Capítulo 11:

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Me siento idiota, siento rabia, mis manos tiemblan y mi reloj no paraba de decirme que mi pulso se cerraba cada vez más, pero quería arrancarme la cabeza, quiero eliminar mi frustración, lanzar sillas o echarles agua. Pero era en vano, no podía moverme, ¿realmente estoy molesto? quiero correr a ellos y gritarle a Jason que la suelte, que no puede tocarla, que ella es una princesa, que me la desgasta, ¿porqué siento ésto cuando yo siempre he deseado que ellos estén juntos? había deseado por demasiado tiempo que Frank dejara de salir con cualquier idiota, la respuesta siempre fué Jason ¿Porqué ahora no quiero que la tenga?.

Ya me ha mentido para ocultar que están juntos y eso me ha costado una semana alejada de ella, ¿será que antes nadie había sido mi rival obteniendo su atención? yo jamás necesité preguntar si ella tenía tiempo para mí y ella jamás me lo ha preguntado, mi tiempo era prácticamente suyo, tal vez ya es hora de avanzar, pero ¿porqué no quiero? no quiero compartir con nadie, así sea Jason. Serán celos de niño mimado, ya que jamás he tenido que compartir la atención de Franck con nadie jamás. ¿Estaré enamorado de ella? -ni loco- eso es aún más estúpido que mi inmadurez.

Despierto de mi trance y estoy en casa, en mi habitación mirando el techo recostado en el suelo. Sentí un gran nudo en la garganta y un vacío en mi estómago, siento mi móvil vibrar, pero no tengo fuerza para voltear, quiero dormir, me siento agotado.

...

Mis piernas como gelatina apenas si me responden, ayer no supe nada de parte de Franck y mi madre me contó que Franck llegó a trabajar, su sonrisa era extensa porque ella iba con Jason, los describió como la pareja perfecta y no hizo nada más que alabar la sonrisa de Frack y lo guapo que es él.

Entre la multitud de estudiantes veo una figura corpulenta que sobresalía, era la de Jason, y a sulado un cuerpo pequeño que irradiaba luz con su sonrisa, y su gran energía, Franck... su Franck.

Sentí la necesitad de correr hacia ella, de abrazarla, de besarle la frente y decirle que la quería, de golpear a Jason y gritarle que quitara el brazo de su cintura, pero, ¿con qué derecho lo haría yo?. Sus ojos me encuentran y siento una gran y solitaria lágrima caer quemándome por dentro, ella se quitó del lado de Jason y corrió hasta mí con una enorme sonrisa, me abrazó el torso -lo único que alcanzaba- y aún cuando estaba en sus brazos mi necesidad de ella era aún mas grade, como un hambre insaciable de ella, de su olor, y la inagotable sed de su calor.

Me aferré a ella, a su diminuto cuerpo con una desesperación indescriptible y ella me correspondió.

¿Qué me pasa?

Quería que se hiciera más pequeña y guardarla en mi bolsillo para traerla sólo conmigo, pero en el fondo deseo que ninguno de mis pensamientos egoístas se me cumpla. Yo amo a Summer y exigir que Franck que quede a mi lado solo por un berrinche inmaduro me hará sentir culpable, pero por otro lado aliviado, mi terquedad ante el hecho de compartirla con alguien más que no sólo exigirá más atención si no que ella voluntariamente se la dará.

Me alejo de su abrazo cociente de que si no lo hacía en el momento no tendría voluntad para alejarla.

-No- me atrae nuevamente y hunde su rostro en mi pecho.

-Por favor, Franck- supliqué- si no me sueltas ahora, yo jamás te dejaré alejarte.

-No me dejes alejarme- dice con la voz apagada.

Entonces la volví a abrazar con más fuerza queriendo marcar su silueta en mi cuerpo.

Éste ha sido tu peor error Francesca. Perdón Jason pero ahora tú eres el intruso en mi mundo.

Siempre estuve a favor de que Jason coqueteara con ella pero en el fondo la razón por la que le permitía que estuviera a su lado cortejándola era porque tenía la certeza de que ella jamás le daría la oportunidad.

Que iluso.

Estúpido prodigio #IIIWhere stories live. Discover now