmate

— ¡¿Que me calme?! ¡Es mi madre, Hermione, tu no tienes derecho de elegir si puedo leer una maldita carta sobre mi madre!

— Lo sé, no quería que esto pasara.

— Pues si no querías que esto pasara, debiste entregarme esto cuando llegó. No tres meses después. No puedo creerlo, Hermione. Tu simplemente... No. Ahora, vamos a comer, y ni se te ocurra mencionar esto con tus padres.

— Nuestros... padres.

— No, Hermione. Son tus padres.

El sentimiento de traición era gigantesco. Su estómago se revolvía de dudas, enfado y pena. Tantas preguntas, muy pocas respuestas. Su mejor amiga al parecer no quería enfrentar el hecho de que no eran reales hermanas, y la privaba de desiciones importantes y cartas de su madre. No quería creerlo, aún le parecía bastante raro. ¿Porque Hermione, que sucedía con ella? ¿Es que Atenea había sido demasiado egoísta sintiendose felíz de que su familia sea real? Ya no sabía que pensar. Pero de algo estaba segura. No iría con su madre. Harry la necesitaba más que nunca, y por más que deseara desarrollar sus poderes, tenía que mantenerse junto a Harry.