powerful, harry potter (pausada)

━━━ i'll see you soon

El baúl de Harry estaba listo. Atenea también tenía listo su baúl. Hedwig se encontraba de nuevo en la jaula, y la
jaula encima del baúl. Diana estaba en brazos de Atenea, siendo más dócil de lo normal. Con el resto de los alumnos de cuarto, Harry, Atenea Ron y Hermione aguardaban en el abarrotado vestíbulo los carruajes que los llevarían
de vuelta a la estación de Hogsmeade. Era otro hermoso día de verano. Harry se
imaginó que, cuando llegara aquella noche, en Privet Drive haría calor y los
jardines estarían frondosos, con macizos de flores convertidos en un derroche
de color. Pero pensar en ello no le proporcionó ningún placer.

Antes de partir, Atenea dejó a Diana sobre su baúl, y mientras la gata gris se acomodaba Atenea jalaba a Harry hacía un rincón solitario en la Sala Común.

Terminaron uno frente al otro, Atenea con un semblante serio, carraspeó antes de empezar a hablar.

— Harry, tu y yo sabemos que las cosas cambiaron. Todo cambió. Con el retorno de... tu sabes a lo que me refiero. Nos volveremos a ver en un tiempo más, pero prométeme... júrame que te cuidarás. Las cosas se complicarán mucho, mucho más de cómo están, y lo mejor es mantener un perfil bajo, ambos lo sabemos, pero en cualquier momento puede suceder algo que no veíamos venir. Tan sólo protégete, Harry, por qué si algo te sucediera, no sabría cómo lidiar con eso.

— Oh Atenea, lo juro, las cosas en el Mundo Mágico están cambiando, y lo mejor es protegerse, tu también debes hacerlo, tú y Hermione deben ser cuidadosas, juralo tu también. — dijo Harry para después abrazar a su novia, su amada Atenea.

— Te amo, Harry. Algún día esto va a terminar y podremos ser felices sin preocupaciones.

— Yo también te amo, Atenea.

El tiempo no pudo ser más diferente en el viaje de vuelta a King’s Cross de lo
que había sido a la ida en septiembre. No había ni una nube en el cielo. Harry, Atenea,
Ron y Hermione habían conseguido un compartimiento para ellos solos.

Harry y Atenea se mantenían uno junto al otro con sus manos entrelazadas con tanta fuerza, queriendo que el tiempo pase más lento, no querían separarse.

Pigwidgeon iba de nuevo tapado bajo la túnica de gala de Ron, para que no
estuviera todo el tiempo chillando. Hedwig dormitaba con la cabeza bajo el ala,
y Crookshanks se había hecho un ovillo sobre un asiento libre, y parecía un
peluche de color canela. Harry, Atenea Ron y Hermione hablaron más y más libremente que en ningún momento de la semana precedente, mientras el tren
marchaba hacia el sur. Parecía que el discurso de Dumbledore en el banquete
de fin de curso había hecho desaparecer la reserva de Harry. Ya no le
resultaba tan doloroso tratar de lo ocurrido. Sólo dejaron de hablar de lo que
Dumbledore podría hacer para detener a Voldemort cuando llegó el carrito de
la comida.