Ámbar

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Me duele la cabeza. Y el descontrol de anoche tiene mucho que ver. No sé en qué estaba pensando cuando tomé toda esa cantidad de alcohol, pero sé con certeza que ese fue mi debut y despedida.

Más allá de la innecesaria cantidad de alcohol ingerida, la noche de ayer fue una mezcla de sentimientos y emociones. Recuerdo haberme desconcertado por completo con todo lo que nos contó Elián, que honestamente fue inesperado y una cantidad enorme de información para procesar. Es decir, ¿Lola no solo era la reina del narcotráfico, sino que aparentemente estaba involucrada en prostitución? Cuando pensé su vida secreta no podía ser peor, una gota rebalsó el vaso.

Luego salió a la luz el mayor y mejor secreto guardado de Luca. Una absoluta sorpresa para todos, la verdad. Me descolocó por un momento, porque no imaginé que en medio de ese caos iba a terminar hablándonos de su sexualidad. Además él nunca nos dio indicios, nada, simplemente se limitó a esconderlo por muchísimo tiempo y lo largó cuando sintió que estaba a punto de explotar. Pero me alegra que lo haya hecho, porque sé que ahora es libre y, sobre todo, feliz. Y yo solo quiero lo mejor para él.

Cuando Nina nos llama a las once de la mañana y pide vernos de urgencia en la plaza de la Estación Devoto, casi me tiento a decirle que no moleste, que la gente tiene resaca y merece dormir. Pero hay mucho de qué hablar como grupo. Y ella tiene algo que decirnos, porque se notó la urgencia en su tono de voz.

Entonces es así como terminó sentada en un banco de la plaza, con un café que compré en el camino, con Luca apoyando su cabeza en mi hombro mientras hace un esfuerzo para mantener ambos ojos abiertos. Yo voy perdiendo, porque uno lo tengo entrecerrado y no queda mucho para que el otro lo imite. Así que Luca es los ojos de ambos. O algo así.

El resto llega al rato y me sorprendo cuando veo a Ciro. Giovanni también lo hace, porque abre los ojos como plato y ahoga un quejido. Entonces Nina le da un golpecito en la rodilla y le dice que no sea maleducado, que por lo menos finja que no le molesta su presencia. Pero todos sabemos que Giovanni no confía, ni va a confiar jamás, en Ciro. Lo conocemos bien: es desconfiado por naturaleza. Y con él tiene un motivo para sobreexplotar su característica principal.

—Sé que tuvimos una noche agitada... —comienza a decir Nina, por lo que Ciro alza una ceja, en señal de no entender a qué se refiere. Claro, él no estuvo con nosotros anoche—... pero hay algo que tienen que ver.

—Esperen —la interrumpe Ciro—. ¿De qué me perdí?

—Resulta que pensamos que íbamos a tener una noche para desconectarnos de todo el tema de Lola, pero al mundo no le pareció una buena idea —Vera se encoje de hombros—. Descubrimos que un conocido de Luca sabía que Lola estaba involucrada en prostitución. Justo la pieza del rompecabezas que nos faltaba para terminar de desconcertarnos.

Ciro está pálido.

— ¿Cómo que prostitución? —suena sorprendido.

— ¿Tenemos que explicártelo? —interviene Giovanni—. Daba por sentado que todos nosotros sabíamos lo que ese acto implica.

Nina lo regaña entre dientes. Y yo solo quiero reírme.

—Sí sé lo que es la prostitución, no soy estúpido —responde Ciro—. Me refería a que me desconcierta un poco que ella haya estado involucrada en eso. Es decir, lo que Serpiente hacía era ilegal, pero ese es otro extremo.

—Lo sé, pensé lo mismo —Vera le da la razón—. Lola fue víctima de abuso sexual, todos conocemos la historia. Y me sorprende que ella haya permitido que otras chicas, o incluso ella misma, pasen por una situación así.

— ¿Y si no lo permitió, pero lo hicieron a sus espaldas? —sugiere Luca.

—Tendría sentido —digo—, porque de lo contrario estaría manejando una doble moral. Y Lola pudo haberse metido en muchas cosas turbias, pero sé que tenía un límite. No hace falta ser la reina del narcotráfico para saber que eso está mal.

Las notas de Lola | Malenavitale ©Место, где живут истории. Откройте их для себя