powerful, harry potter (pausada)

━━━ our love...

 Antes de la tercera prueba...

Atenea llevaba semanas practicando la telequinesis, y debia admitir que lo hacia bien. Con la ayuda de Hermione y Harry ya logró levantar libros y mesas, pero hoy seria la prueba mas importante; intentar levantar a una persona. 

— Bien. Si dejas caer a Harry no te preocupes, ¿entendido? — Dijo Hermione mientras Ron reía, estaban en una sala vacía (en la que ayudaban a ensayar a Harry) y los nervios de Atenea se sentían en el aire.

Atenea no dijo nada y vió a Harry sonriendole, ambos habían conversado antes y estaban de acuerdo con tratar con Harry. Ya preparada, cerró los ojos y se concentró. Movió su mano suavemente sintiendo el aura celeste en sus manos y en sus dedos, con el poder recorriendo sus venas. La sensación era inexplicable, el sentimiento de fuerza y la paz que rodeaba sus manos.

Abrió los ojos de tonos calipso por sus poderes, y dirigió su mano donde harry estaba. con un movimiento el aura rodeó el cuerpo de harry quien se quedó quieto al sentir el poder alrededor suyo. Se enredó en sus brazos y sus piernas, además de rodear la parte trasera de su cabeza para que no se dañara.

Atenea respiró hondo e hizo su mano hacia atrás, trayendo exitosamente a harry hacia ella. 

El azabache sonrió sintiéndose orgulloso ante el logro de su novia, quien dió un gritito y se lanzó a los brazos de Harry celebrando su logro.

— ¡Lo logré! — exclamó Atenea abrazando a Harry. Escuchaba el festejo de Ron y Hermione detrás de ella, y no se podía sentir mejor en ese momento.

Habían pasado algunas horas desde esa práctica. Harry y Atenea estaban en la habitación del ojiverde mientras los demás chicos estaban en la sala común (eran las ocho de la noche, asi que estarían solos por mucho más tiempo)

— ¿Que tanto piensas Harry? — cuestionó Atenea besando su mandíbula

— Mhm, en cuanto te quiero.

Atenea río, girando con Harry en la cama juguetonamente hasta quedar bajo el.

— Te quiero mucho, Haz. No lo olvides — susurró viendo a los ojos al chico

— Yo también te quiero cariño.

— ¿Te das cuenta de que nuestro amor es tan precioso? Llevamos mucho tiempo juntos y nunca hemos peleado más de lo "típico". Yo te amo, Harry. Y amo nuestro amor.

— Yo también te amo.

Y sellaron eso con un beso.

Pero unos toques en la puerta los sacaron de su burbuja.

— Harry, abre por favor. — decía seamus a través de la puerta. Atenea carraspeó y se despojó de los brazos de Harry con las mejillas rojas.

Harry se levantó para abrir la puerta mientras Atenea se sentaba adecuadamente y arreglaba un poco su trenza.

— Oh, lo lamento. Puedo volver después, solo necesito algo y me voy. — mencionó Seamus con tono de voz incómodo. Atenea río un poco por la incomodidad y el sonrojo en el rostro de su amigo.

— No te preocupes Seamus, yo me voy, necesito hablar con Herms sobre algo. — dijo Atenea tomando sus cosas para despedirse de un beso en la mejilla de Seamus y de un beso en los labios de Harry.

Bajó por la escalera intentando no ser vista bajando de las habitaciones de los chicos, lo cual logro.

— Hermione, necesito decirte algo. — Atenea dijo pidiendo con la mirada un poco de privacidad. Fueron a un rincón en la sala común dónde pudieron hablar sin estudiantes a su alrededor.

— ¿Que sucede Nea? — preguntó Granger, preocupada por la expresión en la cara de Atenea.

— Desde que desperté tengo un mal presentimiento, Herms, tu sabes que significa. ¿Crees que suceda algo? Se siente tan raro, tan extra-

El habla de Atenea se detuvo por un dolor de cabeza muy fuerte. Escuchaba la voz de Hermione lejana, y de pronto...

La nada misma. Espera... escuchaba una voz femenina, parecía rogar. ¿Dónde estaba?

Venía un cementerio, y a una mujer pelirroja. Al parecer Atenea no estaba ahí, por que no se podía mover, ni podía hablar. Parecía una pesadilla...

Pero no lo era. Era su premonición apareciendo.

— ¡Atenea! — exclamó Hermione llamando su atención.

— Mamá... — susurró. — ¿Q-que pasó?

— Atenea... tus ojos, se pusieron celestes... ¿que sucedió?

— Premonición, Hermione. Creo que tengo Premonición.