Capítulo 18

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Estaba acelerada, pero empecé a entrar en pánico cuando la razón me iluminó durante unos instantes: estás a punto de acostarte con él.

Creo que el príncipe Taehyung lo notó, así que me dejó asimilar la decisión.

Aún así, tomó mi mano en silencio y me llevó cerca de la cama.

Nos detuvimos a un costado, y él seguía esperando a que dijera palabra.

Sí quiero, pero me da miedo. Jamás le dí tanta importancia a la llegada de este momento en mi vida, así que no sé por dónde abordar mis pensamientos.

Y estaba en ello, hasta que ví lo que el príncipe Taehyung hacía.

- ¿Q-qué hace?

Él estaba desabrochando su camisa debajo del saco, e iba a la mitad.

- Pues en lo que espero voy a desvestirme -sonrió-, quizá así te decidas más rápido -el ardor subía por mis mejillas- o, ¿tal vez quieres quitarme la ropa tú?

- Y-ya decidí -dije, tratando de detenerlo con eso-, sí quiero hacerlo.

- Eso se te ve por todos lados -la sonrisa que estaba en su cara ahora era bastante cretina, pero se le veía muy bien, a pesar de que era molesta-, lo que quiero que me digas es como quieres que te lo haga.

¿Cómo se supone que se diga algo así?

- Yo no puedo decirle eso, es vergonzoso -admití, y también, con mucha más vergüenza.

- Tienes que decirme, o te quedarás frustrada de las ganas -en serio, no entendía como me molestaba y a su vez, también me hacía sentir necesidad.

El príncipe Taehyung sólo me veía, con media camisa desbotonada y sonrisa cínica.

Un aspecto como el suyo hace querer a cualquiera, y no lo soportaba.

- Quiero... -estaba vacilante, no sabía qué cosas me gustaban y tampoco sé qué tanto se puede hacer. Esto era muy incómodo-... que me bese, y las reglas que puse hace un rato ya son permitidas -¿qué más se puede decir?- D-de una manera en que no sea doloroso... ahh... Y que tenga cuidado con mi cuello -toqué la venda que me rodeaba.

- Vaya problema -rasco su nuca- es de mis lugares favoritos. Me molesta pensar que alguien más ya te ahorcó.

¡Quería aventar algo sobre su cabeza!

- No es gracioso.

- No, no lo es -se acercó hasta mí, terminando de desbotonar su camisa-, la verdad es que me gustan las cosas rudas de vez en cuando, y perderme de eso me molesta.

No sé cómo lo logra, pero estaba acelerándome otra vez. Su estatura me superaba, su olor llegaba hasta mí. Tan pulcro. Me quedé sin habla.

Él príncipe Taehyung es tan hermoso y seductor.

- ¿Empezamos? -dijo, tirando su sacó por los hombros, sin quitarme la mirada de encima.

¡Me estaba desquiciando!

Y al mismo tiempo, nos tomamos el uno al otro, encontrando nuestros labios.

Me tomó de la cintura, y yo coloqué mis manos en su cuello. Su beso era... increíble.

Besaba fuerte, me tomaba el cuerpo igual de fuerte. Tener sus manos sobre mí me fascinaba. Una de ellas estaba en mi espalda baja, empujando mi cadera contra la suya, y la otra subía y bajaba al costado de mi cintura, una y otra vez.

Sus manos eran enormes.

Soltó mi espalda, tomando en su lugar mi quijada, presionando hacia arriba, y se retiró de mi rostro.

The Election of the Prince [Taehyung] ; EN PAUSATahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon