Estúpido prodigio #III

Capítulo 2:

Dedicado a SophiCornejo
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Como lo prometí, hoy me han dado mis resultados de admisión y he ingresado. Así que a partir de ahora habrán publicaciónes. Cuidense mucho y protejanse del coronavirus❤

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-¿Te tomaste tus medicamentos?

-¿Porqué no lo gritas para que todo mundo se entere?

-No es mala idea, así no te harán ensayar tanto y no tendrías que fatigarte al respirar.

-Me gusta fatigarme.

-Eso no es lo que dices cuando traes puesto el oxígeno.

-No tienes que recordarme que estoy enfermo, eso no lo olvido.

-Aveces parece que si, y sabes que soy la primera partidaria a que vivas la vida pero me niego a que vivas algo que acaba con ella, admite que tu tiempo ya pasó, o al menos por ahora, debes dejarlo hasta que te repongas.

-No quiero discutir otra vez Franck. Además sabes mi concepto de vivir.

-Entonces quiero que vivas tu muerte. Ya hemos pasado por ésto.

Sabía que tenía razón, ya habíamos pasado por ésto. Cuando era niño me negababa dejar de jugar fútbol y me llevé al límite. Fuí diagnosticado a temprana edad con un edema hemodinámico o cardiogénico que básicamente es la consecuencia de una disfunción del corazón. La progresiva disminución de la actividad cardiaca provoca que la presión de las venas de mi corazón más cercanas a mis pulmones se eleve, según se incremente la presión en mis vasos sanguíneos, el líquido se filtra en los espacios del aire de los pulmones; la inundación parcial del tejido pulmonar interrumpe el movimiento habitual del oxígeno a través de los pulmones y lo que me provoca dificultad respiratoria. Es decir que se acumulan líquidos de manera anormal en mis pulmones que no me dejan respirar.

Esa vez fué la gota que derramó el vaso. Yo ya había tenido síntomas pero solo en presencia de Franck y para no preocupara mid padres le pedí que no les dijera nada. Fué una pésima idea.

Flashback...

-¡Ília, basta! Estás muy palido.

-Estoy bien.

-Deberíamos hablarle a tus padres.

-No, quiero practicar un poco más-sentí mi corazón latir mas rápido de lo que jamas había experimentado -Franck -comencé a dejar de respirar, cada vez que trataba de inhalar había algo que me lo impedía.

-¡Max, Emmy! Ília se siente mal- veo su menudo cuerpo acercarse a mí y abrazarme, fue cuando todo se volvió negro.

Fin del flashback.

-No quiero discutir contigo Franck.

-Es porque sabes que yo siempre te gano -dice en tono burlón.

-Es porque haces trampa.

-¿Y como no hacerlo si tu eres la que me lo ha enseñado? -desde que tengo memoria siempre he logrado salirme con la mía, pero con Franck siempre fué diferente, jamás pude ganarle en algo, de una u otra forma ella buscaba salirse con la suya, es la única chica en todo el lugar que me lleva la contra siempre, y aunque no se lo diga siempre es satisfactorio discutir con alguien que a pesar de que jamas le ganas te diviertes intentando vencerle.

-Vamomos ya a clase -dice dándome una sonrisa a medias, se que sigue enojada por la forma en que sonríe, solo se le forma un hoyuelo en la mejilla cuando hay algo que no le parece bien. Se da la vuelta y camina.

Si hay algo que jamás me ha gustado es estar peleado con ella, siempre hay algo que queda vacío en mi cuando veo que me muestra esa sonrisa y se que es por mi culpa. Nuestro récord sin hablarnos por esta molestos es de dos horas, y esas dos horas fueron una tortura. Amaba a la maldita enana, era como parte de mí, desde pequeños. Mi padre decía que para que dejáramos de llorar tenían que dejarnos en la misma cuna y sólo así lográbamos dormir, ha existido una gran familiaridad y un gran apego hacia nosotros mismos. Es algo que trasciende mas allá de ser hermanos, es como tu gemelo, tu otra mitad y que sin ella te sientes incompleto.

-Enana -le digo y ella voltea -Te quiero -le digo y me muestra su sonrisa con dos ayuelos, lo que significa que me ha perdonado.

-Yo también. Vamos, tenemos que irnos.

-¿Sabes algo? He estado viendo en internet que venden unos tenis que tienen la suela enorme pero que no se nota y dan estilo, te verás cinco centímetros mas alta. Te verás de 1:58 m.

-Eres un idiota -me da un golpe en el brazo y así nos vamos a nuestras clases.

Ella es algo pequeña, bueno no, es muy pequeña, ella mide 1.53 m, siempre tuvimos la misma estatura pero fueron unos meses en los que te desarrollas al máximo y yo me estiré hasta medir 1.83m, mientras que ella solo un poco, pero a pesar de eso no impidió que sea una mujer muy hermosa. Heredó la complexión de su madre, el cabello café de su padre mi tío Will, los ojos avellana y lo mejor de todo, su humor, aunque cuando quería también podía ser muy molesta y enojona como su madre, la tía Esy.

-¡Franck, Ília! Por aquí -mi mejor amigo Jason quien desde que tengo memoria ha estado enamorado de Franck, nos llama alzando la manos para que ubiquemos en donde está.

-Recuerdame felicitarlo por su esfuerzo -le digo a Franck ya que desde que tengo memoria ella jamás ha estado interesado en él y que a pesar de que el da su mejor esfuerzo ella dice que está mejor así porque si se daba algo entre ellos ella no sabría que hacer cuando ellos terminaran, aunque sé que solo es una forma de evadirlo.

-Eso dice a siempre.

-No se porqué no le dices que sí.

-Porque... Se esfuerza mucho y a la vez muy poco.

-Eso no es nada coherente.

-Es por eso que te lo he dicho, a veces es divertido ver como intentas entenderme.

-No puedo creer que a pesar de todo tu siempre me ganes.

-Podrás ser un genio pero te falta algo.

-¿Qué?

-Ser yo.

-Puedo ser tu mira... -me aclaro la garganta preparándome para hablar con voz mas aguda -"Soy Franck, soy una enana muy tonta que admira mucho a su amigo prodigio Ília "- haber dicho eso con la voz aguda tratado de imitarla sonó mejor en mi mente de lo que salió de mi boca. Buscando que se molestara solo se burló de mí.

-" Y yo soy Ília el estúpido, que ha tenido que perder contra su mejor amiga toda la vida" -que halla dicho la verdad no fué molesto, lo que me molestó es que a ella si se salió bien la imitación de mi voz.

-Ésto no se quedará así.