powerful, harry potter (pausada)

━━━ diagon alley

❝EL CALLEJÓN DIAGON❞

EL SOL PEGÓ EN la cara de Atenea atravesando la débil tela de las cortinas.

Con el cabello hecho un desastre, gruñó y se giró tapando su cabeza con una almohada que había tomado y finalmente accediendo a levantarse

«otro día aburrido» pensó y se giró nuevamente quitando la almohada de su castaña cabeza y destapándose.

Dejó ver su pijama y se levantó sintiendo la madera debajo de sus descalzos pies. Caminó hacía el calendario que tenía

"25 de agosto„

Al parecer, y por suerte de ella, no sería un día aburrido. Sonrío sin mostrar sus dientes y caminó levantando los brazos y profiriendo un suave bostezo.

Entró al baño que tenía en su habitación y encendió la ducha.

Luego de unos largos minutos bajo la lluvia artificial vistió unos vaqueros negros y una camiseta que tenía una flor en medio.

Tomó sus zapatillas y se las colocó para arreglar su cabello después

- Ouch - gruñó en voz baja frente al espejo desenredando su castaño cabello, y arrugando la nariz de vez en cuándo. Bajó las escaleras. - Hola familia - saludó con aires de sueño y caminó ya en la cocina hacía la barra, subiendo a uno de los asientos junto a su hermana

Recibió saludos de sus padres y su hermana

- Hoy iremos al Callejón Diagon - anunció el padre de ambas chicas y estás sonrieron. Justo era veinticinco.

Atenea tomó una tostada y la comió durante unos minutos mientras tomaba un poco de jugo.

- Bueno, yo iré a mi habitación a alistarme - mencionó hermione

- te acompaño - sugirió Atenea y ambas se dirigieron a la habitación de la ojimarrón.

entraron y atenea se sentó en la silla de el escritorio mientras hermione dejaba en un bolso su varita, la capa de hogwarts, etc.

- debemos ir a Gringotts - mencionó atenea jugando con sus dedos para después mirarla.

- si, ojalá que hoy compremos todo. necesito más bolsos, ¿me puedes prestar uno? - cuestionó hermione y atenea le miró extrañada

- ¿para que quieres tantos bolsos? - dijo la castaña frunciendo sus cejas - voy.

entró en su habitación y tomó una mochila blanca para entregársela a hermione. se quedó en su habitación después, guardando sus pertenencias en un bolso negro con un par de broches.

vió la hora con rápidez

"10:55„

- ¡Herms, debemos ir ahora, se nos hace tarde! - exclamó la castaña para que su hermana, quién estaba en la otra habitación, le gritará un "claro".

[•]

La mirada de Atenea de dirigió hacía la entrada de el Caldero Chorreante para entrar seguida de Hermione, quién llevaba consigo a un gato que había comprado recién.

Al entrar ambas se encontraron con algo inesperado.

- ¡Ron! - exclamó con felicidad Atenea y caminó hacía el susodicho sonriendo

- ¡Nea! - dijo Ron sonriendo y dejando a Scabbers en el bolsillo de su chaqueta. Se acercó a ella y se unieron en un abrazo para al separarse Atenea depositar un beso en la mejilla de ron

- Hola, Ronald - saludó hermione y el pelirrojo le sonrió, pero pareció más una mueca.

«Estos dos nunca se llevarán bien» Pensó Atenea. Y quizá era verdad.

Crookshanks, el gato de pelo cobrizo de Hermione, fijó sus ojos amarillos en el bolsillo de la chaqueta de Ron y se lanzó a está, haciendo a Ron saltar, a Scabbers escapar con Crookshanks detrás y a Atenea reír melodiosamente.

- ¡Tienen gatos! ¡Porque ustedes tienen gatos! - exclamó Ron con miedo en sus ojos, velando por la seguridad de Scabbers. parecía un niño de dos años.

Atenea tenía a una tierna gata gris claro en sus brazos, la cuál se dejaba, seguramente era más cariñosa que Crookshanks

- Oh, el cobrizo es el mío; se llama Crookshanks y el gris es el de Nea, se llama Diana. - explicó Hermione. - Por Merlín, Ron, tu rata está espantando a mi Crookshanks.

- Es culpa de tu gato, Hermione

- Crookshanks, tu ignora al niño malo - dijo hermione tomando a el gato en sus brazos al igual que ron con su rata

-¡Harry! - dijo Ron y ambas hermanas se giraron para ver dónde el pelirrojo estaba viendo

- ¡Harry! - dijeron ambas a la vez viendo al azabache apoyado en ambos barandales de las escaleras viejas de él Caldero Chorreante.

Atenea se acercó al ojiverde y le abrazó con su brazo derecho; el izquierdo estaba con Diana.

- Hola, Nea - el azabache sonrío al sentir a la castaña depositar un beso de saludo en su mejilla. Ron y Harry estaban acostumbrados a eso.