Lola

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#15

Es la primera vez que le miento a Serpiente. Y no me arrepiento.

Nina está parada frente al horno, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, sin entender por qué el bizcochuelo no leuda. Vera, por su parte, le lee la lista de ingredientes y los procedimientos de la receta, para intentar descubrir qué hicieron mal.

Entonces Ámbar empieza a reírse:

—Tienen que prender el horno para que funcione, ¿sabían?

Nina y Vera se voltean a verla con una expresión neutra en sus rostros.

—Te habíamos pedido que lo prendas —contesta Nina.

—Mentira.

— ¡Lo hicimos! —exclama Vera.

Ámbar me mira para confirmar si lo que dicen las chicas es cierto y yo asiento con mi cabeza en silencio. Entonces ella cierra los ojos y dice:

—Perdón —y les dedica una sonrisita traviesa a Nina y Vera.

Cuando Serpiente me dijo que esta noche había una fiesta en el galpón, mi respuesta fue una mentira: le dije que me sentía mal y que iba a quedarme en cama. Se ofreció a quedarse conmigo toda la noche, incluso me propuso mirar una película juntos, pero me negué. Necesitaba descansar mi cabeza, la cual viene trabajando muchísimo desde hace una semana. Y Serpiente es uno de los combustibles que hacen funcionar el motor de mis miedos y preocupaciones.

Le pedí a las chicas que nos juntemos esta noche, bajo la excusa de que nuestros amigos iban a ir a un concierto, por ende, nosotras merecíamos esa noche de chicas que hace tanto no teníamos. Y todas aceptaron encantadas, pero ninguna sospechó que mi petición no era otra cosa que un disfraz para ocultar lo que realmente me pasaba.

Por momentos quiero que se den cuenta y me pregunten qué anda mal, porque mi cabeza está por explotar y no puedo manejarlo. Pero implica decirles la verdad y no estoy dispuesta a dejar que se involucren en ese mundo. La mejor forma de protegerlas es manteniéndolas al margen. Así que me limito a fingir que todo está bien, por más que no sea así.

Todo se me fue de las manos cuando Cal empezó a trabajar con Serpiente. Realmente no esperaba que el chico misterioso aparezca frente a nosotros y, encima, como el nuevo contador de mi novio; mucho menos a tan poco tiempo de nuestro último encuentro.

Trato de no pensar en esa noche, pero los recuerdos vuelven a mi cabeza cuando lo veo paseándose por el galpón. Me esfuerzo lo mejor que puedo en esquivar sus miradas y ocultar mi incomodidad cuando lo tengo cerca frente a Serpiente, pero cada vez me resulta más difícil.

Por eso no quise ir hoy al galpón.

— ¿No es cierto, Lo? —dice Vera.

Su comentario me hace salir de mis pensamientos y me quedo mirándola fijo, en señal de no haber entendido su pregunta. En realidad no sé de qué estaban hablando.

—Le dije a Nina que a Jano se le ilumina la mirada cuando la ve, pero ella lo niega —me explica Ámbar—. ¿O no que es verdad?

—Totalmente —respondo, embozando una sonrisita burlona.

A Nina se le sonrojan las mejillas.

—Pero es normal, somos amigos —se excusa. Y antes de que alguna de nosotros la contradiga, añade—: Gio también la mira así a Lola.

—Porque está perdidamente enamorada de ella y lo sabemos desde siempre —responde Vera, riéndose—. No sé por qué te empeñas tanto en negar lo de Jano, si es obvio que también te gusta. ¿Y no sería bueno que ambos aprovechen que se gustan mutuamente para intentar algo?

—Definí algo...

—Se refiere a una relación —intervengo. Nina me mira horrorizada—. ¡Por favor, Nina! No finjas que no te gusta la idea.

—Me asusta, más que disgustarme —murmura.

— ¿Por qué? Si sabés que es mutuo, no hay forma de que te rechace —dice Ámbar, encogiéndose de hombros. Vera y yo le damos la razón asintiendo con la cabeza.

Pero ella empieza a negar en silencio y se desploma sobre una de las sillas que rodean a la mesa redonda de la cocina.

—No me da miedo el rechazo, sino perder nuestra amistad, ¿entienden?

Y no me da tiempo a contestar, que el celular de Ámbar empieza a sonar y, segundos después, aparecen los rostros eufóricos de nuestros amigos. Luca está haciendo una video llamada desde el concierto. Veo que Jano no para de saltar y gritar, mientras que Giovanni lo empuja y, entre risas, lo acusa de estar pisándole un pie. Luca mira a la cámara y nos dice algo, pero no conseguimos escucharlo con claridad.

— ¿Qué? —dice Ámbar.

Luca mueve la boca nuevamente, pero nosotras solamente recibimos ruido. Entonces Vera empieza a reírse.

— ¿Giovanni está borracho? —pregunta, acercándose al celular.

Eso me pone alerta.

Miro a Giovanni con atención y veo que sus ojos están levemente enrojecidos. Entonces, a su lado, reconozco un buzo que se me hace familiar. Y de la nada aparece el rostro de Ignacio, quien está sosteniendo una lata de cerveza, mientras que nos saluda con la mano que le queda disponible.

Giovanni no está borracho. E Ignacio tiene la culpa.

Lola: Qué le diste a Gio?

Veo que Ignacio se percata de haber recibido un mensaje y me mira con una sonrisita burlona. Eso me hace enojar muchísimo más.

Ignacio: Una cuota de felicidad.

Lola: Es menor de edad, Ignacio.

Ignacio: Todos ustedes lo son.

Lola: Pero él es mucho más chico que nosotros, lo sabés.

Ignacio: Por qué lo proteges tanto? Es otro más de tus amantes???

Me quedo congelada.

Vuelve a sonreírme burlón a través de la pantalla y veo que vuelve a escribir.

Ignacio: Yo me entero de todo, Lola. Pero parece que Serpiente no...

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¡PERO MIREN QUIÉN VOLVIÓ!

¿Cómo están, mis lectores preciosossss? 🖤🖤🖤

Estoy plena consciencia de que pasó alrededor de un año desde que dejé de actualizar y, directamente, desaparecí de Wattpad. El motivo es el mismo de siempre: la facultad. Me demanda muchísimo tiempo y no me deja el suficiente para sentarme a escribir, lo cual me ponía muy mal porque escribir es algo que me relaja muchísimo.

Pero la cuarentena me trajo otra vez a las pistas.

Decidí subir este capítulo cortito de Lola y, en la semana, voy a subir uno de Ámbar, el cual ya está listo. Pero quiero actualizarles dos veces por semana, así no me extrañan tanto y me dan tiempo de poder seguir escribiendo.

También quiero agradecerles por la exponencial crecimiento de la historia. Y me sorprendió debido a que la tenía bastante abandonada. Pero eso demuestra que son unos lectores increíbles, que nunca dejaron de darle vida a esta historia. Realmente lo aprecio muchísimo.

Espero que disfruten de esta nueva actualización y quiero que preparen sus pelucas, porque las cosas van a empezar a ponerse picantes...

¡Nos vemos en la próxima!

-Male 🌻

Las notas de Lola | Malenavitale ©Where stories live. Discover now