The Election of the Prince [Taehyung] ; EN PAUSA

Capítulo 6.

— Así como lo oyes. Por fin, oh por fin, nuestro padre decidió entregar el trono —esbozó una gran sonrisa, tirando de su elegante saco para acomodarlo de los hombros—, y estoy dispuesto a quitarte a ti y a todos mis hermanos del camino para poder obtenerla, espero no te moleste —ladeó su cabeza, reflejando cinismo y burla en su mirada.

— ¿Pretendes sabotear a cinco príncipes al mismo tiempo? —el príncipe Taehyung tomó sus manos por detrás de su espalda—. Veo que no eres tan inteligente, hermano.

— Y no soy tan estúpido. Tranquilo, por el momento no haré nada, mi genial idea ya fue estropeada hace un rato.

— ¿No pensaste que sería una mala estrategia quedarte en mi palacio? Ahora mismo tengo todo a mi favor para estropearte ante la realeza si así lo quiero —el príncipe Taehyung se controló en sólo unos instantes. Todo ese enfado desmedido que lo consumía de camino acá había desaparecido. El joven serio y despreocupado estaba haciendo presencia.

— Es en serio que me crees bastante estúpido —el príncipe Jimin sonrió divertido, pasando su mano por el cabello—. ¿Acaso crees que no vendría preparado? Tengo a un gran número de hombres de mi guardia custodiando desde cada esquina de tu palacio, y justo ahora están tomando lugar dentro del mismo, espero no te moleste.

— ¿Están qué?

Oh no.

— A sus ordenes, príncipe Jimin.

Dos voces al unísono llamaron detrás de nosotros, por la puerta. Ahí estaban, dos hombres de la guardia ajenos a nuestro palacio del oeste. Sun Won salió de entre ellos empujando con desesperación.

— P-príncipe Taehyung, yo ah, yo trate de detenerlos —ella estaba muy desorientada, agitada y asustada—, abajo es todo un caos, está repleto, es un feo alboroto.

Miré al príncipe. Él estaba inexpresivo, inmóvil. Reprimía su enojo.

Volteó a ver al príncipe Jimin una vez más.

— Tú no tienes derecho a hacer algo así sin mi consentimiento.

— Te lo dije, no soy tan estúpido. Estaremos a la par, hermano —no podía seguir tolerando esa expresión burlona y altanera. ¿Quién se a creído? El príncipe Taehyung no puede seguir tolerando su chiflado comportamiento, debe ponerle un alto.

Sin más, el príncipe Taehyung se dio la vuelta y salió apresurado de la habitación. Le seguí, mientras la risa del príncipe Jimin se aminoraba por el pasillo.

— Príncipe —le llamé, casi corriendo a sus espaldas—, ¿qué piensa hacer?

— Es la última vez que trato de intervenir así, enseñate a manejar estas situaciones pronto, no quiero volver a lidiar con eso —contestó, y no se si fingía tranquilidad o es que así era. Él tenía razón, éstas escandalosas escenas deben de enseñarme la manera en que debo actuar. Soy la moza del príncipe Taehyung, y mi deber es protegerlo de cualquier mal. No defraudaré a mi abuela.

Llegamos a la escalera principal del palacio, donde nos encontramos con crítica escena.

Los hombres de la guardia del príncipe Jimin llenaban la mitad de la sala principal, y los de la guardia del príncipe Taehyung la otra mitad frente a ellos. Todos apuntándose con las armas, quietos y en silencio. ¿En serio esto está pasando? Lo correcto es sacar al príncipe de aquí, lejos de todo peligro.

— Príncipe —susurré, pero él se adelantó a hablar.

— ¿Qué está sucediendo aquí? Quiero una explicación inmediata.

Ninguna de las dos guardias nos volteó a ver, seguían atentos a cualquier movimiento de parte de sus contrincantes frente a frente.

— Príncipe, no queremos causar ningún alboroto —esa voz, la reconocí—, pero no dejaremos entrar a nadie ajeno a su palacio.